Recordemos La Justicia

Guillermo García Machado

Si hay un concepto que se utiliza sin miedo a su desgaste es el referido a la justicia. El concepto de justicia tiene su origen en el término latino iustitia y permite denominar a una de las cuatro virtudes cardinales, aquella que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.

La justicia es aquello que debe hacer según el derecho, la razón y la equidad. Por otra parte, la justicia hace referencia al Poder Judicial y a la pena o castigo público. De esta forma, cuando la sociedad “pide justicia” frente a un crimen, lo que hace es pedir al Estado que garantice que el crimen sea juzgado y castigado con la pena que se merece de acuerdo a la ley vigente. En materia de la religión, la justicia es el atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida. Así, la justicia es la divina disposición con que castiga o premia, según merece cada uno.

Puede decirse que la justicia tiene un fundamento cultural (basado en un consenso social sobre lo bueno y lo malo) y un fundamento formal (aquel que es codificado en disposiciones escritas, aplicadas por jueces y personas especialmente designadas). Cabe resaltar que el concepto de justicia social se utiliza para hacer referencia al conjunto de decisiones, normas y principios que son considerados razonables de acuerdo a un colectivo social determinado. El término permite referirse a las condiciones necesarias para que pueda desarrollarse una sociedad relativamente igualitaria en términos económicos, y comprende al conjunto de decisiones, normas y principios considerados razonables para garantizar condiciones de trabajo y de vida decentes para toda la población El concepto de justicia social surgió a mediados del siglo XIX para referirse a la necesidad de lograr un reparto equitativo de los bienes sociales.

En una sociedad con justicia social, los derechos humanos son respetados y las clases sociales más desfavorecidas cuentan con oportunidades de desarrollo. La justicia social implica el compromiso del Estado para compensar las desigualdades que surgen en el mercado y en otros mecanismos propios de la sociedad. Las autoridades deben propiciar las condiciones para que toda la sociedad pueda desarrollarse en términos económicos. Esto quiere decir, en otras palabras, que no deberían existir unos pocos multimillonarios y una gran masa de pobres.

No existe la justicia social si, por ejemplo, el 20% de la sociedad gana más de 500.000 pesos al mes y el 70% vive con menos de 1.000 pesos mensuales. Existen distintas corrientes del pensamiento, sin embargo, que proponen diversas formas de encarar estas desigualdades. El liberalismo, en general, sostiene que la justicia social está vinculada a la generación de oportunidades y a la protección de las iniciativas privadas. El socialismo y las propuestas de izquierda, en cambio, se centran en la intervención estatal para lograr la justicia social. Hay quienes sostienen que ciertos márgenes de ganancia son inmorales en medio de sociedades empobrecidas y buscan combatir el lucro desmedido a través de impuestos, tasas u otras medidas.

Los países con mejor calidad de vida suelen ser aquellos que promueven la justicia social ya que la inequidad y las desigualdades generan violencia y promueven los enfrentamientos sociales. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones. Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas, un fundamento formal:

·El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de cómo deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo justo, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción.

·El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.

Barack Obama y América Latina

Guillermo García Machado

Los mortales que asumieron la relegación de América Latina, es decir, como patio trasero perpetuo,  con la elección de Barack Obama, pueden haberse equivocados de entrada. Como también estarían equivocadas aquellas que auguraron días mejores, solamente por el simple hecho de que con el nuevo presidente se acabaría la era del presidente Bush en la Casa Blanca, hechos y no palabras o discursos ligeros.

Todos los presidentes del hemisferio  han manifestado su intención de dialogar con el líder que hablo en su campaña en la necesidad de un cambio, sin excluir a Raúl Castro, de Cuba. Hasta la fecha aparecen en línea el presidente Piñera de Chile, y Cristina Fernández de Argentina. Otros gobernantes, como Santos de Colombia, y Funes de El Salvador, y el mismo Felipe Calderón, de México, todos ellos se han preocupado por el escaso interés que pareciera tener el presidente electo Obama en la globalización y sus eventuales políticas respecto al comercio exterior.

Ya encontramos, sin que Obama comenzara el ejercicio de sus funciones, como el canciller de Brasil, Celso Amorim, ya le haya acusado de no asumir funciones de líder que el mundo espera de él. Mientras, Paulo Sotero, director del proyecto Brasil de Woodrow Wilson Center, de Washington, afirma que por lo poco que Obama ha hablado de América Latina, probablemente no sea un proteccionista. “Yo no lo creo”, declaró en una entrevista. “Yo creo que es un internacionalista, que se ha rodeado de gente que cree en la importancia del comercio para el dinamismo de la economía, pero que sí le resultará pesado trabajar en esos campos debido a que tiene el apoyo de los sindicatos, que casi siempre son proteccionistas”.

John Murphy, en su momento, como vicepresidente para asuntos internacionales de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, hizo notar que el proyecto de declaración de la Cumbre de las Américas que se hizo en Trinidad-Tobago en el reciente pasado, con asistencia de Obama, no contenía una sola referencia al comercio, el tema central de esos encuentros desde que empezaron en 1992. “Yo creo que Obama tendrá oportunidad de pensar más a fondo acerca de la utilidad de la cumbre y de la mejor manera de relacionarse con los países de América Latina y el Caribe”, dijo a la AP. “Allí hay que tener en cuenta no el énfasis de Estados Unidos de incluir o excluir el tema del comercio sino el interés de los países de la región de relacionarse comercialmente con Estados Unidos”.

Debido a que la retórica anti-libre comercio tuvo un papel decisivo para el respaldo sindical en la campaña presidencial y el número de legisladores que se opone a nuevas aperturas comerciales ha aumentado en el Capitolio, hay todavía quienes están cautelosos sobre la suerte de los tratados regionales de libre comercio pendientes de aprobación legislativa: Colombia y Panamá. Empecemos a mover la mata.

From the Industrial Revolution to the Technological Revolution

Guillermo Garcia Machado

The scientific-technological revolution has impacted all levels of society, mainly due to the development of two sciences: biology and computer science. These innovations have given rise to new forms of organization in the economy, politics and socially. We are in the technological revolution where the use of technology for information has made the latter a key element for the overall production process. This has radically changed the global economic system governed by globalization.

Wealth creation and the accumulation of power are subject to the capacity for innovation, and brightened by the very technological and computer revolution. 

Mexico and the rest of Latin America cannot escape these new paradigms. 

It is on the Internet where you can ponder the synthesis that is generated by the knowledge society, when creating a new artificial creature that merges the virtual with the economic system to generate a new technical and cultural paradigm. 

When you mix virtual with economic matters, capitalism finds a new space to colonize an area in which the territorial and time barriers are dismantled. In this process the countries of Latin America have not been able to play a leading role, with the exception of Chile (in very specific exceptions), since these countries are only expect to receive the crumbs that fall from the north, implying that we are far from being part of the “knowledge society”. 

As far as technology is concerned, Latin American countries are faced with the condition of being colonies of the United States, a situation that does not favor us in the goal to achieve the needed industrial consolidation that will allow us to truly incorporate to the “knowledge society”. Although Mexico has been recognized for its industrial development and was named the ninth largest economy of the world, the distance it will have to travel to catch up to the knowledge society increases drastically if we observe how it has distanced itself from seeking true development in the areas of science and technology.

Under these conditions, and with only 300 Mexican companies that conduct research and create technological development out of a total of 2.8 million businesses that exist in the great Aztec nation, it is virtually impossible to speak of a real Mexican society of knowledge.

If we investigated what actually happens in the rest of Latin America, we would have to dramatically recognize our inability to generate an indigenous technology that brings us closer to a real “knowledge revolution”. To not change the way of thinking of those who direct the destinies of our borders, will only further increase the old inequalities that have made unbearable the great Latin American social debt and will therefore continue the days of social, economic and political uncertainty. 

Similarly, the dependency model will remain in effect, producing consequences such as the total loss of identity, especially intellectual, of all Latin Americans, also keeping us as a backyard for the countries that do drive the technology revolution. We cannot afford to continue miserably wasting time. All hands on deck!

The Government and The People

Guillermo Garcia Machado

When Thomas Aquinas wrote to the prince, he counseled him to avoid the obsession to brag and be arrogant. When monarchs feel that they are powerful and invincible due to their past successes, the praise and adulation from his fans will merge with his pride. This attitude will lead the prince to look down on the enemy and overestimate one's own capacity.

When this happens, the opponent will become resentful and will seek to become ruler, becoming happy with the mistakes of the prince and even laugh out loud at seeing the arrogant prince fall due to inevitable human errors or by virtue of bad luck. Even worse, his pride will expose the prince to unnecessary risks and lead to silly failures. One is never weaker than when one believes he is stronger than his opponents.

The winner of a thousand battles automatically believes he will win the next one. He will trust his virtue and earlier luck in excess which will lead to an inexplicable defeat and perhaps the end of his reign.

Since the triumph of the French Revolution to the present day, all governments have sought to legitimize their power through the will of the sovereign people, and they have resorted to the magic of democracy, either because it indeed exists, or because they apply it artificially. A "democratic" Constitution brings respectability to any regime. Hitler himself tried, through his Minister Goebbels, to disguise the Third Reich as an "ennobled democracy". The dictatorial regime of Gamal Abdel Nasser imposed on the new Arab Republic, composed of Egypt and Syria, a new constitution that was deemed “democratic”. Through this dying century, Latin America has been fertile ground for growing autocracies disguised as constitutional governments.

Venezuela has not escaped these farces that Venezuelan Ambrosio Oropeza has defined as "paper constitutions", those that are not followed, but they serve very well for the ruler in shift to make out with the title of Constitutional President of a Republic that they believe to be "theirs" and not shared with anyone else. This is without a doubt the dominant vocation of the origins of Chavismo. That hard line, challenging, aggressive, vulgar, uncompromising, violent, exclusionary, and avenging that characterized Chavez’s electoral profile and pointed unquestionably to a brazen autocracy.

Over time, the apparent threat of a country that would explode into pieces sweeping everything away, including Chavismo, lead to the actions of the government relenting. That is why now we hear talk of "Chavismo light" led by the president, who has found a way to disguise his undeniable authoritarian inclinations. Jose Ortega and Gasset would surely suggest for the ruler to accomplish the task of inviting his people to do great things alongside him. It is true that to fulfill common goals, the nation must be united. A great nation is one that has values, emotions, goals and shared efforts. It's great when it is united by a large common object of love, knowing that one does not live just to be together, but to do things together.