Sunday, August 30, 2015

El abandono Escolar
Guillermo García Machado
El abandono es el acto y el resultado de abandonar: dejar algo, alejarse de él. Escolar, por su parte, es aquello vinculado a la escuela (el centro educativo donde se brinda instrucción). La noción de abandono escolar, de este modo, refiere al alejamiento de un alumno de una institución educativa antes de la finalización de la etapa que estaba cursando. Dicho de otro modo: cuando un estudiante deja de asistir a la escuela pese a que todavía no completó su formación, está incurriendo en el abandono escolar.
El abandono escolar es un problema social. Aquellas personas que no completan la formación obligatoria que fija el Estado no cuentan con los conocimientos necesarios para insertarse con éxito en el mercado laboral. De este modo, solo pueden aspirar a conseguir empleos informales o precarios, sin posibilidad de progreso. Puede decirse que estos individuos se encuentran en desventaja ante aquellos que sí completaron sus estudios escolares.
Para los niños, el acceso a la educación es un derecho. Por eso el abandono escolar convierte al niño en una víctima. Por otra parte, debido a la obligatoriedad de la escolaridad, los padres que permiten que un menor abandone la escuela son responsables de esta circunstancia.
Por lo general, el abandono escolar está relacionado a otras problemáticas sociales. Hay padres que, ante la falta de dinero, no pueden enviar al niño a la escuela ya que no logran solventar los gastos de traslado, alimentación, material de estudio, etc. A su vez, la necesidad de generar ingresos lleva a los adultos a hacer trabajar a los niños. Así se produce el abandono escolar. Para evitar esto, el Estado debe garantizar que la familia acceda a los recursos materiales necesarios para su subsistencia y para que el menor pueda completar sus estudios. Según el Panorama social de América Latina, 2011-2012, publicado hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para el 2010 la tasa global de deserción entre los adolescentes antes de completar la educación secundaria era inferior a 20% en las zonas urbanas de Bolivia (9%), Chile (14%), Perú (16%) y República Dominicana (19%). En Argentina (23%), Brasil (23%), Colombia (24%) y Panamá (25%) fluctuaba entre un 20% y un 25%. En ocho países afectaba a un porcentaje de entre 25% y 35% de los adolescentes: Costa Rica (30%), Ecuador (28%), El Salvador (30%), México (35%), Nicaragua (34%), Paraguay(32%), Uruguay (32%) y Venezuela (35%), afectaba a un porcentaje, en Honduras y Guatemala la tasa de deserción escolar urbana alcanzaba a 40% y 47%, respectivamente.

El estudio de la CEPAL estima la magnitud de la deserción escolar en 18 países y su evolución durante los años noventa a partir de información proveniente de las encuestas de hogares y el análisis de la situación escolar de los adolescentes. Allí se señala que "la repetición y el retraso escolar - fenómenos que frecuentemente anteceden a la deserción escolar -, así como el limitado aprendizaje de los contenidos básicos de la enseñanza, son características de los sistemas educacionales latinoamericanos que reducen su potencial para actuar como mecanismo de igualación de oportunidades y de inclusión social". “En términos generales, siete de cada diez niños y adolescentes no escolarizados provienen de los hogares más expuestos a privaciones económicas. No obstante, se observa que entre los adolescentes que no concurren a la escuela, se ha incrementado la proporción que proviene de sectores socioeconómicos medios y altos, a la vez que el peso relativo de estos sectores aumenta con la edad”, dice el estudio. De ese modo, si bien en las edades más tempranas el principal motivo de deserción es simple y puramente la pobreza, a medida que llega la adolescencia aparecen factores como “el desinterés por estudiar”, la imposibilidad de compaginar estudios y trabajo o las cargas familiares, según el trabajo que analiza datos de la última década de Bolivia, Chile, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Paraguay.

No comments:

Post a Comment