ACAPARAMIENTO
Guillermo Garcia Machado
Parece necesario buscar el
sentido del Acaparamiento cuando son los propios gobiernos cargados de ideologías
arcaicas quienes lo promueven, debiendo entenderse que es el proceso y el resultado de acaparar. Este verbo, que
procede del francés accaparer,
refiere a acumular bienes o a apropiarse de ciertos productos. Por
ejemplo: “El gobierno
anunció que castigará el acaparamiento de productos de primera necesidad por
parte de los comerciantes”, “El
psicólogo brindará una charla sobre el acaparamiento compulsivo”, “El acaparamiento de tierras en
pocas manos es un problema mundial”.
Por lo general, el acaparamiento se asocia a la codicia y
al egoísmo.
Cuando se acaparan bienes finitos (limitados) que son requeridos por muchas
personas, el efecto del acto es que habrá sujetos que no pueden acceder a
dichos bienes. Supongamos que, por diversas cuestiones económicas, en un país
existe una escasa disponibilidad de leche. Si un supermercado logra acceder a
miles de litros y, sin embargo, no los pone a la venta para hacer que el precio
suba, dicho acaparamiento no solo puede ser condenado desde un punto de vista moral, sino que también puede llegar a ser
penado por la ley.
Este tipo de acaparamiento, de hecho, suele ser castigado por el Estado.
La acción implica una especulación para influir en el mercado, forzando a
un aumento de precios que genera una ganancia extraordinaria para el acaparador.
En algunos casos, esta conducta puede incluso poner en riesgo la vida de las
personas, que ven imposibilitado el acceso a bienes de primera necesidad.
Existe un trastorno psicológico, por otra parte, que es conocido
como el síndrome de
acaparador compulsivo. En este marco, la persona tiende
al acaparamiento
excesivo y sin control de diversos objetos. La acumulación
de elementos puede dificultar el desplazamiento por la casa o hasta impedir la
realización de actividades esenciales, como limpiar o descansar con comodidad.
El acaparamiento de enormes
recursos económicos en manos de una reducida minoría social sólo contribuyó a
hacer más injusta la distribución de la riqueza nacional y a consolidar la
fortaleza de un grupo cuyo ideario es claramente opuesto al de la Revolución
Mexicana de 1910.
La prensa, la radio, la televisión y
los demás medios de expresión y comunicación social; y, en general, las
empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de
comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento,
directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares.
Es de vieja data cuando México
expresó su pública condenación de toda guerra de conquista o de invasión a la
soberanía de los pueblos y fue precisamente buscando una fuerza superior y
efectiva contra las guerras imperialistas y los bombardeos de ciudades abiertas
que en el primer Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores
Mexicanos, se aprobó la celebración de un Congreso Mundial de Trabajadores,
para llevar a la conciencia de las masas populares, la convicción de que la
necesaria eliminación de las guerras imperialistas depende de la solidaridad de
los trabajadores del mundo, patentizando así que su lucha social no persigue
intereses mezquinos, sino el respeto a la vida humana, la supresión del acaparamiento de
la riqueza...siendo que nadie se da cuenta de esa visión ideológica de la
política Mexicana......Dicho sea de paso en todos los países desarrollado ,
incluyendo en los que priva la Ley de Mercados se persigue el acaparamiento que
hemos traído a colación, siendo terrible cuando el Estado o cualquier expresión
de su estructura se convierte en acaparador, como el caso de Venezuela.
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