Sunday, April 19, 2015

Acción Social
Guillermo García Machado

El término que ahora nos ocupa podemos determinar que tiene su origen etimológico en el latín como lo demuestra el hecho de que las dos palabras que lo conforman proceden de la mencionada lengua. Así, en primer lugar, acción es fruto de la suma del vocablo actus, que puede traducirse como “llevado a cabo”, y del sufijo –ción, que es equivalente a “acción y efecto”.  En segundo lugar, la palabra social proviene del concepto latino socius que ejerce como sinónimo de “compañero”.
El concepto de acción social pertenece al universo de la sociología, que es la ciencia que se dedica al estudio de los grupos sociales. En su significado más amplio, una acción social es aquella que afecta la conducta de otros. El sociólogo Max Weber contempló cuatro tipos de acción social: latradicional (vinculada a las costumbres), la afectiva (relacionada con las emociones), la racional con arreglo a valores (guiada por una norma moral) y la destinada a obtener un fin racional.
Más allá de esta definición, se suele denominar como acción social a los programas y ayudas que, por lo general, son complementarios a las prestaciones asistenciales que brinda el Estado, aunque también existe la acción social estatal.
En este sentido, la acción social tiene como principal objetivo satisfacer necesidades básicas que, por distintos motivos, un grupo de la población no puede satisfacer. De esta manera, la acción social puede estar dirigida a promover la educación o repartir alimentos, por ejemplo.
Así, por ejemplo, en el caso de Colombia existe un organismo para la acción social denominado Departamento para la Prosperidad Social que tiene como clara misión el conseguir una serie de objetivos específicos que giran en torno a ese principio. Fines estos a lograr tales como el desarrollo de planes de inclusión social, la coordinación y creación de oportunidades para la población pobre, la puesta en marcha de acciones para la protección de los niños y de las familias en situación de vulnerabilidad o desamparo…
En España, por su parte, merece la pena destacar a la Plataforma de ONG de Acción Social que se caracteriza por ser estatal, sin ánimo de lucro, privada y aconfesional. Con su puesta en marcha y su trabajo, la misma lo que pretende es llevar a cabo todo tipo de planes y proyectos con los que se promueva y desarrolle el conjunto de derechos de los ciudadanos que pertenecen a los colectivos más vulnerables. En concreto está conformado este organismo por más de veinte ONG´s.
Por otra parte, la acción social también aparece en momentos específicos, frente a catástrofes naturales o situaciones de emergencia. Una provincia que sufre por la sequía puede ser destinataria de la acción social del resto del país. Lo mismo con una nación que se encuentra en guerra y puede recibir la asistencia de sus países vecinos para ayudar a la población civil que se encuentra afectada por el conflicto.

En otras palabras, este tipo de acción pretende transformar el estado de las cosas para lograr otro estado con mayor calidad de vida. La acción social persigue el bien común y no busca satisfacer intereses personales. No es ningún secreto que en buena medida la difusión internacional de las teorías de Durkheim y Weber arranca con la publicación en 1937 de La estructura de la acción social de Talcott Parsons. La propuesta que hace en este texto de una tetralogía de padres fundadores (Marshall, Weber, Durkheim y Pareto), dice Portantiero, no funciona del todo, porque no logra instalar a Pareto y Marshall como fundadores de la sociología ni tiene suerte en su intento de expulsar a Marx, pero sí tiene éxito en constituir a Durkheim y a Weber como referencias obligadas del campo sociológico1.
Pues bien, al mismo tiempo que catapulta las teorías de Durkheim y Weber al escenario académico internacional, dicho tratado ofrece una síntesis de ciertos aspectos de sus teorías relevantes aún hoy. Ya sea para desmentirlas, reivindicarlas o corregirlas parcialmente, la postura parsoniana conforma el puntapié inicial del debate sobre la complementariedad o irreductibilidad de los enfoques de la sociología académica clásica.
Centrándose especialmente en la intersección de los conceptos de orden legítimo y autoridad moral2, Parsons sostiene que las teorías de Durkheim y Weber, a pesar de sus diferencias metodológicas, constituyen contribuciones a una "teoría voluntarista de la acción", teóricamente válida y, por ende, utilizable como marco de investigaciones empíricas. Jacques Coenen-Huther explica que, prolongando tendencias ya presentes en el escenario americano, la posición parsoniana representa la búsqueda de un modus vivendi entre el punto de vista del actor intencional y la perspectiva de la sociedad global conceptualizada como un sistema3.

No comments:

Post a Comment