Sunday, September 15, 2019


Revolución Industrial vs Revolución Tecnológica
Por: Guillermo García Machado

La imperante revolución científico-tecnológica ha impactado a todos los órdenes de la sociedad, gracias fundamentalmente al desarrollo inusitado de la biología y de la informática. Dando origen a nuevas formas de organización en la economía, en la política y en lo social. Estamos pues, dentro de la revolución tecnológica, estando así, inmersos dentro de la sociedad del conocimiento, donde la tecnología al servicio de la información, convierten a ésta última en un elemento fundamental y decisivo para el proceso de producción global; lo cual cambia radicalmente al sistema económico mundial regido por la tan cacareada globalización. La generación de riqueza  y la acumulación del poder vienen supeditadas a la capacidad de innovación, matizada por la mismísima revolución tecnológica e informática. México y el resto de América Latina no se escapan de estos nuevos paradigmas, los que podrían despejar o permitir nuestra incorporación en el gran proceso de distribución de riquezas de la humanidad o simplemente acentuar las viejas desigualdades existentes en el globo terráqueo y muy especialmente en el siempre bien tratado hemisferio occidental. Es en el internet donde se puede ponderar la síntesis que genera la sociedad del conocimiento, al momento de crear una nueva criatura artificial en donde lo virtual se funde con el sistema económico, para generar un nuevo paradigma técnico y cultural. Cuando se amalgaman lo virtual y lo económico: el capitalismo encuentra un espacio nuevo que colonizar, un espacio en el cual las barreras territoriales y de tiempo son desmanteladas. En este proceso los países de América Latina no han podido asumir un rol protagónico, con la excepción de Chile en espacios bien concretos, siendo así que los mismos tan sólo se encuentran a la expectativa de recibir las migajas que se caen del mundo desarrollado, lo que implica que estamos muy lejos de formar parte o simplemente constituir una sociedad apegada a la gran praxis que impone la sociedad del conocimiento. Esta situación no nos favorece para lograr una consolidación industrial, que permita incorporarnos verdaderamente a la sociedad del conocimiento. México, un país que goza de un reconocido desarrollo industrial, la distancia que tiene éste para alcanzar la sociedad del conocimiento aumenta de una manera drástica, si observamos su alejamiento de un verdadero desarrollo en ciencia y tecnología, a pesar de que se le menciona como la novena economía del mundo. Bajo estas condiciones, y con sólo 300 empresas mexicanas que realizan investigación y desarrollo tecnológico de un total de 2.8 millones de empresas que existen en el gran país Azteca, es prácticamente imposible poder hablar de una real sociedad mexicana del conocimiento. Si indagáramos lo que sucede realmente en el resto de América Latina, tendríamos que concluir, en forma drástica, nuestra incapacidad de generar una tecnología autóctona que nos acerque a la verdadera revolución del conocimiento y de ahí la imposibilidad de cerrar el paso a la colonización cultural y económica de los países desarrollados. De no cambiar las cosas y la manera de pensar de quienes dirigen los destinos de nuestras fronteras, aumentaran las viejas desigualdades que han hecho insostenible la gran deuda social latinoamericana y por ende: días de apremio e incertidumbre social, económica y política.. No sigamos perdiendo miserablemente el tiempo, manos a la obra!!!!

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