Colombia entre los extremos
Guillermo García Machado
Con el pretexto de conversar sobre la marcha de una
acción de gobierno, el presidente Juan Manuel Santos, quien por estos días hace
un balance de sus dos primeros años de gobierno, habló sobre varios puntos
clave de su gestión al frente del país. Pareciendo importante aclarar las
piedras que aún se encuentran el zapato de la maquinaria política que le toca
presidir por mandato de la soberanía Colombiana. Sobre la propuesta del alcalde
Gustavo Petro, de implementar centros asistidos por el Estado para drogadictos,
Santos explicó: “estoy abierto a la mejor solución, por eso mismo se promovió
en la pasada Cumbre de las Américas que se realice un estudio por parte de la
OEA sobre el tema del narcotráfico y el consumo de drogas y por lo tanto es
mejor esperar”. Pasando al tema de una posible crisis ministerial, Santos fue
enfático al afirmar que eso no lo ha contemplado, sobre el tema dijo: “los
ministros se van no por imposición ni sugerencia política o de algún periodista
y eso depende más bien de los resultados o las circunstancias”. Con referencia
al tema del ministro de Transporte, Miguel Peñalosa, quien es señalado por los
contratos de su familia con el Estado, el primer mandatario respondió: “le dije
al ministro Peñalosa que explique bien, que vaya adonde el procurador, que él
lo está investigado, y nos dirá la última palabra, le pedí a Alejandro Ordoñez
que sea implacable y si hay algo indebido Peñalosa se va”. Sobre la imagen
positiva que tienen los colombianos sobre su gestión el mandatario manifestó:
“Para mi es importante que se mantenga ese 56% de imagen positiva, y ojalá
pueda subirlo en la medida que se den mejores resultados”. Con referencia al
tema de la seguridad la cual ha sido muy criticada en su mandato, Santos
explicó: “Estamos combatiendo, no les quepa la menor duda que las Farc están
debilitadas, sin embargo tenemos que redoblar esfuerzos”. En estas
declaraciones de Santos que fueron dadas a Yamit Amat, director de CM&, el
periodista le preguntó sobre su enemistad con el expresidente Álvaro Uribe, que
ha sido un fuerte crítico del gobierno Santos, sobre este particular el primer
mandatario enfatizó: “¡Yamit no me ponga a pelear con el presidente Uribe! La
extrema derecha y la extrema izquierda son mis enemigos”. Los conceptos de izquierda y derecha -nacidos con la
Revolución Francesa- como analizadores de la posición política, luego de dos
siglos han caído en una franca confusión de sus referentes. Tanto la izquierda
tradicional, que pretende moderar su discurso para ser aceptable por los
sectores medios y altos del electorado, como la derecha histórica que ha lavado
sus textos en una suerte de populismo para lograr adeptos entre el
proletariado. La contemporaneidad puede observar de qué manera se están
traslapando los discursos y se hace muy difícil poder discernir quien está a la
diestra de quien, a la par que la clásica siniestra se ha mimetizado con los
discursos de la derecha. Recordando una
cita de C. Marx (1847), que dice: "... que mientras en la vida vulgar y
corriente todo tendero sabe perfectamente distinguir entre lo que alguien dice
ser y lo que realmente es, nuestra historiografía no ha logrado todavía
penetrar en un conocimiento tan trivial como éste. Cree a cada época por su
palabra, por lo que ella dice acerca de sí misma y lo que se figura ser".
En la actualidad, no sólo la historiografía cae en ese dislate de ingenuidad
intelectual, sino que también lo hacen los pueblos y los politólogos.
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