Sálvese quien pueda
Guillermo García Machado
Investigando acerca de la respuesta institucional recibida por
el Obamacare y su real aplicación en el espacio y en el tiempo, tuvimos la
oportunidad de traer este material escrito, muy propio de los periodistas de
Telemundo, donde los legisladores están decidiendo por su cuenta cómo aplicar
el plan de seguro médico del presidente Barack Obama, lo que significa que
tienen un gran margen de maniobra, en cómo lo aplican a su personal. Para los
senadores y representantes, todo depende de una sección de la ley que puede, o
no, exigir a los legisladores que saquen a parte de su personal del seguro
médico de empleados federales y los envíen a los mercados de la Ley de
Servicios Médicos Asequibles. El veredicto de funcionarios legislativos es que,
a final de cuentas, los legisladores, como empleadores, tienen discreción cómo
aplicar la ley de salud a sus empleados. Y no tienen que explicarle a nadie
quiénes son, cómo y por qué toman cual o cual decisión. Todo lo que dicen es:
"Yo seguí lo que dice la ley", dijo la senadora Barbara Mikulski,
demócrata por Maryland, haciéndose eco del líder de la mayoría en el Senado, el
demócrata Harry Reid, y otros. Pero los términos de la ley están abiertos a una
amplia interpretación, lo que ha inspirado una telaraña burocrática de
memorandos, normas y directrices que los legisladores dicen les permiten buscar
respuestas a la situación de su personal y ofrecerles cobertura médica como les
parezca. Esta semana los legisladores debían haber puesto punto final a sus
planes para decidir quién se queda en el seguro médico federa y quién va a los
mercados. La ley sólo exige a los legisladores y su personal
"oficial" que reciban seguro médico a través de algo de los mercados
que contempla la ley. Los memorandos de directrices de la oficina financiera
del Senado y de la administración de la Cámara, obtenidas por la AP, definen
como asistentes "oficiales" a los que trabajan en las oficinas
personales de los legisladores. Los asistentes de las comisiones y líderes
legislativos, entonces, estarían exentos y pudieran quedarse en el programa
federal de seguro médico. A menos que los legisladores decidan lo contrario.
"Los legisladores o sus designados están en la mejor posición para
determinar qué persona trabaja en la oficina oficial de cada legislador",
indican los memorandos de la Oficina de Administración de Personal (OPM).
"La OPM deja esa decisión a los legisladores... Nada en estas normas
limita la autoridad de los legisladores" sobre el tema. Pero esas
decisiones se basan en la lógica política de Washington que inspiró a que
muchos líderes legislativos, republicanos y demócratas, a colocar a su personal
en los mercados de la nueva ley. El presidente de la Cámara, John Boehner, y
los cuatro líderes republicanos del Senado están entre ellos, y colocaron a
todo su personal en los mercados creados por la ley que tanto detestan. Eso les
permite criticar a los demócratas, los principales defensores de la nueva ley,
que mantienen a los asistentes de la dirección partidista y las comisiones en
el programa de seguro médico para empleados federales. "Si este persona no
es 'oficial', entonces los contribuyentes no deben pagar sus salarios ni
nada", dijo el senador David Vitter, republicano por Luisiana, al anunciar
un proyecto de ley para obligar a cada oficina legislativa a revelar la
designación de cada asistente. Muchos demócratas, entre ellos la líder de la
minoría en la Cámara, Nancy Pelosi, rechazan la crítica al exigir que todos sus
asistentes reciban la cobertura médica en un mercado.
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