Tuesday, April 30, 2019

Sunday, April 28, 2019


ASILO

Guillermo García Machado
En su sentido más amplio, la idea de asilo alude a la protección, el resguardo o el auxilio que se le presta a alguien. A partir de este significado se desprenden otras acepciones del término.
Por ejemplo: “Cuando mi madre me echó del hogar, mi abuelo me dio asilo”“Javier me ofreció asilo, pero creo que me quedaré en la casa de Esteban”“Cientos de ciudadanos sirios solicitaron asilo en el país desde el recrudecimiento de los enfrentamientos armados”.
Por lo general se habla de asilo cuando el gobierno de un país acoge a una persona procedente de otra nación, de la cual escapa ya que su vida corre riesgo. Al darle asilo, el Estado que lo recibe se compromete a velar por su seguridad y a brindarle asistencia.
Si el individuo huye de su tierra por una persecución religiosa, racial, cultural o sexual, o si emigra por una catástrofe natural o por una situación de violencia, se habla de asilo humanitario. El país que concede el asilo debe favorecer la integración del refugiado y asistirlo para que pueda regresar a su lugar de origen cuando el escenario cambie o para instalarse en un tercer país si así lo desea.
Por otra parte, cuando un individuo solicita protección en un país para que no lo extraditen ya que en su tierra sería juzgado por hechos vinculados a la actividad política, pide asilo político.
Se conoce como asilo, por último, al establecimiento que brinda refugio a individuos con algún tipo de dependencia (como ancianos o discapacitados): “Desde que falleció mi abuela, mi abuelo vive en un asilo”.
En este contexto, uno de los conceptos más comunes es el asilo de ancianos, el cual acoge a aquellas personas mayores que no necesiten la atención constante de un médico, algo que podrían recibir en un hospital, pero que tampoco pueden valerse por ellas mismas o que no cuentan con la ayuda de un ser querido para llevar una vida normal y saludable.
Dado que con el envejecimiento pueden aparecer un gran número de trastornos y condiciones muy diferentes, es difícil definir todos los servicios que brinda un asilo de ancianos; a grandes rasgos, podemos decir que los dos grandes grupos de clientes son los que necesitan recuperarse de un tratamiento médico tal como una operación quirúrgica, y aquéllos que solamente buscan los cuidados básicos del día a día.
Ahondando más en los diversos perfiles de los pacientes, podemos distinguir los siguientes: convalecientes de un trastorno o una intervención; en rehabilitación por algún accidente o proceso patológico; en estado vegetativo o terminal; dependientes a causa de una patología crónica; con deterioro cognitivo; altamente dependientes por demencia.
Todo esto sin mencionar los casos de personas cuyas familias las internan contra su voluntad por no querer hacerse cargo de ellas. También puede ocurrir que el anciano decida activamente ingresar en un asilo para no molestar a sus seres queridos, o bien por no tener alguien que lo ayude.
Con respecto a la organización de un asilo de ancianos, existen tres modelos básicos:
* similar a un hospital: se trata de aquéllos que ofrecen a sus pacientes asistencia médica de diversas clases, y que cuenta con personal de enfermería en cada planta;
* familiar: este tipo de asilo tiene un funcionamiento que podría compararse con el de una gran casa de familia, en el cual no existe una gran rigidez en las rutinas, y el personal se relaciona con los residentes de una forma más cercana y espontánea;
* mixto: los asilos que combinan las prestaciones de un hospital con el ambiente familiar. Normalmente requieren instalaciones de mayores dimensiones que cualquiera de los dos anteriores, y un presupuesto mayor para sostenerse.

Sunday, April 21, 2019


Alienación

Guillermo García Machado
Alienación, que proviene del idioma latín (alienatĭo), es el acto y resultado de alienar. Este verbo, por su parte, alude a enajenar, quitar o escindir.
El concepto aparece en diversas ciencias. A nivel general, puede decirse que la alienación consiste en la pérdida de algo que es propio que constituye la esencia. Como resultado, el sujeto alienado actúa de manera distinta a la que se espera o se prevé.
De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), la alienación puede producirse cuando una persona o un grupo modifican su conciencia hasta que se vuelve contradictoria con aquello que se aguarda por su condición. Un obrero que vota a un partido político que impulsa el libre mercado, el ajuste y el recorte de los servicios estatales puede ser considerado como una víctima de la alienación: por la acción de los medios de comunicación o por otro mecanismo, se trata de un individuo que vota en contra de los intereses de su clase.
Para el marxismo, en la sociedad capitalista los trabajadores sufren una alienación ya que no se consideran como seres humanos, sino como mano de obra que se representa a través de lo que cuesta en dinero. Las personas, de este modo, se vuelven utilizables según su rol en el capitalismo.
De acuerdo a la psicología, la alienación es un estado de la mente que se caracteriza por la ausencia de la percepción de la identidad propia o por un distanciamiento de la realidad. Alguien bajo los efectos de un estupefaciente puede estar alienado.
La alienación, en este contexto, supone la pérdida de ese sentimiento que algunos denominan autorreferencialidad o autoconciencia, ya que la identidad puede ser entendida como la facultad que tenemos los seres vivos de considerarnos individuos separados de la realidad que nos rodea, entidades independientes de las que apreciamos a través de los sentidos. Cuando se ve afectado este sentimiento, dejamos de actuar de manera normal.
Cabe mencionar que el psicoanálisis no siempre relaciona la alienación con una patología de la mente; tanto es así que contempla la ocurrencia de este fenómeno en personas aparentemente sanas o sin un historial de trastornos mentales.
Según el psicoanálisis, casi todas las personas podemos atravesar momentos de alienación mental si nos vemos sometidas a condiciones extremas. No debemos confundir este estado con el que se vive en la psicosis: mientras que en éste el paciente vive un delirio en lugar de la realidad que normalmente percibiría, durante la alienación la sustituye por un discurso ajeno.
La alienación mental es una enfermedad que puede ser adquirida o congénita, ocurrir de forma circunstancial o habitual. Además de las características expuestas en los párrafos anteriores, podemos decir que suele presentar los siguientes cuatro síntomas, que pueden aparecer en mayor o menor medida, según el caso:
* imposibilidad de comprender la realidad, tanto de manera concreta como abstracta. Al dejar de percibirse a uno mismo como un ser con identidad propia, el resto de los elementos del mundo también se desdibujan y se vuelve imposible tratarlos de forma adecuada;
* incapacidad de juzgar las acciones propias o ajenas desde un punto de vista moral, es decir, de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo legal y lo ilegal;
* gran dificultad para adaptarse a las reglas normales de convivencia, tanto en el ámbito del grupo familiar como en el trabajo o en la vía pública;
* imposibilidad de asumir responsabilidades y mantenerlas en el tiempo. Esto se aprecia en diversos ámbitos de tipo legal y administrativo, ya que el sujeto no puede conseguir y mantener un puesto de trabajo o respetar las condiciones de un centro educativo pero tampoco gozar de ciertos derechos y ayudas del gobierno.

Sunday, April 14, 2019


DISENSO


Guillermo García Machado

El origen etimológico de disenso se halla en el vocablo latino dissensus. El disenso alude a una discrepancia, una desavenencia o un desacuerdo.Por ejemplo: “Hay disenso en el gobierno respecto a cómo enfrentar la crisis agropecuaria”“En mi equipo de trabajo existe lugar para el disenso y el diálogo”“El régimen fascista no toleraba el disenso y apelaba a diversos mecanismos represivos para silenciar a los opositores.

Puede decirse que el disenso surge por un disentimiento: es decir, cuando no hay coincidencia con el sentir o con la opinión de alguien. Dos personas que disienten, por lo tanto, no piensan lo mismo sobre un determinado tema. La coincidencia o el acuerdo, en cambio, producen un consenso.

Existen diversas posturas sobre el disenso. Los gobiernos autoritarios, por citar un caso, no avalan el disenso ya que optan por censurar las críticas. De este modo, si alguien se expresa en contra del gobierno, ese disenso intenta ser eliminado a través de distintos tipos de castigos. El autoritarismo también puede aparecer en una empresa, en un club o en otras organizaciones, siempre tratando de impedir el disenso.

En otros contextos, el disenso es valorado como algo positivo. Hay quienes creen que el debate y el enfrentamiento entre distintas opiniones o ideas puede ser enriquecedor: el disenso, en este marco, puede ser el punto de partida para la construcción de un nuevo elemento o el desarrollo de un pensamiento novedoso. Supongamos que, a una junta directiva de una compañía, un grupo de ejecutivos llega con un proyecto y se encuentra con otro que trae una propuesta muy diferente. En un principio hay disenso: cada sector objeta el emprendimiento del otro. Con el avance de las charlas y las negociaciones, finalmente todos acuerdan concretar un proyecto alternativo que reúne puntos de las dos opciones planteadas en una primera etapa.

Lo mismo puede ocurrir en posturas tan opuestas como el carnismo y el veganismo, que representan al grupo de personas que consume productos de origen animal y al opuesto, que solamente se alimenta de alimentos vegetales, respectivamente. Mientras que los carnistas consideran que los animales son recursos que el planeta pone a nuestra disposición y que debemos explotarlos para, entre otras cosas, alimentarnos, los veganos creen en la igualdad de todas las especies, y por esa razón se niegan a matar para comer. El disenso es claro, y se puede apreciar en muchos debates en medios de comunicación públicos.

No importa cuán delicados sean los temas a tratar en un debate claramente polarizado, es decir donde las partes expongan ideas opuestas, el disenso siempre puede dar lugar a la conversación, al intercambio y al crecimiento de todos los participantes, siempre que se manifieste de forma ordenada y respetuosa.

Sunday, April 7, 2019


Acabado
Guillermo García Machado

Acabado es un término que procede del verbo acabar, que puede referirse a finalizar, concluir, terminar o liquidar algo. De acuerdo a la primera acepción mencionada en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), acabado puede ser un adjetivo que califica a aquello que resulta exhaustivo o que no tiene fallas.
Por ejemplo: “No puedo imaginar un final más acabado: todo cierra a la perfección”“La compañía tecnológica presentó su producto más acabado”“El profesor te puede transmitir un conocimiento completo y acabado ya que tiene una experiencia de más de veinte años en el tema”.
Como sustantivo, acabado puede referirse a los retoques o a la optimización de un objeto o de una tarea. También se trata del proceso que se lleva a cabo para lograr que la superficie de un producto tenga las características específicas que se buscan en un sentido estético y funcional.
En este sentido, el acabado de una mesa de madera puede incluir el lijado para eliminar impurezas y la aplicación de barniz. Diversas piezas de un automóvil, por otra parte, pueden cromarse (aplicando cromo a través de la galvanoplastía) para su acabado.
En el ámbito de la tecnología, el mercado da mucha importancia al acabado de los diversos productos, y muchas veces lo usa para jerarquizar la gama a la que pertenece cada uno. Por ejemplo, esto se nota especialmente en la industria de la telefonía móvil, la cual se encuentra en auge: se dice que un teléfono móvil tiene un acabado de lujo si los materiales de su carcasa son resistentes y duraderos, y si sus conectores permiten que los accesorios se aferren con firmeza y estabilidad una vez enchufados.
Al contar con esta diferenciación de acuerdo al acabado, siempre que se respeten ciertos criterios referentes a la mínima calidad aceptable, las grandes compañías pueden embarcarse en la producción de varias líneas de un mismo producto, para apuntar a un gran número de consumidores, sin importar su bolsillo.
En el caso de productos intangibles o aquellos cuya calidad no pueda ser apreciada por su aspecto físico (como ser novelas, videojuegos o películas), el acabado puede percibirse en el grado de revisión que hayan recibido antes de su publicación para evitar la presencia de errores de diversos tipos que impidan al público disfrutarlos con comodidad.
La idea de acabado también puede derivar de la conjugación de acabar para aludir a quien está agotado, derrotado o destruido, o a aquello que llegó a su fin“Creo que, con esta lesión, el capitán del equipo está acabado”“El partido aún no ha acabado pero los jugadores ya están festejando”“Una vez que haya acabado los trámites, regresaré a casa”.
En el ámbito político podríamos decir que el socialismo está acabado en el mundo actual, el liderazgo sustentado con esa orientación se encuentran igualmente acabados, siendo innecesario hacer un escrutinio sobre lo afirmado porque se trata de un hecho notorio.
Precisamente, decir que nos sentimos acabados demuestra una ausencia de esperanza, la sensación de que no importa qué hagamos, ya no hay más oportunidades para nosotros. Si bien nadie se encuentra exento de llegar a tomar esta actitud frente a la vida, los más fuertes y optimistas la condenan severamente, ya que la consideran un signo de debilidad o de falta de voluntad.
La vida es impredecible, y esa particularidad la vuelve maravillosa y terrible a la vez, según los hechos que nos toquen vivir a cada momento. No saber si conoceremos por casualidad a nuestra otra mitad dentro de un minuto, o si finalmente conseguiremos el trabajo de nuestros sueños en las próximas semanas puede ser emocionante, ya que las probabilidades y posibilidades de que todo mejore nos dan la fuerza necesaria para levantarnos todos los días; sin embargo, los sucesos negativos que nos pueden golpear sin previo aviso pueden resultar aterradores si pensamos en ellos constantemente.