Sunday, November 29, 2015

Zozobra
Guillermo García Machado
Se denomina zozobra al acto y el resultado de zozobrar. Este verbo, por su parte, puede emplearse con referencia a naufragar, venirse abajo, perder, fracasar o al hecho de sentirse inseguro debido a la incertidumbre. Por ejemplo: “El caso de corrupción que involucra a cuatro ministros puso en zozobra al gobierno nacional”“La compañía mexicana informó que su plataforma petrolera corre riesgo de zozobra debido a una explosión”“Tras la caída del boxeador, hubo momentos de zozobra en el estadio, pero afortunadamente el púgil logró recuperarse”.
En el ámbito de la marítima, se llama zozobra al estado del viento o del océano que pone en riesgo a las embarcaciones, de acuerdo a lo señalado por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario. Un barco zozobra, por extensión, cuando se inclina o vuelca por las ráfagas y las olas.

En el lenguaje coloquial, la idea de zozobra se emplea para nombrar al desasosiego, la angustia y el nerviosismo que se experimenta ante ciertas situaciones o conflictos. Supongamos que un hombre camina por la calle junto a su esposa cuando, sin motivo aparente, la mujer se desvanece y cae al suelo sin reacción. Desesperado, el sujeto la lleva a un hospital. Mientras un médico la revisa, el hombre pasa instantes de zozobra: está preocupado y asustado por saber qué le ocurrió a su esposa. Finalmente, el profesional le informa que a su mujer le bajó la presión y que ya se está reponiendo. Al recibir esa información, el individuo se tranquiliza y abandona el estado de zozobra. La zozobra invade la política y para ello veamos lo acontecido en el año 202 en Venezuela, según la versión de el diario El Tiempo de Bogotá: “2002 /Febrero 7: El coronel de la Fuerza Aérea Pedro Soto pide a Chávez que se vaya . Varios militares se unen a su pedido en los siguientes días. Abril 9: Segundo paro general. Abril 11: En el segundo día de protestas, se presentan violentos enfrentamientos entre opositores y oficialistas que dejan 19 muertos y decenas de heridos. Un grupo de 14 militares se declara en rebeldía y exige la renuncia de Chávez. Abril 12: El jefe de las Fuerzas Armadas, Lucas Rincón, asegura que Chávez aceptó renunciar. El titular de FEDECARAMAS, Pedro Carmona, asume el poder, disuelve la Asamblea Nacional Legislativa y anuncia elecciones presidenciales en un año. Abril 13: Después de que el ejército exige la restitución de la institucionalidad. Carmona renuncia y, a la madrugada siguiente, Chávez reasume la Presidencia. Abril 15: Chávez anuncia mesa de diálogo con la oposición. Julio 7: El ex presidente estadounidense Jimmy Carter viaja a Caracas para intentar mediar en la crisis. Agosto 14: Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) absuelve a los militares que estuvieron involucrados en la salida temporal de Chávez del poder, cuatro meses atrás. Protestas y disturbios entre los dos bandos. Octubre 21: Tercer paro general. Octubre 22: Altos oficiales que participaron en los sucesos de abril se declaran en rebeldía y dicen que permanecerán en la Plaza Altamira hasta que renuncie Chávez. Noviembre 4: Marcha opositora entrega más de 1,5 millón de firmas al Consejo Nacional Electoral (CNE) para pedir un referéndum consultivo sobre la permanencia de Chávez en el poder. Noviembre 8: César Gaviria, secretario general de la OEA, instala una mesa de negociación entre el Gobierno y la oposición. Noviembre 28: El CNE convoca a un referéndum consultivo para el próximo 2 de febrero, que es invalidado por el TSJ. Diciembre 6: En el quinto día del cuarto paro general indefinido, unos desconocidos disparan contra una multitud opositora en la Plaza Altamira: al menos tres muertos”. Ojalá la historia no se repita, todavía seguimos llorando por los muertes y los culpables caminando libremente por las calles del mundo.

Sunday, November 22, 2015

Absolutismo
Guillermo García Machado
El absolutismo es un sistema de gobierno absoluto, en el cual el poder reside en una única persona que manda sin rendir cuentas a un parlamento o la sociedad en general. El absolutismo fue muy usual desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XIX, cuando diversas revoluciones lo derrocaron. Si bien cualquier gobierno con total dominio de poder podría considerarse absolutista, en el sentido claro del concepto se hace referencia a las monarquías absolutas que gobernaron Europa entre los siglos XVI al XVIII.
Los orígenes del absolutismo tienen lugar en Francia, donde se desarrolló la teoría del derecho divino del poder real. Esta postura supone que ciertas personas han sido elegidas por Dios para ejercer el gobierno. Incluso, en las versiones más radicalizadas, se considera al monarca como el propio Dios.
Bajo esta forma de gobierno, el rey es la ley, ya que es quien decide qué cosas y cómo pueden hacerse. Las leyes son dictadas de acuerdo a sus intereses y a los de la nobleza, que aconseja al rey aunque éste siempre tome la última decisión.
Por lo general, el rey absolutista mantiene un trato paternal con el pueblo, aunque muestra su despotismo cada vez que es necesario.
El rey absolutista ocupa su trono de manera vitalicia. El poder es hereditario: cuando muere el rey, su hijo ocupa su lugar.
El rey también maneja la iglesia, en especial su parte administrativa y lo relacionado a las riquezas. Las cuestiones vinculadas a la fe y las creencias quedan a cargo del clero.
Más allá de que el poder se centralice en una única persona, el régimen absolutista cuenta con burócratas y funcionarios públicos que se encargan del correcto funcionamiento del sistemaembajadores y delegados que firman tratados comerciales y de guerra con otras regiones y un ejército que mantiene el orden.
Existe una frase que se ha hecho sumamente famosa y que define claramente este concepto. Dice “El Estado soy yo” y se le ha adjudicado a Luis XIV de Francia quien estaba tranquilo en su trono pues sabía que no existían límites jurídicos ni de ninguna otra índole que se interpusieran entre sus ideas y la práctica de las mismas.
Es importante por tanto aclarar que en el siglo XVI hubo una fuerte reivindicación del concepto de nacional, lo cual fue fundamental para la fundación de las monarquías absolutas, donde el mandatario pertenecía a ese territorio y gobernaba sobre todo él. Además, el rey se comprometía a levantar una Iglesia Nacional que reuniera a todos los habitantes del territorio y velara por sus intereses morales. De todas formas, este último punto nunca pudo llevarse completamente a la práctica, dado que muchos soberanos se mantuvieron fieles a los mandatos de Roma. De todas formas, hubo otros que no lo hicieron y de este modo surgieron ciertas reformas en la iglesia que llevarían al nacimiento de las Iglesias Nacionales. Quienes encabezaron este movimiento nacionalista fueron los soberanos Lutero y Calvino, quienes en su teoría sobre el origen divino del poder real consiguieron separarse de lo establecido por la iglesia romana. Con el poder absoluto en su jurisdicción, los monarcas podían anular los derechos de pueblos enteros y, de este modo, ejercían su absolutismo. Este concepto que había surgido como la negación del feudalismo, no difiere en gran medida de éste: con una ley divina y una ley natural controlaban el accionar de todo el pueblo.
Como el absolutismo no representaba los intereses del pueblo y se había dividido profundamente la clase gobernante de quienes eran gobernados por ella, fueron necesarias diversas revoluciones que llevarían a la formación de los diversos Estados, integrados por personas surgidas de la comunidad, que representaran sus intereses y que no se separaran de ésta.
Lamentablemente, el ansia de poder y el abuso que el ser humano hace sistemáticamente de él siempre se hacen presente, por eso pese a que las monarquías absolutas han sido desintegradas, continúan surgiendo gobiernos absolutistas, las dictaduras son un ejemplo de ello.


Sunday, November 15, 2015

Teocracia
Guillermo García Machado
Teocracia es un concepto derivado de un vocablo compuesto griego que puede traducirse como “dominio de Dios”. La noción refiere al gobierno que ejerce una divinidad de manera directa o a través de algún tipo de representante. En la teocracia, por lo tanto, las autoridades gobiernan en el nombre de Dios. De este modo, el líder religioso es también el líder político. Estos sistemas no contemplan una separación entre el Estado y la institución religiosa.
Un ejemplo de teocracia es el Antiguo Egipto. Los faraones no sólo eran los dirigentes políticos más importantes, sino que también estaban considerados como representantes de las divinidades e incluso eran sacerdotes.
El Tíbet fue otro ejemplo de teocracia hasta 2011. El líder de esta región en el exilio recibe el título de Dalái Lama: se trata del máximo referente religioso y, hasta 2011, de la principal autoridad política. En dicho año, Tenzin Gyatso (el 14º Dalái Lama) tomó la decisión de declinar todos los cargos de tipo político.
El Vaticano, por su parte, es una teocracia que sigue en pleno funcionamiento. El Papa (actualmente Francisco) es el jefe del Estado y, además, la autoridad máxima a nivel religioso.
Es importante tener en cuenta que en las teocracias: el pueblo no elige a sus representantes. Las personas, por otra parte, no pueden postularse para representar a sus compatriotas, ya que la característica principal de la teocracia es que se consideran a los dirigentes como emanaciones de Dios o representantes de él. Esta particularidad, a su vez, anula la posibilidad de ejercer la oposición debido a que, si el dirigente es Dios o su representante, nadie puede reemplazarlo. En Irán tras la Revolución Islámica, se estableció una república islámica con una constitución de corte islámico y unos órganos de gobierno que deben velar por el cumplimiento de principios religiosos. Aunque actualmente el poder ejecutivo lo ejerce el presidente electo democráticamente, el clero islámico debe dar su aprobación a cualquier candidato que opte a un puesto de elección popular. Este tipo de gobierno teocrático se inspira en el libro del chiita ayatolá Jomeini Velayat-e faqih (en persa: ولایت فقیه; también conocido como Gobierno islámico en español), publicado en 1970, y, probablemente, el más influyente documento escrito en los tiempos modernos en favor de la Teocracia. Arabia Saudi y Marruecos son casos discutibles. En el caso de Arabia Saudí el país se declara defensor del Islam y que el Corán es su constitución, además el Rey de Arabia Saudí ostenta el título de Guardián de los Santos Lugares, así mismo Marruecos es una monarquía constitucional, sin embargo, el Rey de Marruecos es también líder espiritual del país y ostenta el título de Príncipe de los Creyentes. No obstante, debido a su naturaleza de monarquías no suelen ser incluidas dentro de las teocracias. Ejemplos de gobiernos teocráticos que ya no están vigentes fueron el Califato del Imperio, el gobierno del Emperador de Japón —que era considerado un dios viviente en tiempos antiguos—, el gobierno del Dalái Lama en Tíbet y el gobierno del Bogd Khan  en Mongolia. El Imperio Sij de la India también fue una forma de gobierno teocrática durante su existencia, y en alguna medida, se aplicaría lo mismo a Inglaterra, ya que el Rey de Inglaterra era, a su vez, cabeza de la Iglesia de Inglaterra. Esta forma de gobierno fue apoyada por el reformista Juan Calvino.
Sin embargo, resulta difícil definir hasta qué punto un gobierno es teocrático o monárquico, ya que muchas monarquías se definen como “divinas” en naturaleza o están directamente relacionadas con una religión. El zar de Rusia, por ejemplo, con la Iglesia ortodoxa rusa, el rey de Tailandia con el budismo, el emperador de China considerado un ser divino (de allí el término Imperio Celestial), el rey de Bután con el lamaísmo, etc.

Diferentes líderes han sido tanto políticos como religiosos. Tres casos similares serían los del papa dentro de la Iglesia católica, el califa del Islam y el Dalái Lama en el budismo tibetano.

Sunday, November 8, 2015

Fascismo
Guillermo García Machado
El fascismo es un movimiento político y social que nació en Italia de la mano de Benito Mussolini tras la finalización de la Primera Guerra Mundial. Se trata de un movimiento totalitario y nacionalista, cuya doctrina (y las similares que se desarrollaron en otros países) recibe el nombre de fascista. Desde 1922 hasta 1943 fue cuando el citado dictador italiano se convirtió en el primer ministro de su país. Fecha aquella última en la que fue depuesto y posteriormente encarcelado, aunque en prisión estuvo muy poco tiempo pues recibió la ayuda de la Alemania nazi para escapar de dicho lugar. No obstante, dos años después, en 1945, finalmente moriría tras ser ejecutado.
El fascismo se propuso como una tercera vía ante las democracias liberales (como la estadounidense) y el socialismo (la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Además del régimen de Mussolini en Italia, se califica como fascistas a la Alemania de Adolf Hitler y la España de Francisco Franco.
El fascismo se basa en un Estado todopoderoso que dice encarnar el espíritu del pueblo. La población no debe, por lo tanto, buscar nada fuera del Estado, que está en manos de un partido único. El Estado fascista ejerce su autoridad a través de la violencia, la represión y la propaganda (incluyendo la manipulación del sistema educativo).
El líder fascista es un caudillo que aparece por encima de los hombres comunes. Mussolini se autodenominaba como Il Duce, que deriva del latín Dux (“General). Se trata de liderazgos mesiánicos y autoritarios, con un poder que se ejerce de manera unilateral y sin ningún tipo de consulta.
Además de todo ello hay que resaltar el hecho de que el Fascismo en Italia llevó a que se desarrollaran y promulgaran las que se dieran en llamar “leyes raciales”. Estas eran un compendio de medidas de discriminación y de persecución hacia todas aquellas personas que fueran o estuvieran en relación con los judíos italianos.
Dicha legislación dio lugar no sólo a que se llegara a hablar de una raza italiana “pura” sino también a que se abrieran campos de concentración donde los judíos eran recluidos, sometidos a trabajos forzosos, objetivos de todo tipo de torturas y abusos e incluso algunos de ellos fueron también asesinados.
En Alemania, el fascismo está asociado al nazismo. Este movimiento tuvo un fuerte componente racial, que promulgaba la superioridad de la raza aria y buscaba el exterminio de otras colectividades, como los judíos, los gitanos y los negros.
En este sentido, hay que subrayar que el Nazismo propagó en el año 1935 las conocidas Leyes de Nuremberg mediante las cuales no sólo se les privaba a los judíos de sus derechos como ciudadanos sino que también se les obligaba a portar una identificación como tal y a evitar relacionarse con los llamados arios. Pero ese sólo fue el punto de partida de una persecución indiscriminada y atroz contra aquellos ciudadanos alemanes que fueron víctima de torturas y asesinatos por parte de la conocida como SS, policía nazi.

El neofascismo y el neonazismo repiten actitudes de los movimientos originarios (violencia, autoritarismo), mientras niegan o minimizan los crímenes cometidos por esos grupos a lo largo del siglo XX.

Sunday, November 1, 2015

Marxismo
Guillermo García Machado
El marxismo es una doctrina que tiene sus bases en las teorías que desarrollaron los afamados Karl Marx y Friedrich Engels. Ambos intelectuales de origen alemán reinterpretaron el idealismo dialéctico popularizado por Georg Wilhelm Friedrich Hegel como materialismo dialéctico y propusieron la creación de una sociedad sin distinción de clases. A las organizaciones políticas creadas según los lineamientos de esta doctrina se las describe como marxistas. Cabe resaltar que además de Hegel, otros pensadores han contribuido a la expansión del marxismo, tales los casos de Adam SmithDavid RicardoLudwig Feuerbach y de los distintos exponentes del socialismo utópico francés del siglo XIX.
La obra más importante del marxismo es “El capital” (“Das Kapital”, en alemán). Marx publicó en vida sólo el primer tomo, que apareció en 1867. Los tres libros restantes aparecieron entre 1885 y 1894, siendo editados por Engels a partir de los manuscritos de Marx.
La propuesta fundamental de Marx, la que postula en “El capital” es alcanzar una sociedad sin distinción de clases donde tanto el proceso de producción, como las fuerzas productivas y las relaciones que surgen de la producción se conviertan en un bien social. En esto se diferencia del capitalismo donde el trabajo es social pero la apropiación del mismo es privado, donde se compra trabajo por dinero.
El análisis de las sociedades de Marx estaba basado en la división de clases propuesta por el capitalismo, la cual no coincidía en nada con la noción que el intelectual tenía de lo que era una sociedad justa. Por un lado estaba la clase trabajadora, a la que también llama proletariado, quienes venden su mano de obra y reciben dinero a cambio, pero que no poseen los medios para la producción, los principales responsables de otorgar riqueza a una sociedad (construyen, fabrican, producen servicios, etc)a su vez esta clase se encuentra dividida en proletariado ordinario (quienes consiguen trabajo fácilmente y reciben un pago medianamente razonable por sus servicios)y lumpen proletariado (aquellos que viven en la pobreza absoluta y no consiguen trabajos estables: inmigrantes, prostitutas, mendigos, etc). La otra clase es la burguesía a la que pertenecen quienes tienen los medios de producción y compran el servicio del proletariado para su explotación. Esta clase puede dividirse en burguesía muy rica y pequeña burguesía (estos últimos son quienes emplean la mano de obra pero además deben trabajar: comerciantes, pequeños propietarios, campesinos con poca tierra, etc).
La idea del marxismo es expropiar los medios de producción de la burguesía y dejarlos en manos del proletariado a fin de que sean las clases trabajadoras las únicas que se beneficien del fruto de su trabajo. De todos modos, este análisis no incluye mecanismos de terminar con la división de clases. El anarquismo, surgido años más tarde, se aferró a la idea de acabar con ellas, y sus pensadores fundamentales Mijaíl Bakunin y Piotr Kropotkin tacharon al marxismo de incoherente al proponer una revolución dejando la existencia de un Estado. Aseguraban que una verdadera revolución debe terminar no sólo con las divisiones sociales de tipo económicas, sino también con las jerarquías políticas. Sin embargo, la historia terminó dejando al anarquismo como una utopía todavía más lejana que el propio marxismo.
En el campo de las religiones, el marxismo siempre ha sido totalmente contrario a ellas. Existe una frase que dice que la religión es el opio de los pueblos que, pese a que no se conoce si fue en verdad Marx, Nietzsche o Mao Tse Tung quien la pronunció primero, puede definir claramente la opinión que los marxistas y posteriormente comunistas tienen sobre las creencias religiosas. Cabe señalar que para el marxismo la esencia de todo ser humano se encuentra en el conjunto de sus relaciones con los demás individuos del grupo. Relaciones que son espirituales y materiales y donde la conciencia individual y colectiva ocupan uno de los lugares fundamentales.

Después de la muerte de Marx, ocurrida en 1883, surgieron varias divisiones dentro del partido, una de las principales fue la de los socialdemócratas (consideraban que el socialismo podía desarrollarse en una sociedad capitalista y pluripartidista) y los comunistas(apelaban a la revolución como motor para un cambio absolutamente estructural), los cuales fueron fundamentales para el desarrollo de los hechos políticos que se vieron a principios del siglo XX. Estos partidos se inspiraron en el marxismo para emprender sus revoluciones. Entre las más importantes del siglo se encontraron, la revolución bolchevique encabezada por Vladimir Lenin y León Trotsky, que se llevó a cabo en octubre de 1917 en Rusia, resultó el primer intento a gran escala para instalar un Estado obrero de características socialistas. De este modo el marxismo soviético terminó transformándose en estalinismo, un movimiento liderado por Iósif Stalin y criticado por muchos marxistas por considerar que su espíritu es dictatorial y burocrático y sanguinario. Tras la Segunda Guerra Mundial, y gracias al respaldo soviético, el Partido Comunista logró llegar al poder en la República Popular ChinaVietnamAlemania OrientalPoloniaAlbania y Rumania, entre otros países. No se ha conocido un Estado marxista que respete las ideas planteadas por Marx. y en su lugar sí han existido numerosos casos de gobiernos que han hostigado pueblos y asesinado a mansalva.