El abandono Escolar
Guillermo García Machado
El abandono es el acto y el resultado de abandonar: dejar algo, alejarse de él. Escolar, por su parte, es aquello vinculado a la escuela (el centro educativo donde se brinda instrucción). La
noción de abandono escolar, de este modo,
refiere al alejamiento de un alumno de
una institución educativa antes de la finalización de la etapa que estaba
cursando. Dicho de otro modo: cuando un estudiante deja de asistir a la escuela pese a que
todavía no completó su formación, está incurriendo en el abandono escolar.
El abandono escolar es un problema
social. Aquellas personas que no completan la formación obligatoria que
fija el Estado no
cuentan con los conocimientos necesarios para insertarse con éxito en el
mercado laboral. De este modo, solo pueden aspirar a conseguir empleos
informales o precarios, sin posibilidad de progreso. Puede decirse que estos
individuos se encuentran en desventaja ante
aquellos que sí completaron sus estudios escolares.
Para los niños, el acceso a la educación es un derecho. Por eso el
abandono escolar convierte al niño en una víctima.
Por otra parte, debido a la obligatoriedad de la escolaridad, los padres que
permiten que un menor abandone la escuela son responsables de esta
circunstancia.
Por lo general, el abandono escolar
está relacionado a otras problemáticas sociales. Hay padres que, ante la falta
de dinero,
no pueden enviar al niño a la escuela ya que no logran solventar los gastos de
traslado, alimentación, material de estudio, etc. A su vez, la necesidad de
generar ingresos lleva a los adultos a hacer trabajar a los niños. Así se
produce el abandono escolar. Para evitar esto, el Estado debe garantizar que la
familia acceda a los recursos materiales necesarios para su subsistencia y para
que el menor pueda completar sus estudios. Según el Panorama social de América Latina, 2011-2012,
publicado hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para el 2010 la tasa
global de deserción entre los adolescentes antes de completar la educación
secundaria era inferior a 20% en las zonas urbanas de Bolivia (9%), Chile
(14%), Perú (16%) y República Dominicana (19%). En Argentina (23%), Brasil
(23%), Colombia (24%) y Panamá (25%) fluctuaba entre un 20% y un 25%. En ocho
países afectaba a un porcentaje de entre 25% y 35% de los adolescentes: Costa
Rica (30%), Ecuador (28%), El Salvador (30%), México (35%), Nicaragua (34%),
Paraguay(32%), Uruguay (32%) y Venezuela (35%), afectaba a un porcentaje, en
Honduras y Guatemala la tasa de deserción escolar urbana alcanzaba a 40% y 47%,
respectivamente.
El estudio
de la CEPAL estima la magnitud de la deserción
escolar en 18 países y su evolución durante los años noventa a partir de
información proveniente de las encuestas de hogares y el análisis de la
situación escolar de los adolescentes. Allí se señala que "la repetición y
el retraso escolar - fenómenos que frecuentemente anteceden a la deserción
escolar -, así como el limitado aprendizaje de los contenidos básicos de la
enseñanza, son características de los sistemas educacionales latinoamericanos
que reducen su potencial para actuar como mecanismo de igualación de
oportunidades y de inclusión social". “En términos
generales, siete de cada diez niños y adolescentes no escolarizados provienen
de los hogares más expuestos a privaciones económicas. No obstante, se observa
que entre los adolescentes que no concurren a la escuela, se ha incrementado la
proporción que proviene de sectores socioeconómicos medios y altos, a la vez
que el peso relativo de estos sectores aumenta con la edad”, dice el estudio.
De ese modo, si bien en las edades más tempranas el principal motivo de
deserción es simple y puramente la pobreza, a medida que llega la adolescencia
aparecen factores como “el desinterés por estudiar”, la imposibilidad de
compaginar estudios y trabajo o las cargas familiares, según el trabajo que
analiza datos de la última década de Bolivia, Chile, Panamá, Costa Rica,
Nicaragua y Paraguay.
No comments:
Post a Comment