Sunday, November 15, 2015

Teocracia
Guillermo García Machado
Teocracia es un concepto derivado de un vocablo compuesto griego que puede traducirse como “dominio de Dios”. La noción refiere al gobierno que ejerce una divinidad de manera directa o a través de algún tipo de representante. En la teocracia, por lo tanto, las autoridades gobiernan en el nombre de Dios. De este modo, el líder religioso es también el líder político. Estos sistemas no contemplan una separación entre el Estado y la institución religiosa.
Un ejemplo de teocracia es el Antiguo Egipto. Los faraones no sólo eran los dirigentes políticos más importantes, sino que también estaban considerados como representantes de las divinidades e incluso eran sacerdotes.
El Tíbet fue otro ejemplo de teocracia hasta 2011. El líder de esta región en el exilio recibe el título de Dalái Lama: se trata del máximo referente religioso y, hasta 2011, de la principal autoridad política. En dicho año, Tenzin Gyatso (el 14º Dalái Lama) tomó la decisión de declinar todos los cargos de tipo político.
El Vaticano, por su parte, es una teocracia que sigue en pleno funcionamiento. El Papa (actualmente Francisco) es el jefe del Estado y, además, la autoridad máxima a nivel religioso.
Es importante tener en cuenta que en las teocracias: el pueblo no elige a sus representantes. Las personas, por otra parte, no pueden postularse para representar a sus compatriotas, ya que la característica principal de la teocracia es que se consideran a los dirigentes como emanaciones de Dios o representantes de él. Esta particularidad, a su vez, anula la posibilidad de ejercer la oposición debido a que, si el dirigente es Dios o su representante, nadie puede reemplazarlo. En Irán tras la Revolución Islámica, se estableció una república islámica con una constitución de corte islámico y unos órganos de gobierno que deben velar por el cumplimiento de principios religiosos. Aunque actualmente el poder ejecutivo lo ejerce el presidente electo democráticamente, el clero islámico debe dar su aprobación a cualquier candidato que opte a un puesto de elección popular. Este tipo de gobierno teocrático se inspira en el libro del chiita ayatolá Jomeini Velayat-e faqih (en persa: ولایت فقیه; también conocido como Gobierno islámico en español), publicado en 1970, y, probablemente, el más influyente documento escrito en los tiempos modernos en favor de la Teocracia. Arabia Saudi y Marruecos son casos discutibles. En el caso de Arabia Saudí el país se declara defensor del Islam y que el Corán es su constitución, además el Rey de Arabia Saudí ostenta el título de Guardián de los Santos Lugares, así mismo Marruecos es una monarquía constitucional, sin embargo, el Rey de Marruecos es también líder espiritual del país y ostenta el título de Príncipe de los Creyentes. No obstante, debido a su naturaleza de monarquías no suelen ser incluidas dentro de las teocracias. Ejemplos de gobiernos teocráticos que ya no están vigentes fueron el Califato del Imperio, el gobierno del Emperador de Japón —que era considerado un dios viviente en tiempos antiguos—, el gobierno del Dalái Lama en Tíbet y el gobierno del Bogd Khan  en Mongolia. El Imperio Sij de la India también fue una forma de gobierno teocrática durante su existencia, y en alguna medida, se aplicaría lo mismo a Inglaterra, ya que el Rey de Inglaterra era, a su vez, cabeza de la Iglesia de Inglaterra. Esta forma de gobierno fue apoyada por el reformista Juan Calvino.
Sin embargo, resulta difícil definir hasta qué punto un gobierno es teocrático o monárquico, ya que muchas monarquías se definen como “divinas” en naturaleza o están directamente relacionadas con una religión. El zar de Rusia, por ejemplo, con la Iglesia ortodoxa rusa, el rey de Tailandia con el budismo, el emperador de China considerado un ser divino (de allí el término Imperio Celestial), el rey de Bután con el lamaísmo, etc.

Diferentes líderes han sido tanto políticos como religiosos. Tres casos similares serían los del papa dentro de la Iglesia católica, el califa del Islam y el Dalái Lama en el budismo tibetano.

No comments:

Post a Comment