Marxismo
Guillermo García
Machado
El marxismo es
una doctrina que tiene sus bases en las teorías que
desarrollaron los afamados Karl Marx y Friedrich Engels.
Ambos intelectuales de origen alemán reinterpretaron el idealismo dialéctico popularizado
por Georg Wilhelm Friedrich Hegel como materialismo
dialéctico y propusieron la creación de una sociedad sin distinción de clases. A las
organizaciones políticas creadas según los lineamientos de esta doctrina se las
describe como marxistas.
El marxismo como forma política que dirija el
destino de todos los pueblos no existe y que en su lugar sí han existido
numerosos casos de gobiernos marxistas
que han hostigado pueblos y asesinado a mansalva a familias enteras.
La obra más importante del marxismo es “El capital”(“Das Kapital”,
en alemán). Marx publicó
en vida sólo el primer tomo, que apareció en 1867. Los tres
libros restantes aparecieron entre 1885 y 1894, siendo
editados por Engels a
partir de los manuscritos de Marx.
La propuesta fundamental de Marx, la que postula en “El capital” es
alcanzar una sociedad
sin distinción de clases donde tanto el proceso de
producción, como las fuerzas productivas y las relaciones que surgen de la
producción se conviertan en un bien
social. En esto se diferencia del capitalismo donde el trabajo es social pero la
apropiación del mismo es privado, donde se compra trabajo por dinero.
El análisis de las sociedades de Marx estaba basado
en la división de clases propuesta
por el capitalismo, la cual no coincidía en nada con la noción que el
intelectual tenía de lo que era una sociedad justa. Por un lado estaba la clase
trabajadora, a la que también llama proletariado,
quienes venden su mano de obra y reciben dinero a cambio, pero que no poseen
los medios para la producción, los principales responsables de otorgar riqueza
a una sociedad (construyen, fabrican, producen servicios, etc)a su vez esta
clase se encuentra dividida en proletariado ordinario (quienes
consiguen trabajo fácilmente
y reciben un pago medianamente razonable por sus servicios)y lumpen proletariado (aquellos
que viven en la pobreza absoluta y no consiguen trabajos estables: inmigrantes,
prostitutas, mendigos, etc). La otra clase es la burguesía a
la que pertenecen quienes tienen los medios de producción y compran el servicio
del proletariado para su explotación. Esta clase puede dividirse en
burguesía muy
rica y pequeña burguesía (estos últimos son quienes
emplean la mano de obra pero además deben trabajar: comerciantes, pequeños
propietarios, campesinos con poca tierra, etc).
La idea del marxismo es expropiar los medios de producción de
la burguesía y dejarlos en manos del proletariado a fin de que sean las clases
trabajadoras las únicas que se beneficien del fruto de su trabajo. De todos
modos, este análisis no incluye mecanismos de terminar con la división de
clases. El anarquismo,
surgido años más tarde, se aferró a la idea de acabar con ellas, y sus
pensadores fundamentales Mijaíl
Bakunin y Piotr Kropotkin tacharon al marxismo de
incoherente al proponer una revolución dejando la existencia de un Estado.
Aseguraban que una verdadera revolución debe terminar no sólo con las
divisiones sociales de tipo económicas, sino también con las jerarquías
políticas. Sin embargo, la historia terminó dejando al anarquismo como
una utopía todavía
más lejana que el propio marxismo.
En el campo de las religiones, el marxismo siempre ha
sido totalmente contrario a ellas. Existe una frase que dice que la religión es
el opio de los pueblos que, pese a que no se conoce si fue en verdad Marx, Nietzsche o Mao Tse Tung quien
la pronunció primero, puede definir claramente la opinión que los marxistas y
posteriormente comunistas tienen sobre las creencias religiosas. Cabe señalar
que para el marxismo la
esencia de todo ser humano se encuentra en el conjunto de sus relaciones con
los demás individuos del grupo. Relaciones que son espirituales y materiales y
donde la conciencia individual
y colectiva ocupan uno de los lugares fundamentales.
Después de la muerte de Marx, ocurrida en 1883,
surgieron varias divisiones dentro del partido, una de las principales fue la
de los socialdemócratas(consideraban
que el socialismo podía desarrollarse en una sociedad capitalista y
pluripartidista) y los comunistas (apelaban a la revolución como
motor para un cambio absolutamente estructural), los cuales fueron
fundamentales para el desarrollo de los hechos políticos que se vieron a
principios del siglo XX. Estos partidos se inspiraron en el marxismo para
emprender sus revoluciones .
Entre las más importantes del siglo se encontraron, la revolución bolchevique encabezada
por Vladimir Lenin y León Trotsky,
que se llevó a cabo en octubre
de 1917 en Rusia,
resultó el primer intento a gran escala para instalar un Estado Obrero de características
socialistas. De este modo el marxismo soviético terminó transformándose
en estalinismo, un
movimiento liderado por Jósif Stalin y
criticado por muchos marxistas por considerar que su espíritu es dictatorial y
burocrático.
Tras la Segunda
Guerra Mundial, y gracias al respaldo soviético, el Partido Comunista logró
llegar al poder en la República
Popular China, Vietnam, Alemania Oriental, Polonia, Albania y Rumania, entre
otros países.