Islam
Guillermo
García Machado
El islam es
una religión monoteísta que
se basa en el libro del Corán. Sus fieles creen en Alá (Dios) y
en el profeta Mahoma como su mensajero. El Corán, de hecho,
fue dictado por Alá a Mahoma a través de Yibril (el arcángel Gabriel),
según afirma la tradición islámica.
Los fieles del
islam son los musulmanes, un término que proviene del árabe muslim. Para los
musulmanes, Jesucristo no es el hijo de Dios, sino que se
trata de un profeta como Abraham, Moisés y Noé, entre muchos otros.
Existen entre
1.000 y 1.800 millones de musulmanes en todo el mundo, que adoran
exclusivamente a Alá (no hay santos ni otras figuras similares en el
islam). Los cinco pilares de su fe son la
aceptación del principio básico de que existe un solo dios, la oración,
el azaque (la
ayuda a los necesitados), el ayuno en el mes del ramadán y la peregrinación al
menos una vez en la vida, para aquéllos que puedan hacerlo, a La Meca (la
ciudad de nacimiento de Mahoma, un lugar sagrado para el islam).
La persona
encargada de dirigir la oración colectiva
en el islam se conoce como imán. Aunque se suele comparar al imán con los sacerdotes
católicos o los rabinos judíos, lo cierto es que cualquier musulmán que conozca
a la perfección los rezos puede asumir este rol.
Otro término
importante del islam es la yihad (“lucha”), a veces traducido como “guerra santa”.
Este concepto es entendido de diversas formas, según la visión de cada grupo musulmán,
y está vinculado al enfrentamiento contra aquéllos que se oponen a la voluntad
de Alá.
De acuerdo a
las palabras del Corán, la vida matrimonial debe
girar en torno a una serie de obligaciones de cada parte hacia la otra. El
hombre tiene la tarea de mantener a su esposa e hijos, asegurándoles el
alimento, la ropa y la vivienda. Su rol es el de un protector, que debe
esforzarse por ofrecer el mejor trato posible a su familia. Asimismo, los
estudiosos aseguran que la mujer cuenta con el derecho de mantener relaciones
sexuales con su esposo al menos una vez por período menstrual.
El papel de la
esposa y madre debe ser piadoso, respetuoso y obediente de la
voluntad de su marido, mientras sus exigencias no la lleven a cometer un
pecado. Es muy importante que jamás abran las puertas de su casa a alguien que
no sea del agrado de su esposo, tanto en sentido figurado (que nunca busquen
perjudicarlos, que no se alíen con sus enemigos) como literal.
Por último,
los hijos tienen el derecho de nacer en una buena familia, con padres y madres
que los quieran y les garanticen protección y dedicación. El primer aspecto a
tener en cuenta es el nombre, que debe ser escogido a consciencia; luego, es
importante que no existan favoritismos por parte de los progenitores
hacia algunos de los niños y que les proporcionen la educación que
Mahoma quiso para ellos.
No comments:
Post a Comment