Las atómicas Malvinas
Guillermo García Machado
Mientras un submarino nuclear británico,
armado con misiles y torpedos de gran potencia, partió la pasada semana rumbo a
las islas Malvinas, según el diario londinense "Sun on Sunday", la Nación Argentina ratifica su legítima e
imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich
del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte
integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el
ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes,
y conforme a los principios del derecho internacional constituyen un objetivo
permanente e irrenunciable del pueblo argentino. El arribo de la
embarcación al archipiélago austral, de acuerdo a esa información --que
confirmaría previas denuncias de la Casa Rosada--, está previsto para el jueves
14 de junio, cuando se cumplirán treinta años del final de la guerra de
1982."England vs Argentina... we bring on the sub" (Inglaterra vs. Argentina...
llevamos el submarino) titula el rotativo, en alusión al "HMS
Talent", que está apostado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y dispone de
misiles Tomahawk --que tienen un alcance de 1.000 millas marinas (poco más de
2.000 kilómetros)-- y torpedos Spearfish. En secreto, Londres pidió permiso
para atracar entre el jueves 10 de este mes y el miércoles 30.El artículo
periodístico asegura que, durante los próximos meses, la nave patrullará las
aguas cercanas a Malvinas y vigilará la zona. "Su presencia mitigará los
temores acerca de intentos inoportunos de la Argentina", señaló el
redactor de la nota. Desde el ministerio de Defensa británico, se evitó
formular mayores precisiones respecto al tema. "No vamos a comentar sobre
operativos de submarinos", se limitó a decir una fuente, según la agencia
española EFE. Del tipo Trafalgar, el "HMS Talent" fue botado en 1988
y, durante veinticuatro años, ejecutó maniobras en todo el mundo. Aunque
utiliza energía atómica para su propulsión, carece de ojivas nucleares.Encuadre
político. La decisión británica enmarca una escalada entre ambos gobiernos en
torno al reclamo de abrir el diálogo para hallar una solución pacífica al
histórico diferendo. Días atrás, Cristina Fernández cuestionó lo que catalogó
de "provocaciones" del Reino Unido --"como enviar
destructores", dijo-- y, durante su reciente viaje a Angola (sudoeste
africano) hizo una enfática defensa de la posición nacional. El ministro de
Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, también instó al primer ministro David
Cameron a que acceda a entablar conversaciones y le pidió honrar "la
memoria de los muertos" en la guerra, "construyendo la paz". El
canciller, además, rechazó un pedido del ministro de Defensa, Philip Hammond,
de retirar el aviso televisivo protagonizado por el deportista Fernando
Zylberberg, jugador de la selección de hockey sobre césped, mientras entrenaba
en suelo isleño para competir en los Juegos Olímpicos Londres 2012. Las voces
gubernamentales se completaron con la embajadora Alicia Castro, que volvió a la
carga durante un seminario internacional celebrado en la capital
británica." El Reino Unido adopta una postura que no sólo es hostil sino
ilegal al rechazar las propuestas argentinas para negociar y negarse a aceptar
los buenos oficios del secretario general de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon,
y al no proponer algún otro medio alternativo de solución de la
controversia", subrayó. Finalmente, como parte del trigésimo aniversario
de la guerra, el Senado de la Nación aprobó la creación de una comisión
bicameral para recopilar información y antecedentes que sustenten la
reafirmación de nuestra soberanía.Poder de fuego. Munido de misiles Tomahawk,
con alcance superior a los 2.000 kilómetros, el "HMS Talent"
patrullará las aguas de las islas. Irónicamenmte encontramos que antes de 1982, los propios militares
británicos no sabían con claridad dónde quedaban esas lejanas islas bajo su supuesto
dominio. Aunque rechazan tajantemente el reclamo argentino por la soberanía del
archipiélago, los veteranos británicos de la guerra de Malvinas reconocen que
"los isleños habían sido olvidados y su economía estaba en declive"
antes del conflicto y, que fue tras la guerra, que resurgió el interés en su
país. Admite Anthony Davis, ex combatiente: "Esa guerra nunca debería
haber ocurrido, no había necesidad".