Acción Social
Guillermo García Machado
El término que ahora nos ocupa
podemos determinar que tiene su origen etimológico en el latín como lo
demuestra el hecho de que las dos palabras que lo conforman proceden de la
mencionada lengua. Así, en primer lugar, acción es fruto de la suma del vocablo actus, que puede traducirse como “llevado a cabo”, y del sufijo –ción, que es equivalente a “acción y efecto”. En segundo lugar, la palabra social
proviene del concepto latino socius que
ejerce como sinónimo de “compañero”.
El
concepto de acción social pertenece al
universo de la sociología,
que es la ciencia que
se dedica al estudio de los grupos sociales. En su significado más amplio, una
acción social es aquella que afecta la conducta de otros. El sociólogo Max Weber contempló
cuatro tipos de acción social: latradicional (vinculada
a las costumbres), la afectiva (relacionada
con las emociones), la racional con arreglo a valores (guiada
por una norma moral) y la destinada a obtener un fin racional.
Más
allá de esta definición, se suele denominar como acción social a los programas
y ayudas que, por lo general, son complementarios a las prestaciones asistenciales que brinda el Estado, aunque también existe la acción social estatal.
En
este sentido, la acción social tiene como principal objetivo satisfacer necesidades básicas que, por distintos
motivos, un grupo de la población no puede satisfacer. De esta manera, la
acción social puede estar dirigida a promover la educación o
repartir alimentos, por ejemplo.
Así,
por ejemplo, en el caso de Colombia existe un organismo para la acción social
denominado Departamento para la Prosperidad Social que tiene como clara misión
el conseguir una serie de objetivos específicos que giran en torno a ese
principio. Fines estos a lograr tales como el desarrollo de planes de inclusión
social, la coordinación y creación de oportunidades para la población pobre, la
puesta en marcha de acciones para la protección de los niños y de las familias
en situación de vulnerabilidad o desamparo…
En
España, por su parte, merece la pena destacar a la Plataforma de ONG de Acción
Social que se caracteriza por ser estatal, sin ánimo de lucro, privada y
aconfesional. Con su puesta en marcha y su trabajo, la misma lo que pretende es
llevar a cabo todo tipo de planes y proyectos con los que se promueva y
desarrolle el conjunto de derechos de los ciudadanos que pertenecen a los
colectivos más vulnerables. En concreto está conformado este organismo por más
de veinte ONG´s.
Por
otra parte, la acción social también aparece en momentos específicos, frente a
catástrofes naturales o situaciones de emergencia. Una provincia que sufre por
la sequía puede ser destinataria de la acción social del resto del país. Lo
mismo con una nación que se encuentra en guerra y puede recibir la asistencia
de sus países vecinos para ayudar a la población civil que se encuentra
afectada por el conflicto.
En
otras palabras, este tipo de acción pretende
transformar el estado de las cosas para lograr otro estado con mayor calidad de
vida. La acción social persigue el bien común y no busca satisfacer intereses
personales. No es
ningún secreto que en buena medida la difusión internacional de las teorías de
Durkheim y Weber arranca con la publicación en 1937 de La estructura de la
acción social de Talcott Parsons. La propuesta que hace en este texto de una
tetralogía de padres fundadores (Marshall, Weber, Durkheim y Pareto), dice
Portantiero, no funciona del todo, porque no logra instalar a Pareto y Marshall
como fundadores de la sociología ni tiene suerte en su intento de expulsar a
Marx, pero sí tiene éxito en constituir a Durkheim y a Weber como referencias
obligadas del campo sociológico1.
Pues bien, al mismo tiempo que catapulta las teorías de Durkheim y Weber al escenario académico internacional, dicho tratado ofrece una síntesis de ciertos aspectos de sus teorías relevantes aún hoy. Ya sea para desmentirlas, reivindicarlas o corregirlas parcialmente, la postura parsoniana conforma el puntapié inicial del debate sobre la complementariedad o irreductibilidad de los enfoques de la sociología académica clásica.
Centrándose especialmente en la intersección de los conceptos de orden legítimo y autoridad moral2, Parsons sostiene que las teorías de Durkheim y Weber, a pesar de sus diferencias metodológicas, constituyen contribuciones a una "teoría voluntarista de la acción", teóricamente válida y, por ende, utilizable como marco de investigaciones empíricas. Jacques Coenen-Huther explica que, prolongando tendencias ya presentes en el escenario americano, la posición parsoniana representa la búsqueda de un modus vivendi entre el punto de vista del actor intencional y la perspectiva de la sociedad global conceptualizada como un sistema3.
Pues bien, al mismo tiempo que catapulta las teorías de Durkheim y Weber al escenario académico internacional, dicho tratado ofrece una síntesis de ciertos aspectos de sus teorías relevantes aún hoy. Ya sea para desmentirlas, reivindicarlas o corregirlas parcialmente, la postura parsoniana conforma el puntapié inicial del debate sobre la complementariedad o irreductibilidad de los enfoques de la sociología académica clásica.
Centrándose especialmente en la intersección de los conceptos de orden legítimo y autoridad moral2, Parsons sostiene que las teorías de Durkheim y Weber, a pesar de sus diferencias metodológicas, constituyen contribuciones a una "teoría voluntarista de la acción", teóricamente válida y, por ende, utilizable como marco de investigaciones empíricas. Jacques Coenen-Huther explica que, prolongando tendencias ya presentes en el escenario americano, la posición parsoniana representa la búsqueda de un modus vivendi entre el punto de vista del actor intencional y la perspectiva de la sociedad global conceptualizada como un sistema3.
No comments:
Post a Comment