Sunday, December 27, 2020

 



El Año........nuevo o viejo

Guillermo García Machado



Todos los años, el primero de enero, los seres humanos festejamos la llegada del nuevo año de diversas maneras. Esta celebración, tan común en nuestros días, es un fenómeno relativamente joven; el primer registro de su festejo data del 2000 a. C., durante el equinoccio de marzo. Otras civilizaciones, como la egipcia, consideraban que el año comenzaba con el equinoccio de otoño, mientras que los griegos lo celebraban en el solsticio de invierno.

Según el antiguo calendario romano, el año comenzaba exactamente el 1 de marzo, y el año constaba de diez meses. En los nombres de algunos de los meses tal y como los conocemos actualmente, ha quedado implícita dicha organización: los meses que van de septiembre a diciembre, para nosotros desde el 9 hasta el 12, se encontraban dos posiciones más abajo, del 7 (septem significa siete en latín) al 10 (decem es diez).

Recién en el año 153 a. C., también en Roma, se celebró por primera vez el Año Nuevo un primero de enero. De hecho, el mes de enero se agregó al calendario alrededor del año 700 a. C., y su existencia se debe a Numa Pontiluis, segundo rey de Roma, quien también incluyó febrero. El comienzo del año se trasladó a enero porque marcaba el inicio del año civil, era el mes en el cual los dos cónsules romanos recién elegidos comenzaban su ejercicio. Cabe mencionar que pasó algún tiempo hasta que esta fecha se respetara sin excepciones.

Julio César presentó en el año 46 a. C. un calendario nuevo, basado en el sol, que constituía una gran evolución con respecto al usado por Roma hasta entonces, el cual se guiaba por los ciclos de la luna y resultaba poco preciso. Se denominó juliano y estableció el primero de enero como la fecha oficial del comienzo de año.

Durante el Medievo europeo las celebraciones relacionadas con Año Nuevo eran consideradas paganas y fueron abolidas en el 567. En varias ocasiones los festejos se llevaron a cabo el 25 de diciembre. Finalmente en 1582, la llegada del calendario gregoriano marcó la restauración del 1 de enero como primer día del año, aunque algunos países esperaron un par de siglos para adoptar tales cambios.

Del latín annus, un año es un período de doce meses que comienza el día 1 de enero y finaliza el 31 de diciembre. El término también se utiliza como una unidad de tiempo, para medir la misma cantidad de meses a partir un día cualquiera.  Para la astronomía, un año es el tiempo que tarda el planeta Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol. El año astronómico dura exactamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. El calendario habitual del mundo occidental (conocido como calendario gregoriano) establece años de 365 o 366 días.

De acuerdo al calendario gregoriano, al momento de publicación de este artículo nos encontramos en el año 2020.. Este calendario fue impulsado por el Papa Gregorio XIII (quien prestó su nombre al esquema) en reemplazo del calendario juliano (instaurado por Julio Cesar y basado en el movimiento del sol).

En el calendario gregoriano nunca existió el año cero, sino que se comenzó directamente con el año uno. El inicio de su cuenta coincide con el supuesto nacimiento de Jesucristo, aunque las evidencias históricas son contradictorias. De todas formas, el calendario gregoriano permite hablar de dos eras: antes de Cristo (a.C.) y después de Cristo (d.C.). En estos momentos, por lo tanto, estamos en el año 2020 d.C.


Sunday, December 20, 2020

 

Navidad

Guillermo García Machado

Navidad es un término de origen latino que significa nacimiento, y da nombre a la fiesta que se realiza con motivo de la llegada de Jesucristo a nuestro mundo. El término también se utiliza para hacer referencia al día en que se celebra: el 25 de diciembre (para las iglesias católicas, anglicanas, ortodoxa rumana y algunas protestantes) o el 7 de enero (para las iglesias ortodoxas que no adoptaron el calendario gregoriano)

Aunque la tradición indica que el nacimiento de Cristo se produjo un 25 de diciembre en Belén, los historiadores creen que la verdadera natividad de Jesús tuvo lugar entre abril y mayo.

Esta teoría se basa en cuestiones geográficas imposibles de negar: por ejemplo, se sabe que en el hemisferio norte el mes de diciembre coincide con el invierno, lo cual pone en duda que los pastores hayan estado al aire libre, que el cielo de esa noche haya sido estrellado, todos elementos de los hechos narrados en los textos bíblicos.

De todas formas, la Iglesia Católica tomó la decisión de mantener la fecha convencional de la navidad. Se cree que sus razones fueron que coincidiera con los ritos paganos por el solsticio. De hecho, existían importantes festejos que se realizaban el 25 de diciembre aún antes del nacimiento de Cristo: el Cápac Raymi de los Incas, el Natalis Solis Invicti de los romanos y otros.

Para el cristianismo, el festejo de la navidad implica varias tradiciones. Suele realizarse un banquete que comienza en la cena del 24 de diciembre y se extiende hasta después de la medianoche (es decir, hasta el día del nacimiento), se arman belenes o pesebres (maquetas de Belén que representan la natividad), se cantan villancicos y se adorna un árbol.

La navidad ha trascendido los límites de la religión y tiene como símbolo a Papá Noel (también conocido como San Nicolás y Santa Claus), un personaje inspirado en un obispo griego, que se encarga de llevar regalos a los niños de todo el mundo a las 0 horas del 25 de diciembre.


Como se menciona anteriormente, la celebración de la navidad ya no está necesariamente ligada a la tradición cristiana, ni a una creencia religiosa. Resulta curioso que una celebración que comenzó como una tradición religiosa, de alguna manera indispensable para quienes adoptan el cristianismo, preocupe más a los no creyentes y los someta a una serie de obligaciones cuidadosamente diseñadas y estructuradas de forma rígida e inamovible. Independientemente de las creencias místicas, es innegable que en torno a la navidad gira una interesante combinación de actitudes y sentimientos, tales como la entrega, la culpa y el sufrimiento.

Sunday, December 13, 2020

 

Nacimiento

Guillermo García Machado

Hoy le rendimos culto a la palabra nacimiento, por aquello que hay personas que proponen la salida del aborto. Entrando en materia, se denomina nacimiento al hecho de nacer: salir de la semilla, del huevo o del vientre materno. El nacimiento implica el final de la gestación y el surgimiento de un nuevo ser viviente.

En el caso de las personas, el nacimiento es el parto. En ese momento, el individuo que se gestó en el útero de su madre durante unos nueve meses es dado a luz y empieza su existencia independiente.

Suele decirse que el nacimiento es el comienzo de la vida. De todos modos, dicho inicio es motivo de debate religioso, moral y hasta jurídico ya que la consideración de la existencia del ser humano puede ubicarse semanas o meses antes del nacimiento, con el feto en desarrollo en el interior del vientre.

En un sentido más amplio, se llama nacimiento al principio de algo. Por ejemplo: “El nacimiento de la empresa se produjo en 1984, cuando Bob McTroyzer se asoció a Helen Laffonet”, “Hubo muchos hombres y mujeres involucrados en el nacimiento del club”, “El triunfo del Real Madrid marcó el nacimiento de una nueva era en el deporte español”.

Veamos a continuación algunos de los sinónimos más comunes de este término, tanto en sentido figurado como literal: fuente, origen, arranque, comienzo, partida, brote, inicio, salida y principio. De modo similar, algunos de sus antónimos son final, fin y muerte. Es importante señalar que en muchos casos no hablamos de nacimiento y muerte con el máximo grado de precisión o intensidad, como sí suele ocurrir en su uso más literal, sino que les asignamos significados más amplios y graduales.

Mientras que el nacimiento de una persona es el momento exacto en el que su madre da a luz, aunque esto pueda tener lugar de varias formas y con potenciales complicaciones, y su muerte se da cuando da su último suspiro, al hablar de empresas o ideas el período que representan estos dos términos es mucho más extenso y menos preciso. De hecho, en casos como estos también se habla de surgimiento y ocaso, por ejemplo, dos palabras, que parecen indicar procesos más lentos.

Al sitio donde algún elemento tiene su origen también se lo denomina nacimiento: “Ayer fuimos a conocer el nacimiento del río San Bautista, en la cumbre de una sierra”, “Tratamos de llegar al nacimiento del arroyo, pero no lo conseguimos debido al mal tiempo”.

Finalmente al Nacimiento, Pesebre o Belén, como quiera que se exprese, es el nombre de la representación del nacimiento de Jesús a través de figuras o actores. Siendo así que la figura central de estas escenas es el Niño Jesús.




Sunday, December 6, 2020

 

Fraude

Guillermo García Machado

Del latín fraus, un fraude es una acción que resulta contraria a la verdad y a la rectitud. El fraude se comete en perjuicio contra otra persona o contra una organización (como el Estado o una empresa).

Para el derecho, un fraude es un delito cometido por el encargado de vigilar la ejecución de contratos, ya sean públicos o privados, para representar intereses opuestos. El fraude, por lo tanto, está penado por la ley.

Nos encontramos con el hecho de que existen múltiples tipos de fraude. Así, entre los mismos se hallan los pagos de sueldos a personal que no trabaja, la anulación de facturas que han sido cobradas, la doble facturación, los pasivos registrados sin documentación soporte, las ventas y servicios que no son declarados en impuestos o los sueldos pagados a personas que no existen.

Estos son algunos ejemplos de las diversas modalidades de fraude que existen. No obstante, si hubiera que realizar una clasificación mucho más concreta y exhaustiva podríamos decir que nos encontramos, por ejemplo, con el llamado fraude procesal. Este se puede definir como aquel que tiene como claro objetivo el engañar al juez que está llevando a cabo un procedimiento judicial.

En este sentido, para engañar a dicha autoridad lo que se hace es ofrecerle informaciones falsas y eso se hace por parte de la persona que está implicada, directa o indirectamente en el caso citado, y que tiene el deber de decir la verdad y de presentar los hechos de la forma verídica.

Asimismo otro de los tipos de fraude más frecuente en la sociedad actual es el llamado fraude informático que consiste en la elaboración de documentos falsos o la obtención de crédito mediante una serie de acciones punibles que se realizan a través de un ordenador.

Dentro de esta categoría, a su vez, nos encontramos tres clases claramente diferenciadas. Por un lado, están los fraudes que se realizan en cajeros automáticos, por otro lado hay que hablar de lo que son los fraudes bancarios, y en otra vertiente en contramos, desde las violaciones de procedimiento a la ley electoral (con o sin la intención de alterar los resultados) hasta el abierto uso de la violencia en contra de los votantes. Aun cuando la manipulación del voto es parte integral de la competencia electoral, rara vez desempeña un papel decisivo. En todo caso, el fraude debilita la estabilidad política, ya que puede ser crucial cuando se trata de una contienda muy reñida. Finalmente, la fabricación de votos se incrementa con la desigualdad, pero la competencia, moldeada en parte por las instituciones, determina las estrategias de los partidos en cuanto al fraude electoral se refiere.

El concepto de fraude está asociado al de estafa, que es un delito contra el patrimonio o la propiedad. Consiste en un engaño para obtener un bien patrimonial, haciendo creer a la persona o la empresa que paga que obtendrá algo que, en realidad, no existe.

Por ejemplo: un hombre solicita 1.000 dólares como anticipo para gestionar la entrega de un automóvil. Según esta persona, los 1.000 dólares permiten comenzar el trámite para la concesión del vehículo a un precio promocional. Sin embargo, el proceso es inexistente y el estafador huye con ese anticipo. La persona que pagó, por lo tanto, ha sido víctima de un fraude.

Con el avance de Internet, muchos estafadores han desarrollado fraudes virtuales. Uno de los más usuales es conocido como estafa nigeriana. A través de un correo electrónico, un supuesto millonario nigeriano solicita una cuenta bancaria para poder sacar dinero de su país. Para esto, le pide a la víctima un adelanto y su número de cuenta, asegurando que después realizará el deposito y ofreciendo una comisión al incauto. Por supuesto, se trata de un fraude y la víctima nunca recibirá dinero.