Sedición
Guillermo García Machado
Sedición, un término que deriva del latín seditĭo, es un levantamiento grupal contra los
gobernantes, las autoridades o el orden vigente. Por lo general, se considera
la sedición como un movimiento o una actitud que tiene una gravedad menor que una rebelión o una revolución. Fomentar organizaciones que se oponen a la
autoridad, promover la resistencia al poder y realizar discursos públicos en contra del orden
establecido son algunas acciones típicas de la sedición. Estas prácticas pueden
considerarse como un delito dependiendo
del contexto y la legislación de cada país.
De esta manera, hay que decir que las
manifestaciones pacíficas, los actos de protesta y el ejercicio de la oposición política no suelen
considerarse como actos de sedición, ni acciones ilegales en los regímenes democráticos.
Podemos tomar el caso de la República Argentina para comprender
qué es la sedición y en qué punto se consideran sus acciones como un delito. De
acuerdo a la Constitución de este país sudamericano, el pueblo
gobierna a través de sus representantes y de las autoridades establecidas por
la Carta Magna. Las personas que
pretenden atribuirse los derechos de los ciudadanos y realizar reclamos en su
nombre, afirma la Constitución argentina,
incurren en el delito de sedición.
De este modo, si integrantes de la fuerza
policial deciden no acatar las órdenes del poder político hasta que se les
otorgue un aumento de salario, estas personas podrán ser acusadas de sedición ya que no
están respetando lo establecido por la Constitución.
En Argentina, las condenas por
sedición pueden acarrear varios años de cárcel.
La persona responsable de promover las actitudes
y los hechos recién descritos, correspondientes a una situación que puede
catalogarse de sedición, se considera “sediciosa”, una palabra que puede actuar
como adjetivo o como sustantivo, según el caso.
Con respecto al término sedición, puede decirse
que en la modernidad apareció por primera vez alrededor del 1590, durante el
reinado de Isabel I, aunque mucho antes ya puede apreciarse en la biblia
católica para referirse a la acción de promover a través de escritos o palabras
la hostilidad hacia la autoridad constituida o el Estado.
Existen leyes de sedición en países como Estados Unidos y Australia; en este
último, forma parte de una ampliación de las sanciones y definiciones de la
legislación antiterrorista que efectuaron en el mes de diciembre de 2005. Un
caso conocido de sedición tuvo lugar en el año 1981, cuando un nacionalista
puertorriqueño llamado Oscar López Rivera, quien había luchado en la guerra de
Vietnam, recibió una condena a 70 años en
la cárcel por haber conspirado en un delito sedicioso, entre otros.
López Rivera se encuentra entre los 16 individuos
a los cuales Bill Clinton les ofreció un indulto condicional en el año 1999;
sin embargo, él no lo aceptó. Según su hermana, la razón de su rechazo se debió
a que no veía la diferencia entre estar encerrado y no poder hacer un uso pleno
de su libertad. El tiempo que este hombre pasó en la cárcel, 32
años, lo ubica en el puesto del preso político que más ha durado tras las rejas
en la historia de su país, pero también a nivel mundial.
En el año 2005, una mujer mexicana fue el foco de
una investigación por actos sediciosos, luego de haber
escrito una carta a un diario local en la cual criticaba negativamente al gobierno.
El Sindicato para las Libertades Civiles en
América estuvo a cargo del caso y consiguió que la acusada
fuera exonerada de los cargos. Colombia considera la sedición como un delito
que obstruye temporalmente el régimen legal vigente a través del uso de armas,
y contempla la exclusión de la pena siempre que no acarree actos de barbarie,
ferocidad o terrorismo.En las dictaduras cualquier manifestación individual o colectiva contra
las autoridades se considera sedición, los ejemplos sobran en Venezuela.
No comments:
Post a Comment