Eficiencia y Eficacia
Guillermo Garcia Machado
Normalmente nos quejamos de la falta de voluntad política
para que los gobernantes latinoamericanos entiendan la necesidad de poner
adelante la eficiencia de sus actos para luego medir la eficacia de los resultados
obtenidos dentro de su complejo quehacer
político administrativo. La noción de eficiencia tiene
su origen en el término latino efficientia y refiere a la habilidad de contar con algo o alguien para obtener un resultado. El
concepto también suele ser equiparado con el de fortaleza o el
de acción. Por
ejemplo: “Demuestra tu eficiencia para hacer este trabajo y te quedarás en
la empresa”, “La eficiencia de este motor no
puede ser discutida”, “Sin eficiencia, la existencia
de esta oficina no tiene sentido”.
La
eficiencia, por lo tanto, está vinculada a utilizar los medios disponibles de
manera racional para llegar a una meta. Se trata de la capacidad de alcanzar un
objetivo fijado con anterioridad en el menor tiempo posible y con el mínimo uso
posible de los recursos, lo que supone una optimización.
Es posible encontrar la idea de eficiencia en distintos ámbitos. En la física, por ejemplo,
la eficiencia tiene que ver con el vínculo entre la energía que se invierte y
la energía que se aprovecha en un procedimiento o en un sistema.
En economía,
se habla de la eficiencia de Pareto (por Vilfredo Pareto) para
nombrar al estado que se alcanza cuando resulta imposible mejorar la situación
del componente de un sistema sin atentar contra otros.
Un ejemplo de la eficiencia de Pareto sería el siguiente: un hombre ingresa a
una tienda a comprar una computadora.
Cada una cuenta con distintas características y con su propio precio, que suele
vincularse a la calidad. Así, cuando el comprador se decide a concretar su
adquisición, existen dos posibilidades: Por un lado, que la persona cuente
con dinero suficiente para adquirir la mejor computadora sin tener que
preocuparse por el precio. Aquí hay un único objetivo: la compra del equipo con
las mejores características técnicas. Por otra parte, puede ocurrir que el
comprador tenga un presupuesto limitado. Se genera entonces un problema de
objetivos múltiples, ya que la persona tiene que considerar las propiedades
técnicas de la computadora pero también su precio. En este caso, no existe un
producto óptimo, sino que hay varias opciones pareto-óptimas que pueden
escogerse.
Principalmente el término hace referencia a aquellos recursos que se
tienen (humanos, tecnológicos, financieros,
físicos, etc) para conseguir algo, la forma en la que son utilizados y
los resultados a los que se ha arribado, cuanto mejor hayan sido aprovechados
esos recursos mayor será la eficiencia en la forma de buscar dicha meta.
La
eficiencia puede ser definida de una forma u otra de acuerdo a qué rubro sea
aplicada. Por ejemplo, si se la aplica a la administración hace
referencia al uso de los recursos que son los medios de producción que se
tienen disponibles y puede llegar a conocerse el nivel de eficiencia
desarrollado a través de la ecuación E=P/R (P=
productos resultantes; R=recursos utilizados). Algunos expertos como Koontz y Weihrich aseguran
que la eficiencia consiste en el logro de aquellas metas que se ha propuesto
una empresa utilizando para ello la menor cantidad posible de recursos. Por su
parte, Robbins y Coulter, dicen que es
obtener resultados de una magnitud importante invirtiendo la mínima cantidad
posible en ella; mientras que Reinaldo
O. Da Silva se inclina a decir que eficiencia implica operar de una
determinada forma en la cual todos los recursos se utilicen de la manera más
adecuada posible.
En lo que respecta a la economía, en ella la eficiencia implica el aprovechamiento
de los recursos de la sociedad de la mejor forma posible, satisfaciendo con los
resultados los deseos y necesidades de los individuos. Dentro de esta área el
experto Simón Andrade, la define como la
forma en la que se mide la capacidad
de actuación de un determinado sistema donde se minimiza el uso de
los recursos que se tienen.
Un error que suele cometerse es el de confundir el significado del término eficiencia con el de eficacia,
cuando en realidad ambos son sumamente diferentes.
Mientras que la eficiencia implica una relación positiva entre el uso de
los recursos del proyecto y los resultados conseguidos, la eficacia se refiere
al nivel de objetivos conseguidos en un determinado plazo, es decir a la
capacidad para conseguir aquello que un grupo se propone. Ser eficaces es
simplemente alcanzar la meta estipulada, sin importar el nivel de recursos
empleados.
Esto significa que se puede ser eficiente sin ser eficaz y viceversa,
pero si se reúnen ambos requisitos, estaríamos ante un proyecto ideal: eficiente porque
se ha conseguido utilizando el mínimo de recursos y eficaz porque no se ha extendido
en el plazo que nos habíamos propuesto.