Sunday, January 29, 2017

Vandalismo
Guillermo García Machado
Los vándalos eran los integrantes de un pueblo bárbaro de origen germánico oriental que quedó en la historia como símbolo del salvajismo y de la falta de civilidad. Por eso el término vándalo hoy se utiliza para hacer mención a la persona que comete acciones propias de la gente salvaje. Vandalismo, por lo tanto, es un concepto que puede utilizarse para nombrar a la destrucción que parece propia de los antiguos vándalos. Es una conducta destructiva que no respeta la propiedad ajena y que suele expresarse a través de la violencia.
El vandalismo es la hostilidad aparentemente injustificada hacia las posesiones de los demás. Suele manifestarse en el espacio público con ataques a monumentos, bancos, paredes, etc., ya sea con la intención de transmitir un mensaje o por el simple hecho de destruir lo ajeno.
Una de las formas más frecuentes de vandalismo es el grafiti, cuando se pinta sobre un muro privado y sin autorización. Las pintadas en las paredes de una casa o en una estatua tienen víctimas (el dueño de la residencia, el Estado) que sufren daños patrimoniales. Quienes se expresan a través del grafiti, sin embargo, sostienen que la libertad de expresión trasciende la propiedad privada o los objetos materiales.
El vandalismo también puede llevarse a cabo de forma virtual a través de la alteración de las páginas de Internet. Una muestra del vandalismo digital ocurre cuando se interviene un sitio para la publicación de un mensaje contrario al verdadero espíritu de la página en cuestión (como la inclusión de una proclama a favor del aborto en un sitio de la Iglesia Católica, por ejemplo). Algunas veces, los actos de vandalismo despiertan sentimientos encontrados por parte sus desprevenidos admiradores, dado que contienen elementos humorísticos que resultan difíciles de ignorar, capaces de arrancar una carcajada de los rostros más rígidos.
Uno de estos actos de vandalismo “carismáticos” tuvo lugar en la ciudad italiana de Roma, en 2008, cuando un individuo de nombre Graziano Cecchini lanzó 500 mil bolas de colores por la escalera de la Trinidad de los Montes, en Plaza de España (uno de los lugares más característicos y apreciados del centro de Roma). Esta “broma”, que generó en los transeúntes una mezcla de estupor y diversión, tuvo un coste aproximado de 20 mil euros, el cual su creador afrontó muy gustoso.
Otro claro ejemplo nos traslada a Berlín, donde en el año 2010 un grupo de artistas alemanes denominado IEPE decidió empapar las ruedas de más de 2 mil coches con pintura de varios colores para que imprimieran su trayectoria en una intersección de la ciudad. Cabe mencionar que los conductores no eran cómplices, sino víctimas de este acto de vandalismo apropiadamente titulado “Reality Paint” (cuya traducción aproximada es “pintura de la realidad”) y que consistió en verter alrededor de 500 litros de pintura en puntos estratégicos de las cuatro calles que hicieron las veces de lienzo.
En el año 2011, por otro lado, un grafitero búlgaro que nunca fue identificado decidió aplicar su arte a las estatuas del Monumento del Ejército Soviético, el cual se encuentra en el centro de la ciudad de Sofía, para convertir a sus protagonistas en superhéroes tales como Batman y el Guasón, y personajes como Santa Claus y Ronald McDonald. Entre los símbolos más llamativos se encuentra la transformación de la bandera soviética en la norteamericana y la presencia del Capitán América. Sobra decir que miles de turistas se acercan a la capital de Bulgaria para hacer fotografías de la nueva cara de este monumento, que tiene más de medio siglo de edad.

La lista continúa e incluye la construcción de diversas figuras y su ubicación en lugares estratégicos para tomar por sorpresa al público, y el diseño de imágenes obscenas en puentes y monumentos para expresar el descontento del pueblo con respecto a ciertas decisiones del gobierno.

Sunday, January 22, 2017

Vaticano
Guillermo García Machado
 El Vaticano es un micro estado que se encuentra en el interior de Roma, la capital de Italia. Se trata, por lo tanto, de un enclave: un Estado que está rodeado totalmente por el territorio de otro Estado. Cuando el término se escribe con minúscula inicial (vaticano), hace referencia al gentilicio de esta nación. Con una superficie de 44 hectáreas, el Vaticano es el país más pequeño del mundo. Además es uno de los menos poblados, con un número de habitantes que no alcanza los mil. La importancia del Vaticano en el contexto internacional radica en que alberga la Santa Sede, que es la jurisdicción episcopal del Papa. La Iglesia católica, de este modo, tiene su base en el territorio vaticano.
El Vaticano es una teocracia ya que su jefe de Estado es el Papa. En este país europeo no existe la democracia: sus habitantes no eligen a los gobernantes. También puede considerarse el Vaticano como una monarquía absoluta debido a que el Papa reúne el control de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Otra denominación que es posible dar al Vaticano es la de micro estado, y en este contexto es uno de los seis que existen en el territorio europeo. Un micro estado, también llamado mini estado, puede definirse como un estado soberano con un territorio reducido, una cantidad de habitantes poco numerosa o ambas características a la vez.

Existen micro estados en varias partes del mundo; por nombrar tan solo algunos de ellos, tenemos Cabo Verde, Antigua y Barbuda, Bahamas, Trinidad y Tobago, Singapur, Micronesia, Palestina, Mónaco y Andorra. Para la Asamblea General de las Naciones Unidas, los micro estados no pasan desapercibidos, ya que también pueden votar. El Vaticano pertenece a una de las cuatro zonas del planeta en las cuales pueden encontrarse micro estados; las demás son Oceanía, el Océano Índico y el Mar Caribe. Entre los principales atractivos turísticos del Vaticano, se encuentran la Basílica de San Pedro (la iglesia católica con mayor superficie interna), la Plaza de San Pedro (ubicada junto a la Basílica), el Palacio Apostólico Vaticano (que funciona como la residencia oficial del Papa) y los Museos Vaticanos (que albergan una gran cantidad de obras de arte). Al estudiar la etimología del término vaticano nos encontramos con el monte homónimo, el cual probablemente recibió su nombre del término latino vaticinium, que puede traducirse como “vaticinio” o “predicción”, o bien de vaticinatio, “profecía”. Esto puede deberse a que dicha colina solía albergar un oráculo de origen etrusco, pero también se atribuye a la existencia de un pueblo llamado Vaticum. Aunque muchos lo desconozcan, el Vaticano no es muy antiguo: fue creado en el año 1929. Todo comenzó el 11 de febrero con la firma de los Pactos de Letrán a cargo de Pietro Gasparri (prelado, diplomático y jurista italiano, representando a la Santa Sede) y de Benito Mussolini (por aquel entonces, primer ministro con un carácter dictatorial). Dicho evento tuvo lugar a lo largo el pontificado de Pío XI, y puso fin a una disputa que había existido desde hacía casi seis décadas. Así nació el Vaticano, con sus 44 hectáreas, y fue reconocido como estado soberano. Desde entonces y hasta el año 2016, han sido ocho los papas: Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Los primeros cinco eran de origen italiano, mientras que Juan Pablo II era polaco, Benedicto XVI era alemán y Francisco es argentino. Como curiosidad, cabe mencionar que el Vaticano tiene un seleccionado de fútbol compuesto en su mayoría por integrantes de la Guardia Suiza, que tiene a su cargo la seguridad de la nación. El equipo vaticano, de todos modos, no está afiliado a la FIFA.

Sunday, January 15, 2017

Verborragia
Guillermo García Machado
 La idea de verborragia refiere a la abundancia de términos y conceptos pronunciados al hablar. El concepto se vincula, de este modo, a la verbosidad desmedida. Por ejemplo: “El gobernador volvió a mostrar su verborragia al realizar un discurso de cuatro horas”, “Mi yerno no se caracteriza por la verborragia, pero es un buen muchacho”, “La verborragia de la niña sorprendió al jurado”Una persona verborrágica, por lo tanto, habla mucho. Tiene tendencia a iniciar conversaciones y a responder con múltiples detalles, a diferencia de aquellos que son parcos o callados. Los individuos que evidencian su verborragia en charlas suelen compartir todos sus pensamientos, brindar información personal y realizar toda clase de preguntas a su interlocutor.
Supongamos que una mujer le pregunta a una vecina cómo se encuentra. La interlocutora demuestra su verborragia al instante: “La verdad es que ando muy bien, ¡gracias por preguntar! Por suerte pude curarme de un malestar que tenía desde hacía unas semanas: el médico me recetó un antibiótico y, todo solucionado. Además, estoy contenta porque mi hijo acaba de recibirse… ¡ya es abogado! Seguro que se convertirá en un gran profesional. Esta noche cenaremos todos juntos en mi casa, para celebrar. Voy a preparar fideos caseros”. Como se puede apreciar, la mujer podría haberse limitado a responder “Estoy muy bien, gracias”, pero optó por brindar distintos datos a su vecina. En muchos ámbitos, la verborragia es una cualidad apreciada. Un conductor de televisión y un vendedor deben ser verborrágicos para realizar su trabajo con éxito. Un bibliotecario, en cambio, posiblemente tenga que limitar su verborragia para cumplir su actividad laboral de manera eficiente.
La verborragia a menudo se confunde con la elocuencia, aunque existen claras diferencias entre ambos: la elocuencia se define como la habilidad de hablar o escribir con eficacia para persuadir, conmover o deleitar a los interlocutores. Si bien tanto la verborragia como la elocuencia dependen en parte de una especial predisposición natural para la comunicación oral, algo que muy pocas personas tienen en cada grupo social, esta última también exige un cierto nivel de conocimientos de la lengua: para expresarse con eficacia a la hora de hablar o escribir es necesario contar con un gran vocabulario, así como con ciertas herramientas gramaticales y semánticas, de manera que sea posible utilizar las palabras para elaborar discursos ricos y variados. Por esta razón, es más común la verborragia que la elocuencia, aunque ambas se encuentren estrechamente conectadas. De hecho, comparten aspectos positivos y negativos, tanto desde el punto de vista del sujeto que evidencia dichas características como de su audiencia.
Las personas que hablan mucho son necesarias para romper el hielo y ayudar a los más tímidos a abrirse y comunicarse, pero también pueden llegar a aturdir a los demás si no saben medirse; del mismo modo, si bien muchos admiran a aquéllos que pueden expresarse con soltura, también hay quienes los envidian.
Pero, sin importar cuál sea la reacción o la opinión del entorno, la verborragia no se aprende, sino que se nace con ella, y no puede evitarse: es como la simpatía o la antipatía, la gracia o la falta de chispa. Por mucho que alguien se esfuerce en criticar a una persona verborrágica, ésta no cambiará, ya que probablemente no pueda —o quiera— expresarse de otra forma.

Del otro extremo, los individuos que nunca encuentran las palabras adecuadas al conversar también pueden atraer comentarios negativos, aunque no hayan escogido esta dificultad. Así como la verborragia no evidencia necesariamente una riqueza lingüística, la torpeza al hablar no siempre se relaciona con los verdaderos conocimientos del emisor: de hecho, muchos de los grandes escritores “permiten” que su introversión se cuele en sus presentaciones públicas, y hablan con una riqueza muy inferior a la que usan en sus obras.

Sunday, January 8, 2017

Partido Demócrata
Guillermo García Machado
El Demócrata es el partidario y defensor de la democracia. Este último término, formado por los vocablos griegos demos (“pueblo”)  kratós (“gobierno”), hace referencia a una forma de organización social donde la titularidad del poder recae en la totalidad de sus integrantes. El demócrata, por lo tanto, se opone a cualquier forma de gobierno que no sea la democracia. En tiempos de dictaduras o regímenes de facto, los demócratas suelen ser perseguidos por sus ideales y por su lucha política. El Partido Demócrata o Democratic Party, por otro lado, es uno de los dos grandes partidos políticos de los Estados Unidos. El actual presidente del país, Barack Obama, es uno de sus miembros. Los demócratas se definen como liberales y progresistas, aunque hay ciertas tendencias conservadoras en la organización. De todas formas, el Partido Demócrata suele ubicarse a la izquierda política frente al Partido Republicano. Los orígenes del partido, cuyo símbolo es un asno, se remontan a 1824, aunque la oficialización de su nombre recién llegó en 1844. Entre las figuras más importantes de su historia, se destacan Woodrow Wilson (1856-1924), Franklin Delano Roosevelt (1882-1945), Harry Truman (1884-1972), John F. Kennedy (1917-1963), Jimmy Carter (1924) y Bill Clinton (1946).
Demócratas conservadores
El grupo que es partidario de hacer recortes de impuestos, disminuciones del gasto público y desregulaciones de mercado con más tendencia que los demás integrantes de su partido. Es posible entender su denominación especialmente al observar su discreción y sus ideas frente a temas como el matrimonio igualitario y el aborto; por esa razón, muchas personas aseguran que en ciertas ocasiones los demócratas conservadores se asemejan mucho a los republicanos.
Demócratas liberales
Se trata del grupo más centroizquierdista, con una tendencia más liberal respecto a los temas sociales y más estatista frente a la economía. Buscan un alto gasto público y elevados impuestos a las ganancias de las compañías, así como fuertes medidas por parte del Estado en cuestiones económicas, a través de regulaciones. Tal como ocurre en otros tantos países, el liberalismo del Partido Demócrata norteamericano está a favor de la libertad de expresión, de la diversidad, del derecho a la asistencia sanitaria y a un salario que cubra las necesidades reales.
Demócratas moderados
El término moderados hace alusión a su falta de definición, ya que estos demócratas se encuentran en el punto medio de las dos posturas recién explicadas. Las medidas que intentan tomar representan un balance de las ideas liberales y conservadoras.
Nuevos demócratas
Esta clase es más moderna que las tres anteriores y se trata de una interpretación contemporánea de los demócratas moderados. Su surgimiento tuvo relación con el gobierno de Bill Clinton. Constituyen la facción derechista de su partido, aunque se muestran en desacuerdo con ciertos recortes impulsados por el Partido Republicano, considerando que perjudican a los más necesitados.
Demócratas Progresistas

Sus orígenes se remontan a la década de 1960, cuando aparecieron numerosos grupos de activistas de izquierda en universidades y otros ambientes académicos. Tuvieron su mejor momento al luchar pacíficamente contra la Guerra de Vietnam; tras comenzar su decadencia, algunos de sus integrantes intentaron continuar defendiendo sus ideas a través de la fundación de pequeños partidos, pero la mayoría moderó su forma de pensar y se unió al Partido Demócrata. Se caracterizan por oponerse a la política económica conservadora, generalmente conocida como neoliberal

Sunday, January 1, 2017

Estado de Derecho
Guillermo García Machado

EL Estado de derecho está formado por dos componentes: el Estado (como forma de organización política) y el Derecho (como conjunto de las normas que rigen el funcionamiento de una sociedad). En estos casos, por lo tanto, el poder del Estado se encuentra limitado por el derecho. El Estado de derecho surge por oposición al Estado absolutista, donde el rey se encontraba por encima de todos los ciudadanos y podía ordenar y mandar sin ningún otro poder que le hiciera contrapeso. El Estado de derecho, en cambio, supone que el poder surge del pueblo, quien elige a sus representantes para el gobierno.
Con el desarrollo del Estado de derecho, aparece la división de poderes (el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo, tres instancias que, en el Estado absolutista, se reunían en la figura del rey). De esta forma, los tribunales se vuelven autónomos respecto al soberano y aparece el parlamento para contrarrestar el poder del gobernante.
La noción de democracia es otro concepto relacionado con el Estado de derecho, ya que supone que el pueblo tiene el poder y lo ejerce mediante las elecciones, cuando elige a sus representantes.

De todas formas, hay que tener en cuenta que la democracia no implica que exista un verdadero Estado de derecho. Un líder puede llegar al poder por vías democráticas y después abolir el Estado de derecho, como el caso de Adolf Hitler en Alemania. También pueden existir gobiernos que respetan el funcionamiento democrático en ciertas cuestiones pero que violan el Estado de derecho en otras. Es importante señalar que en todos los territorios existe algún tipo de ordenamiento jurídico pero que ello no implica que en el mismo rija un Estado de Derecho, ya que para que éste exista es necesario que la sociedad política se encuentre plenamente juridificada y donde las normas aseguren que todo ciudadano será tratado por igual frente a la justicia. En las últimas décadas hemos visto cómo el término democracia ha sido manoseado y llevado a la ruina en manos de personajes ineptos, lo cual ha traído como consecuencia que muchos ciudadanos, de países diferentes, se sintieran decepcionados por la política y llegaran a sentir que vivían en un territorio gobernado por dictadores. Esta manera de pensar tan actual y tan nefasta para la política ha hecho trastabillar las bases del Estado de Derecho y obliga a que se busquen con urgencia alternativas para recuperar la confianza del pueblo en sus representantes y la formación de una sociedad igualitaria y responsable políticamente.