Sunday, September 29, 2019


Calentamiento Global

Guillermo García Machado

La noción de calentamiento global permite referirse a dos cuestiones relacionadas: por un lado, se trata de un fenómeno observado en el promedio de la temperatura de las últimas décadas, que sube de manera sostenida; por otra parte, es una teoría que, a partir de distintas proyecciones, sostiene que la temperatura seguirá creciendo en el futuro a causa de la acción del hombre.
Pese a la popularidad que el tema ha cosechado en los últimos años, es importante realizar algunas distinciones. El calentamiento global suele asociarse al cambio climático, aunque éste último fenómeno (la variación del clima) siempre ha existido y es natural. De todas formas, en la actualidad suele conocerse como cambio climático al producido por la acción humana, que genera variaciones anómalas.
Por otra parte, el calentamiento global está asociado al efecto invernadero, que es un fenómeno por el cual ciertos gases que componen la atmósfera terrestre retienen parte de la energía emitida por el suelo tras haber sido calentado por la radiación del Sol. El efecto invernadero funciona de la siguiente manera: la radiación solar atraviesa la atmósfera, rebota contra el suelo y debería volver a atravesar la atmósfera; sin embargo, los gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono y el metano) producen una capa de contaminación que impide que los rayos solares vuelvan a salir, produciendo un aumento de la temperatura en la Tierra.
Entre las principales consecuencias que podemos establecer acerca del fenómeno del calentamiento global tenemos que exponer que, además de lo que es el aumento considerable de las temperaturas, se puede producir un crecimiento palpable de lo que son las enfermedades de tipo respiratorio que experimenta el ser humano.
De esta manera, los expertos en la materia dictaminan que de seguir produciéndose dicho fenómeno la población mundial estará mucho más expuesta a sufrir patologías respiratorias. Pero no sólo ellas, además aumentará el número de personas que padezcan enfermedades cardiovasculares, que sufrirán la deshidratación y también infecciones causadas por mosquitos o similares.
Esta citada consecuencia, referida al campo de la salud, se debe fundamentalmente al hecho de que tanto el sistema respiratorio como el cardiovascular se ven perjudicados al aumentar las temperaturas pues estas traen consigo que cualquier individuo tenga que realizar un mayor esfuerzo para acometer cualquier acción o actividad.
De la misma manera, el calentamiento global traerá consigo que tanto las aguas superficiales como las subterráneas pierdan calidad como consecuencia de esas citadas altas temperaturas; así como la desaparición del agua potable.
Aunque ciertos especialistas y gobernantes consideran que el calentamiento global es un mito, existe un cierto consenso sobre la necesidad de reducir las emisiones contaminantes para impedir que el calentamiento siga en un aumento. De no revertirse la tendencia, los glaciares podrían derretirse, aumentando el nivel del agua en los océanos e inundando numerosas ciudades.

Sunday, September 22, 2019


Barbarie

Guillermo García Machado

Se llama barbarie a la ausencia de civilidad, educación, cortesía o respeto. El concepto, que proviene del vocablo latino barbaries, también alude a la brutalidad y el salvajismo.
Por ejemplo: “Lo que está ocurriendo en Siria es una barbarie que nadie debería tolerar”“El partido terminó en una barbarie: dos personas murieron y se registraron decenas de heridos por los enfrentamientos entre los seguidores de ambos equipos”“El pueblo ya no soporta más la barbarie de los narcotraficantes y exige respuestas concretas a las autoridades.
La idea de barbarie se vincula al comportamiento de los bárbaros. Esta denominación fue otorgada, en distintos momentos de la historia, por ciertos pueblos a otros a los cuales consideraban inferiores o incultos. En la Edad Media, por ejemplo, solía denominarse como bárbaros a los grupos que atacaron a los romanos y se expandieron por diversas regiones europeas.
Los bárbaros, en este sentido, eran quienes actuaban con violencia y sin respeto por las normas sociales. Por extensión, el estado que propiciaban los bárbaros se denominaba barbarie.
El período conocido como barbarie se caracteriza por la apropiación de los bienes de los enemigos luego de los enfrentamientos. Lamentablemente, fue entonces que el ser humano comenzó a considerar a la mujer como un objeto, el cual también arrebataban los hombres a sus víctimas. Dentro de este período podemos distinguir tres estadios:
* inferior: comenzó con la creación de la alfarería. Se sabe que en casi todas las comunidades se solía usar la arcilla para recubrir vasijas de madera o cestería con el propósito de volverlas resistentes al fuego, y que al tiempo dejaron de usarse estos dos materiales en pos de un diseño completamente basado en arcilla. También caracterizan este estadio la presencia de la poliginia (una forma de poligamia de la cual sólo el hombre puede gozar), la domesticación de animales y el cultivo de plantas alimenticias;
* medio: el ser humano comenzó a labrar metales (salvo por el hierro), a practicar la ganadería y la agricultura haciendo uso de sistemas de riego. También surgió en este estadio de la barbarie el matrimonio;
* superior: finalmente aparece la fundición de hierro y se inventan la rueda, el alfabeto y el arado de hierro. Hoy en día, suele usarse el concepto de barbarie para nombrar a aquello que, por su excesiva crueldad o falta de urbanidad, escapa de lo habitual en una comunidad. Supongamos que en un concierto de rock se producen graves incidentes. Buena parte del público causa destrozos en el estadio, hiere a algunos policías que trabajan en el evento y destruye automóviles y tiendas a la salida del recinto. En las crónicas periodísticas, los reporteros hablan de barbarie ya que se trató de una situación fuera de control, donde las leyes quedaron de lado y muchas personas no respetaron los criterios básicos de convivencia y comportamiento social.
Como dato curioso, en algunos países, como ser Argentina, el adjetivo bárbaro tiene ciertas acepciones positivas, y se usa para describir una reacción exagerada, o bien cosas que generan una buena impresión en el interlocutor. Por ejemplo, si entendemos este término como sinónimo de «extraordinario, excesivo o grande», podemos decir que «Cuando se enteró de que lo habían expulsado del colegio, su madre le armó un escándalo bárbaro».
Por otro lado, bárbaro puede ser algo «magnífico, llamativo o excelente», como se aprecia en la siguiente oración de ejemplo: «El acto estuvo bárbaro, mucho mejor de lo que me esperaba». En este mismo contexto, es posible hacer uso de la locución interjectiva «qué bárbaro» cuando deseamos expresar «extrañeza, admiración o asombro«. Hay regiones en las que, por cuestiones culturales, la gente aprende estos usos antes que los relacionados con el origen de las palabras bárbaro y barbarie.

Sunday, September 15, 2019


Revolución Industrial vs Revolución Tecnológica
Por: Guillermo García Machado

La imperante revolución científico-tecnológica ha impactado a todos los órdenes de la sociedad, gracias fundamentalmente al desarrollo inusitado de la biología y de la informática. Dando origen a nuevas formas de organización en la economía, en la política y en lo social. Estamos pues, dentro de la revolución tecnológica, estando así, inmersos dentro de la sociedad del conocimiento, donde la tecnología al servicio de la información, convierten a ésta última en un elemento fundamental y decisivo para el proceso de producción global; lo cual cambia radicalmente al sistema económico mundial regido por la tan cacareada globalización. La generación de riqueza  y la acumulación del poder vienen supeditadas a la capacidad de innovación, matizada por la mismísima revolución tecnológica e informática. México y el resto de América Latina no se escapan de estos nuevos paradigmas, los que podrían despejar o permitir nuestra incorporación en el gran proceso de distribución de riquezas de la humanidad o simplemente acentuar las viejas desigualdades existentes en el globo terráqueo y muy especialmente en el siempre bien tratado hemisferio occidental. Es en el internet donde se puede ponderar la síntesis que genera la sociedad del conocimiento, al momento de crear una nueva criatura artificial en donde lo virtual se funde con el sistema económico, para generar un nuevo paradigma técnico y cultural. Cuando se amalgaman lo virtual y lo económico: el capitalismo encuentra un espacio nuevo que colonizar, un espacio en el cual las barreras territoriales y de tiempo son desmanteladas. En este proceso los países de América Latina no han podido asumir un rol protagónico, con la excepción de Chile en espacios bien concretos, siendo así que los mismos tan sólo se encuentran a la expectativa de recibir las migajas que se caen del mundo desarrollado, lo que implica que estamos muy lejos de formar parte o simplemente constituir una sociedad apegada a la gran praxis que impone la sociedad del conocimiento. Esta situación no nos favorece para lograr una consolidación industrial, que permita incorporarnos verdaderamente a la sociedad del conocimiento. México, un país que goza de un reconocido desarrollo industrial, la distancia que tiene éste para alcanzar la sociedad del conocimiento aumenta de una manera drástica, si observamos su alejamiento de un verdadero desarrollo en ciencia y tecnología, a pesar de que se le menciona como la novena economía del mundo. Bajo estas condiciones, y con sólo 300 empresas mexicanas que realizan investigación y desarrollo tecnológico de un total de 2.8 millones de empresas que existen en el gran país Azteca, es prácticamente imposible poder hablar de una real sociedad mexicana del conocimiento. Si indagáramos lo que sucede realmente en el resto de América Latina, tendríamos que concluir, en forma drástica, nuestra incapacidad de generar una tecnología autóctona que nos acerque a la verdadera revolución del conocimiento y de ahí la imposibilidad de cerrar el paso a la colonización cultural y económica de los países desarrollados. De no cambiar las cosas y la manera de pensar de quienes dirigen los destinos de nuestras fronteras, aumentaran las viejas desigualdades que han hecho insostenible la gran deuda social latinoamericana y por ende: días de apremio e incertidumbre social, económica y política.. No sigamos perdiendo miserablemente el tiempo, manos a la obra!!!!

Sunday, September 8, 2019


Autoritarismo versus Libertad
Guillermo García Machado
Sólo es digno de libertad, quien sabe conquistarla cada día” José Martí
Mientras la mal llamada democracia venezolana enfrenta al juicio de la repesentación política Europea y del resto del mundo, con mucha sapiencia nos reseña José Rafael Lopez Padrino su propia versión acerca del estado actual de todas las cosas en la Patria de Simón Bolívar, trayendo a colación un hombre antihistórico como lo fue el que aparece en la cita: “Marx en su libro "El 18 Brumario de Luís Bonaparte” analiza lo sucedido en Francia, luego de la derrota de la revolución de 1848, y el golpe de Estado encabezado por Luís Bonaparte (sobrino de Napoleón). A partir de este análisis el citado fenómeno político se convirtió en categoría teórica referido como "bonapartismo". En general esos eventos representan una concepción autoritaria y vertical del poder en torno a un liderazgo carismático, cuya legitimidad se funda en una supuesta “voluntad del pueblo”. Su mayor soporte lo constituyen las fuerzas militares y el lumpemproletariado (estrato social carente de conciencia política y susceptible de servir a cualquier proyecto político para su supervivencia). Desde la llegada del Tte. Coronel al poder, los venezolanos han vivido la perversidad de una autocracia cuartelaría maquillada constitucionalmente, donde impera un socialfascismo bonapartista clientelar. Es una reedición de la vieja categoría teórica descrita por Marx en el siglo XIX, acompañada de una política económica desacertada, carente de una base cientifica y obstensiblemente inoperante”... Es el control absoluto de las instituciones democráticas burguesas, el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Moral, el Poder Electoral, por parte de un solo hombre: el hiperlíder. Es la entrega de la política de la nación a una personalidad que concentra sobre sí, la capacidad de arbitraje en el conflicto de intereses entre grupos, sectores y clases. Habla y actúa no como servidor público, sino como el “hombre del destino” que ha sido llamado a rescatar a la nación en su hora de peligro mortal. El principal sostén de su proyecto cuartelario no son los trabajadores, ni los campesinos, ni los estudiantes, ni los intelectuales progresistas, sino el lumpen proletariado, las fuerzas represivas del Estado -policías, Guardia Nacional, Fuerza Armada-, y una sarta de empresarios corruptos (boliburgueses) e intelectuales mediocres y tarifados. No es un proyecto democrático, sino absolutista y totalitario, uno de los peores de que hayamos tenido conocimiento en la historia del hemisferio occidental. Ha sido el aniquilar, y triturar a quien disienta de su visión mesiánica, inclusive dentro de sus propias filas, al mejor estilo mussoliniano y fascista del pasado. Ello explica los ataques en contra de sus más fieles aliados políticos, el PPT y el PCV, los únicos que le aportan a su proyecto algún matiz ideológico; ello a pesar de las actitudes sumisas y complacientes adoptadas por estas organizaciones políticas para con el proyecto del Tte. Coronel. Las descalificaciones a Henry Falcón, como eventual competidor o adversario electoral, evidencian que para el vocinglero de Miraflores y su grupete de aduladores era imposible que existieran voces críticas diferentes a sus posiciones personales, pues ello es sinónimo de traición, de ser agente contrarrevolucionario, de ser cachorro del imperio, etc. Obviamente, los vientos que soplan indican que el futuro del oficialismo no es de más unidad, sino de más división. Escoltado por la peor cosecha de políticos, arribistas y saqueadores de nuestra historia contemporánea. Los regímenes de poder personal apuntan al estrangulamiento de la participación de las mayorías y acaban por consolidar perversas élites en el poder. La artimaña de confundir al régimen de poder personal con el socialismo, no es por cierto un procedimiento nuevo. Muchos han sido los dictadores que han invocado el socialismo para justificar sus atrocidades políticas (Adolf Hitler, Benito Mussolini, José Stalin). El proyecto del Bonaparte tropical sublimiza lo tumultuario, alienta el servilismo, evade la lucha de clases y promueve el resentimiento y el odio social. De este naufragio al Tte. Coronel no lo salvo nadie, de allí su permanemte tono de desesperación, su furia, su incontinencia verbal y sus continuas huidas hacia delante.


Sunday, September 1, 2019


La Política como profesión
Por: Guillermo García Machado

Unamuno solía decir que no hay nada más parecido a una mujer pública que un hombre público. “La política”, comentó una vez Ronald Reagan, “se supone que es la segunda profesión más antigua, pero he caído en cuenta que se parece mucho a la primera”. Las situaciones políticas que han dado lugar a la invectiva ingeniosa, aguda o inteligente son semejantes en todas las sociedades y resulta una tentación compararlas o intercambiarlas con nuestro medio. A los moderados frente al conflicto, Churchill los fustigó: “Un apaciguador es aquel que alimenta a un cocodrilo con la esperanza de que se lo coma de último”. Henry Clay, legislador y político estadounidense, llamó al presidente Andrew Jackson “un ignorante apasionado, hipócrita, corrupto y fácilmente influenciable por los hombres más bajos que lo rodean”. El mismo Clay acusó a John Calhun de ser “un fanático rígido, ambicioso, egoísta, con mucho genio y muy poquito sentido común, que morirá como un traidor o como un loco”. Con un poco más de estilo se podría asociar al  dictador Chávez, expresidente de Venezuela, a la caracterización que hiciera Churchill de lord Charles Beresford: “Él es uno de esos oradores de quien se puede decir que antes de intervenir no sabe qué es lo que va a decir; cuando está hablando no sabe lo que está diciendo; cuando se sienta no sabe lo que dijo”. Para Hannah Arendt el mundo entre los humanos ―dinámico, relacional, frágil, musical y artístico―es el de la política. Éste se crea gracias a la isegoría, en la acción y con la firmeza de la palabra fugaz que dice porque es escuchada con prestigio, base del intercambio de posiciones, inteligencias y emociones, del trasvase de vida, a la hora de tomar decisiones públicas. La violencia sólo puede destruir este mundo cuando es total y arrasa sin dejar vidas ni piedras que den opción al testimonio. Para Arendt son las leyes —en su sentido romano, ligado a los conceptos de Alianza, Tratado y Promesa— quienes crean los espacios políticos donde movernos en libertad; lo que queda fuera, se queda sin mundo. Nuestra autora expulsa a la coacción y a la violencia de la política, y las acusa directamente de desertificar el mundo. El confundir con política algo que precisamente supone su catástrofe, como es la violencia, es un prejuicio a superar. Y superar los prejuicios es también tarea principal de la política, que se basa fundamentalmente en la capacidad de juicio. Si distinguimos entre fines precisos a alcanzar, una vez acaba la acción, y el sentido que se encierra en la misma para así mantenerla, apreciamos que “aunque el fin sea la libertad, el sentido encerrado en la acción [de la violencia] misma, es la coacción violenta”. Con este punto de partida, podríamos continuar ahondando con la misma tradición de la teoría política —desde Tito Livio o Giambattista Vico hasta la propia Arendt— que ha insistido en una visión de la política limpia de violencia, tanto a la hora de fundar el cuerpo político como en la recuperación de la política tras períodos de ruptura donde el estado de naturaleza ha irrumpido con violencia, ésta última como vehículo de transición.