Vaina
Guillermo García Machado
Entrando en lo coloquial,
vaina es un concepto que proviene de vagīna, un vocablo de la lengua latina. El
término se utiliza en diferentes contextos, con
distintas acepciones. Una vaina puede
ser la funda que protege
un arma, sobre todo
un arma blanca. Por eso la
acción de tomar el arma, quitándola de la vaina, se conoce como desenvainar. Por ejemplo: “Guarda tu cuchillo en la vaina, que no hay ningún peligro
aquí”, “Mi tío me regaló una
vaina de cuero para el puñal”, “El
hombre mantuvo su mano derecha sobre la vaina durante largos minutos, siempre
listo para desenvainar si la situación lo ameritaba”.
La vaina puede
confeccionarse con metal, cuero o madera, entre otros materiales. La hoja del
arma se introduce a través del brocal (también
conocido como garganta). Cuando la vaina está hecha de un material que puede
dañarse por la punta del arma, se le añade una protección adicional, de mayor
solidez, en su extremo.
Cabe destacar
que el elemento que permite envolver la pólvora y
las balas en un mismo espacio también recibe el nombre de
vaina. De este modo, cuando un arma de fuego es disparada, expulsa el proyectil
con gran fuerza y la
vaina de la bala cae. Si un grupo de investigadores encuentran tres vainas en
una habitación de una casa donde ha ocurrido un crimen, es posible que asuman
que allí se realizaron tres disparos con un arma de fuego.
En el terreno
de la botánica, por otra
parte, se llama vaina a la cáscara que
encierra ciertas semillas o al sector de la hoja o del pecíolo que se ensancha: “Anoche comí una bolsa entera de maní con vaina”, “Para hacer esta torta utilice una vaina de vainilla”.
Existen
muchas verduras de
vaina, y se caracterizan por poseer bajas calorías y un alto valor nutricional.
Algunas de las más conocidas y usadas en la cocina son las siguientes: judías
verdes planas; judías verdes Málaga; Kenia Haricot; habas; guisantes;
tirabeques.
En
algunos países centroamericanos,
por último, vaina es una situación o una
persona molesta: “No soporto más esta
vaina: mejor nos vamos de este lugar”.
Colombia Y
Venezuela son los países en los cuales más se utiliza el término vaina, y no
tiene un significado definido,
sino que sirve para mencionar cualquier objeto o
situación de la cual nos hayamos olvidado el nombre. Es una
auténtica muletilla que asiste a los colombianos en su habla cotidiana para
evitarles los segundos necesarios para dar con esas
palabra escurridizas. Algo similar ocurre en otros países con
vocablos de dudosa procedencia, como ser “coso”. Mientras que en Colombia y
Venezuela resulta común encontrarse con oraciones tales como “No sé dónde dejé esa vaina” o “¿Conseguiste la vaina que te dije?”, en
Argentina no es raro oír “Sí, es que para
desarmarlo necesito el coso” o “Todavía estoy buscando el coso”.
Cabe mencionar
que no siempre los colombianos y venezolanos recurren a la palabra vaina cuando
no encuentran la adecuada; por el contrario, muchas veces la utilizan
para hablar en código si se
encuentran frente a alguien con quien no quieran compartir cierta información; por ejemplo,
si una persona está charlando con un compañero de trabajo y quiere hacer
referencia a sus planes de renunciar, pero en la misma oficina se encuentra su
jefe, bien puede decir “al final voy a seguir
adelante con la vaina que te comenté”.
Por otro lado,
también existe la expresión echar vaina a
alguien, que significa regañarlo o
intentar humillarlo de forma indirecta, situaciones que suelen estar dirigidas
a niños y adultos, respectivamente.
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