La desaparición física
del Presidente Kennedy
Guillermo García
Machado
Existen varias teorías sobre el asesinato del Presidente John F. Kennedy, el
gran protagonista en el desmantelamiento de los misiles rusos ubicados en Cuba,
así como primer actor en el sonado caso de Bahía de Cochinos.
Estas teorías se generaron poco tiempo después de la muerte de un Presidente
que vivió envuelto en la onda de una gran popularidad, además de sus logros
como gobernante, cuyo pecado mayor consistió en su gran espíritu liberal.
Muchas de estas teorías proponen una conspiración,
que envolvería a instituciones, tales
como, el Sistema de Reserva Federal,
la Agencia Central de Inteligencia, (CIA), la KGB, la Mafia, al director de la Oficina
Federal de Investigación , (FBI), J. Edgar Hoover,, al Vice-presidente Lyndon B Johnson y Richard Nixon, incluyendo
intereses del ejército y del gobierno de los Estados
Unidos, así como también la organización masónica. En 1964,
la Comisión Warren concluyó
que no había evidencias “persuasivas” que indicaran que Lee Harvey Oswald estaba
involucrado en una conspiración para asesinar al Presidente. Casi de inmediato, críticos
comenzaron a cuestionar las conclusiones oficiales de la Comisión y escribieron
libros atacando tanto a la Comisión como a sus conclusiones. Entre ellos estaba Mark Lane — un abogado que
brevemente representó a la madre de Lee Oswald, y quien escribió el libro
“Apresuramiento para Juzgar” (Rush to Judgment), crítico con la Comisión
Warren. En las décadas siguientes grupos independientes y dedicados de
investigadores han ido publicando, literalmente, docenas de libros diferentes,
exponiendo a veces contradictorias teorías. En 1967, elfiscal de distrito de
New Orleans, Jim Garrinson,
arrestó al empresario local Clay Shaw y
lo acusó de ser parte de una conspiración para matar a Kennedy. Shaw fue
absuelto en menos de una hora en un juicio largo y controvertido. Las
investigaciones de Garrison atrajeron a muchos investigadores del país quienes
proveyeron a Garrison de informaciones y teorías. A estos investigadores se les
concedió acceso a presupuestos del fiscal de distrito. El ejemplo más notable
sobre esto es el logro de Garrison respecto a la grabación Zapruder, que permitió
que los miembros del jurado vieran por primera vez la cinta. Se realizaron
copias en Bootleg, que
rápidamente circularon entre la gente y fue mostrada la cinta finalmente en
televisión por primera vez en 1975. En 1976, el Congreso constituyó el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos (HSCA)
para investigar las muertes de John F. Kennedy, su hermano Robert Kennedy y de Martin
Luther King Jr. La HSCA investigó
varias teorías propuestas por investigadores del asesinato, a la vez que
criticaron muchas de ellas. La HSCA concluyó en 1979 que Oswald fue el asesino
y estaban por concluir que éste había actuado solo cuando apareció una
grabación (Dictabelt recording) grabada
durante el asesinato. Basados en más de 20 testigos que escucharon los disparos
realizados frente a Kennedy y de análisis de la grabación por un grupo de
expertos, el comité concluyó que había habido un cuarto disparo y por lo tanto
un segundo tirador, y que Kennedy probablemente había muerto como fruto de una
conspiración. Investigadores – que durante años habían cuestionado los
descubrimientos de la Comisión Warren respecto a la existencia de un solo
tirador como responsable del asesinato, y quienes habían sospechado de una
conspiración – se sintieron reconocidos por el informe de la HSCA. La certeza
del análisis de la grabación Dictabelt fue cuestionada: algunos argumentan que
todos los sonidos que aparentan haber sido disparos "ocurrieron cerca de
un minuto después del asesinato" basándose en las interferencias
escuchadas. El panel de
científicos del Comité del Congreso recibió un mayor apoyo sobre la existencia
de una conspiración gracias a D. B. Thomas – en 2001 – quien concluyó, basado
en mayor interferencias en el canal II, que era probable en un 95% que hubo un
cuarto disparo. Sin embargo, tanto Thomas como la HSCA, asumieron que la
grabación del canal II se refería a un intervalo temporal continuo (sin
cortes); análisis realizados por Michael O'Dell indicaban que este no era el
caso. Pareciera que queda mucho tiempo para que aparezcan nuevas
especulaciones, mientras el mundo aún no supera el impacto causado por el
magnicidio cuya victima resultó ser un personaje de la historia norteamericana,
Presidente Kennedy, modelo en el ejercicio del poder.