La Vida Digna
Guillermo García Machado
La capacidad de nacer, desarrollarse,
reproducirse y morir se conoce como vida. El concepto también alude a la actividad que
lleva a cabo un ser orgánico y a la existencia en un sentido amplio o general.
Digno, por su parte, es aquello que dispone de dignidad: es decir,
que tiene una calidad aceptable o excelencia. Lo digno, en otras palabras, es
algo que se puede utilizar o consentir sin vergüenza u oprobio.
La idea de vida
digna se asocia a la existencia que puede llevar una
persona cuando logra satisfacer sus
necesidades básicas. Por contraposición, quien no consigue
tener satisfechas estas necesidades primordiales, no puede tener una vida
digna.
Es importante
tener en cuenta que aquello que se entiende como una vida digna varía de
acuerdo a las personas y las culturas. Es habitual,
como decíamos líneas arriba, que la vida digna se vincule a la posibilidad
de dormir bajo techo, alimentarse todos los días y tener
acceso a la educación y
a los servicios de salud,
entre otras cuestiones consideradas imprescindibles para que un ser humano pueda
subsistir y desarrollarse. Sin embargo, un individuo puede ser millonario y
tener resueltas todas sus necesidades materiales pero, a su vez, no tener una
vida digna, ya que basó su fortuna en actividades
criminales.
El concepto de
vida digna también aparece cuando una persona atraviesa
una enfermedad terminal. Hay
quienes sostienen que, cuando el individuo ya no puede valerse por sí mismo,
atraviesa grandes dolores y padece una enfermedad que lo llevará indefectiblemente
a la muerte, no puede tener una vida digna: por eso, merece contar con la
posibilidad de elegir cuándo morir (eutanasia).
Precisamente
en esta línea tenemos que destacar la existencia de un espacio web que se da en
llamar Vida digna y que gira en torno a la citada eutanasia, al suicidio
asistido y a la consecución de una vida lo más digna posible, valga la
redundancia, hasta el final.
En ese
espacio, entre otras cosas, por ejemplo, se habla de los argumentos que hay a
favor y en contra de la eutanasia. En cuanto a estos últimos, a los motivos
para rechazarla, establece que aceptarla es una manera de indicar que elegir la
muerte es la forma de acabar con los problemas y que viene a “atentar” contra
el ordenamiento jurídico.
La legislación
vigente sobre una vida digna, la tónica general al respecto en otros países o
libros que hablan sobre la misma son también elementos fundamentales que dan
forma al contenido de la citada página web.
Una de las personas
que más luchó en su momento por la muerte digna se establece que fue el español
Ramón Sampedro, cuya vida inspiró la película “Mar adentro” (2004) realizada
por Alejandro Amenábar y protagonizada por Javier Bardem y Belén Rueda.
Que se le
reconociera su derecho a morir, tras pasar 30 años en una cama por culpa de una
tetraplejia, fue por lo que abogó en todo momento. Y es que consideraba que esa
era la manera de poder tener una vida y una muerte digna. Escribió libros,
concedió entrevistas y finalmente consiguió su objetivo, fallecer, aunque hay
incógnitas al respecto.
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