Sunday, April 26, 2015

Talasocracia
Guillermo García Machado

La idea de talasocracia refiere al dominio o la potestad que se ejerce sobre el océano. El concepto también menciona el sistema político que basa su poderío en este control de los mares. La talasocracia se vincula a aquello que se conoce como geoestrategia: el posicionamiento político y estatal a partir del control de los recursos geográficos. En el caso de la talasocracia, se trata de los Estados que se desarrollan a partir de su dominio de zonas marítimas.
Suele afirmarse que la idea de talasocracia surgió para referirse al pueblo minoico, que dominó el mar Egeo entre los años 3.000 y 1.400 antes de Cristo. Dicha cultura estaba afincada en la isla de Creta. Los atenienses y los fenicios también desarrollaron talasocracias en la antigüedad. Más cerca en el tiempo, los neerlandeses y los portugueses forjaron sus imperios a partir de la fortaleza de su flota marítima de guerra. De este modo, hay historiadores que los mencionan como talasocracias.
Desde mediados del siglo XIX hasta el estallido de la Segunda Guerra MundialReino Unido adquirió la forma de una talasocracia y conquistó múltiples territorios en todo el mundo a partir de su poderío naval.
La talasocracia se evidencia con claridad en varias ciudades-Estado del medioevo. El ejemplo típico es la República de Venecia, que estuvo vigente entre el siglo IX y 1797 y que, desde 1866, forma parte de Italia.
Los cambios tecnológicos y el desarrollo de nuevos medios de transporte hicieron que las talasocracias pierdan vigencia ya que las formas de dominio y control fueron mutando. El término fue empleado originariamente para referirse al poder de la civilización minoica sobre las costas del mar Egeo, gracias a la potencia de su flota comercial y de guerra.1
Otro ejemplo histórico en la Edad Antigua fue la red de colonias de los fenicios, no un genuino imperio, sino un conjunto de ciudades unidas por rutas marítimas que apenas penetraba en el interior, incluso en el caso de las metrópolis (las ciudades de Tiro, Sidón y Biblos y la colonia norteafricana Cartago, establecida como metrópolis púnica dominante tras la pérdida de independencia de aquéllas). También puede denominarse talasocracia al denominado imperio ateniense del siglo V a. C.. La importancia del control del mar Mediterráneo para el Imperio romano era decisiva (como testimonia su denominación de Mare Nostrum), pero esencialmente era un imperio de base territorial.
En la Edad Media surgieron los ejemplos de las ciudades-estado marineras, al igual de la república de Venecia, tenemos: la república de Ragusa o la república de Génova, también en el Mediterráneo; y las ciudades de la Hansa, en el mar Báltico y el mar del Norte.
En la Edad Moderna se pueden calificar de talasocracias el Imperio portugués y el Imperio neerlandés (menos propiamente el Imperio español, con gran base territorial).

En la Edad Contemporánea el Imperio británico ejerció el dominio de los mares hasta la Segunda Guerra Mundial. La británica ha sido considerada la mayor talasocracia global de la historia.2 Los demás imperios coloniales propios de la época del imperialismo (segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX), que empezaron como emporios comerciales, fueron adquiriendo vastos territorios en el interior (Imperio francés, Imperio belga, etc.)

Sunday, April 19, 2015

Acción Social
Guillermo García Machado

El término que ahora nos ocupa podemos determinar que tiene su origen etimológico en el latín como lo demuestra el hecho de que las dos palabras que lo conforman proceden de la mencionada lengua. Así, en primer lugar, acción es fruto de la suma del vocablo actus, que puede traducirse como “llevado a cabo”, y del sufijo –ción, que es equivalente a “acción y efecto”.  En segundo lugar, la palabra social proviene del concepto latino socius que ejerce como sinónimo de “compañero”.
El concepto de acción social pertenece al universo de la sociología, que es la ciencia que se dedica al estudio de los grupos sociales. En su significado más amplio, una acción social es aquella que afecta la conducta de otros. El sociólogo Max Weber contempló cuatro tipos de acción social: latradicional (vinculada a las costumbres), la afectiva (relacionada con las emociones), la racional con arreglo a valores (guiada por una norma moral) y la destinada a obtener un fin racional.
Más allá de esta definición, se suele denominar como acción social a los programas y ayudas que, por lo general, son complementarios a las prestaciones asistenciales que brinda el Estado, aunque también existe la acción social estatal.
En este sentido, la acción social tiene como principal objetivo satisfacer necesidades básicas que, por distintos motivos, un grupo de la población no puede satisfacer. De esta manera, la acción social puede estar dirigida a promover la educación o repartir alimentos, por ejemplo.
Así, por ejemplo, en el caso de Colombia existe un organismo para la acción social denominado Departamento para la Prosperidad Social que tiene como clara misión el conseguir una serie de objetivos específicos que giran en torno a ese principio. Fines estos a lograr tales como el desarrollo de planes de inclusión social, la coordinación y creación de oportunidades para la población pobre, la puesta en marcha de acciones para la protección de los niños y de las familias en situación de vulnerabilidad o desamparo…
En España, por su parte, merece la pena destacar a la Plataforma de ONG de Acción Social que se caracteriza por ser estatal, sin ánimo de lucro, privada y aconfesional. Con su puesta en marcha y su trabajo, la misma lo que pretende es llevar a cabo todo tipo de planes y proyectos con los que se promueva y desarrolle el conjunto de derechos de los ciudadanos que pertenecen a los colectivos más vulnerables. En concreto está conformado este organismo por más de veinte ONG´s.
Por otra parte, la acción social también aparece en momentos específicos, frente a catástrofes naturales o situaciones de emergencia. Una provincia que sufre por la sequía puede ser destinataria de la acción social del resto del país. Lo mismo con una nación que se encuentra en guerra y puede recibir la asistencia de sus países vecinos para ayudar a la población civil que se encuentra afectada por el conflicto.

En otras palabras, este tipo de acción pretende transformar el estado de las cosas para lograr otro estado con mayor calidad de vida. La acción social persigue el bien común y no busca satisfacer intereses personales. No es ningún secreto que en buena medida la difusión internacional de las teorías de Durkheim y Weber arranca con la publicación en 1937 de La estructura de la acción social de Talcott Parsons. La propuesta que hace en este texto de una tetralogía de padres fundadores (Marshall, Weber, Durkheim y Pareto), dice Portantiero, no funciona del todo, porque no logra instalar a Pareto y Marshall como fundadores de la sociología ni tiene suerte en su intento de expulsar a Marx, pero sí tiene éxito en constituir a Durkheim y a Weber como referencias obligadas del campo sociológico1.
Pues bien, al mismo tiempo que catapulta las teorías de Durkheim y Weber al escenario académico internacional, dicho tratado ofrece una síntesis de ciertos aspectos de sus teorías relevantes aún hoy. Ya sea para desmentirlas, reivindicarlas o corregirlas parcialmente, la postura parsoniana conforma el puntapié inicial del debate sobre la complementariedad o irreductibilidad de los enfoques de la sociología académica clásica.
Centrándose especialmente en la intersección de los conceptos de orden legítimo y autoridad moral2, Parsons sostiene que las teorías de Durkheim y Weber, a pesar de sus diferencias metodológicas, constituyen contribuciones a una "teoría voluntarista de la acción", teóricamente válida y, por ende, utilizable como marco de investigaciones empíricas. Jacques Coenen-Huther explica que, prolongando tendencias ya presentes en el escenario americano, la posición parsoniana representa la búsqueda de un modus vivendi entre el punto de vista del actor intencional y la perspectiva de la sociedad global conceptualizada como un sistema3.

Sunday, April 12, 2015

Cumbre
Guillermo García Machado
Del latín culmen, la cumbre es la parte superior o cima de una montaña. La topografía define al término como el punto de la superficie que resulta más elevado en altitud en comparación con los puntos inmediatamente adyacentes a él. Por ejemplo: “La cumbre del monte Everest está a más de 8.800 metros de altura”, “Si las condiciones meteorológicas se mantienen, llegaremos a la cumbre en dos horas”, “Desde la cumbre puede verse el mar”. Lo habitual es que el concepto de cumbre se utilice para nombrar al pico montañoso que cuenta con un grado importante de prominencia topográfica, es decir, que se encuentra a una distancia considerable respecto al punto más cercano de mayor elevación.
Es posible hablar de subcima para hacer mención a otras cimas cercanas a la cumbre, aunque con menor prominencia. Dichas subcimas suelen formar parte de la misma montaña que la cumbre.
Todo ello nos lleva también a determinar que muchas son las cumbres del mundo que se han convertido en las más importantes precisamente por la altura a la que se encuentran situadas. No obstante, entre las más significativas se halla, por ejemplo, el Everest, que sitúa en la cordillera del Himalaya y que cuenta con una altura de 8.848 metros.
Muchos son los apasionados y profesionales del montañismo y la escalada que se han establecido como objetivo el coronar su cumbre. Así, desde el año 1953 se han producido más de 140 intentos por lograrlo, siendo el primero que dio sus frutos el realizado por el neozelandés Edmund Hillary y Tenzing Norgay, de Nepal.
Asimismo otra de las cumbres más importantes del mundo es el K2, que está en la asiática cordillera del Karakórum y que cuenta con 8.611 metros de altura. Diversos son los intentos, fallidos o no, que se han llevado a cabo con el claro objetivo de ascender esta montaña que está considerada como una de las más difíciles y peligrosas por sus características.
Kangchenjunga, Lhotse o Makalu, las tres en la cordillera del Himalaya, son otras de las cumbres más significativas de cuantas existen en todo el planeta.
La noción de cumbre también puede utilizarse de modo simbólico para señalar al último grado a que se puede llegar o al tope de algo“Tras conseguir un nuevo título con su equipo, el futbolista ha llegado a la cumbre de su carrera”“Mario alcanzó la cumbre profesional a los 30 años y hoy es uno de los expertos más consultados del mundo”“A este tenista le falta poco para llegar a la cumbre”.
Además de todo lo expuesto tendríamos que subrayar que dentro del ámbito literario una de sus obras más importantes lleva precisamente en su título el término que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “Cumbres borrascosas”, novela escrita en el año 1847 por Emily Brontë que para publicarla utilizó el seudónimo de Ellis Bell.
Una cumbre, por último, es una reunión entre dirigentes o mandatarios para tratar asuntos muy relevantes“La cumbre de presidentes americanos se lleva a cabo en estos momentos en Panamá, teniendo como hecho noticioso la participación activa de Raul Castro, presidente de Cuba y su encuentro con el presidente Barak Obama en aras de una reconciliación definitiva entre gobernantes buscando soluciones definitivas por una Democracia seria y estable para el pueblo cubano, sin poder dejar aparte las mejoras financieras y económicas que coadyuvaran el desarrollo del país antillano.”. Las Cumbres de las Américas son ​​una serie continua de cumbres que reúnen a los líderes de Norteamérica, Centroamérica, el Caribe y Sudamérica. La función de estas cumbres es fomentar la discusión de una variedad de temas que afectan al hemisferio occidental. Estas reuniones en la cumbre de alto nivel han sido organizadas por una serie de organismos multilaterales bajo los auspicios de la Organización de los Estados Americanos. En la década de 1990, lo que antes eran "cumbres ad hoc" llegó a ser institucionalizado en un programa regular de conferencias como "Cumbres de las Américas".
Las Cumbres de las Américas, con el fin de concluir el presente escrito,  reúnen a los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados Miembros del Hemisferio para debatir sobre aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y comprometerse a acciones concertadas a nivel nacional y regional con el fin de hacer frente a desafíos presentes y futuros que enfrentan los países de las Américas.


Sunday, April 5, 2015

Bienestas Social
Guillermo García Machado
Cuando pensamos en la mejor manera como el ser humano transita libremente  en esta vida, con los mejores elementos que esta última pudiere proporcionarle, contando siempre con el esfuerzo que cada quien debe poner para lograrlo, debemos traer a colación la noción del bienestar social, el que definimos de la siguiente manera: Se entiende por bienestar al conjunto de factores que una persona necesita para gozar de buena calidad de vida. Estos factores llevan al sujeto a gozar de una existencia tranquila y en un estado de satisfacción. El bienestar social, por lo tanto, incluye aquellas cosas que inciden de manera positiva en la calidad de vida: un empleo digno, recursos económicos para satisfacer las necesidades, vivienda, acceso a la educación y a la salud, tiempo para el ocio, etc. Pese a que la noción de bienestar es subjetiva (aquello que es bueno para una persona puede no serlo para otra), el bienestar social está asociado a factores económicos objetivos.
Por ejemplo: en un país donde una familia tipo (cuatro integrantes) necesita 200 dólares mensuales para satisfacer sus necesidades básicas, todas las familias que suman ingresos menores a esa cifra no pueden gozar de bienestar social. Es probable, por lo tanto, que los integrantes de una familia que gana 100 dólares al mes sufran de problemas alimenticios y tengan un menor expectativa de vida.
Sin embargo, detrás de estas cifras estipuladas como las mínimas para alcanzar un nivel de vida sano, existe una serie de preconceptos que obligan a la gente a pensar que no se puede subsistir si no se cumplen ciertos requisitos; por ejemplo, se dice que no es posible crecer y desarrollarse correctamente sin consumir productos lácteos, generalmente provenientes de las vacas, dado que son una fuente de calcio irreemplazable; esto no es cierto en absoluto.
Por lo tanto, esa cifra esconde una lista de objetivos que deben ser alcanzados para vivir bien y, como en toda generalización, no se toman en cuenta las necesidades individuales o especiales, sino que se engloba a todo ser humano que habite en una determinada región y se los considera un ente único. La pregunta que surge, entonces, es: ¿puede una familia de cuatro personas vivir bien con menos dinero del considerado mínimo por el gobierno de su país? Es probable, aunque eso también depende de la cantidad de la que se esté hablando y de la situación económica del lugar en cuestión. Así como en el bienestar personal, la sociedad debería ahondar en sus necesidades, considerar sus posibilidades y cuestionar la validez del sistema; a través de esta búsqueda, es probable que una situación de crisis generalizada que no provoca otra cosa que malestar y angustia en gran parte de la población se convierta en el punto de partida de un cambio de mentalidad, para dejar atrás los estándares asfixiantes en pos de una flexibilidad que permita vivir bien haciendo uso de los medios actuales.
El Estado debe encargarse de promover el bienestar social entre todos sus ciudadanos. Para esto es menester que se tomen medidas políticas que corrijan las inequidades propias del mercado capitalista. La redistribución de la renta y el desarrollo de servicios sociales libres y gratuitos para todas las personas son condiciones necesarias para alcanzar el bienestar social.
La posibilidad de extender el bienestar social a todas las capas sociales implica la existencia de riqueza (para solventar los gastos estatales); por lo tanto, cada gobierno también debe encargarse de asegurar la generación de riquezas.
Pero no debe entenderse el concepto de gobierno como un grupo de personas sin conexión con el pueblo y con la obligación de solucionar todos los problemas de un país; es a través de la implicación de los individuos en las campañas que buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que se obtienen los cambios más significativos. Si cada persona con problemas económicos se detuviera a pensar en su propia situación y buscara posibles soluciones, dejando a un lado la estructura preestablecida, es probable que más del 50% descubriera que sus problemas no son reales.