VERAZ
Guillermo
García Machado
Del latín verax, veraz es un adjetivo que refiere a quien dice o profesa siempre la verdad. El término también se aplica a la información cierta y contrastable. Por ejemplo: “Martín es un hombre veraz, puedes confiar en lo que él te dice”, “El gobierno ha solicitado datos veraces a las consultoras para decidir si el ministro se presentará en las próximas elecciones como candidato a diputado”, “Se estima que el atentado ha dejado más de una decena de muertos, aunque aún no hay una cifra veraz difundida por un organismo oficial”.
Dentro
del ámbito de los medios de comunicación es fundamental el término
que ahora estamos analizando. Y es que se considera que es
imprescindible que toda la información que se dé al público sea
veraz, y no una tergiversación de parte del propio periódico y del
correspondiente periodista. En concreto, se exige siempre al
profesional de este campo que diga noticas veraces para que así el
ciudadano pueda conocer la verdad de un hecho al completo. De ahí
que se establezca que aquel es imprescindible que se ciña
absolutamente a informar de los hechos que han acontecido y que no
tergiverse los mismos en base a sus ideas, prejuicios, intereses o
afinidades políticas.
Es
más, para muchos estudiosos y expertos se establece que la veracidad
informativa es la obligación, el deber, que tiene que tener todo
periodista con respecto a la verdad. Eso supone, por tanto, que actúe
con diligencia a la hora de tratar una información, de investigarla
y de luego poder dársela a conocer al público. De ahí que se
establezca que para alcanzar aquella, se deben seguir los pasos que
exponemos a continuación:
Verificación del hecho y diferenciación de lo que son las opiniones.
Documentación, averiguación del acontecimiento y contrastación de los datos que se han conseguido recabar. Análisis del suceso en sí teniendo en cuenta el contexto en el que ha tenido lugar.
Verificación del hecho y diferenciación de lo que son las opiniones.
Documentación, averiguación del acontecimiento y contrastación de los datos que se han conseguido recabar. Análisis del suceso en sí teniendo en cuenta el contexto en el que ha tenido lugar.
Estas
ideas, y otras muchas más, componen libros y artículos tan
interesantes sobre la veracidad informativa como este: “La
veracidad informativa como exigencia institucional al ejercicio de la
libertad de información de los medios periodísticos”.
En
su dinamismo, justifica la idea de que los hechos deben ser
divulgados tal y como han sucedido o en su defecto, como han
sido relatados por los testigos presenciales.
Toda información que quede fuera de estos límites corresponde a una
mentira, fabricación de datos,
fraude y en última instancia, vulnera la justa posibilidad de los
ciudadanos a mantenerse informados. Los rasgos que suelen explicar el
significado de "información veraz" son dos: el primero, la
interpreta desde un enfoque rigurosamente objetivo; el segundo lo
hace en un sentido exclusivamente subjetivo.
Para
los defensores de la postura objetiva, toda información
veraz es aquella en la cual se reconoce de forma absoluta el
testimonio facilitado en base a los sucesos acaecidos, incluye
sobre otra cualquier valoración, el requerimiento de que haya una
coincidencia absoluta e incuestionable entre los antecedentes
suministrados y los hechos, de manera que si no se evidencia una
sincronía plena, la información no puede ser veraz. Esta primera
explicación, es apoyada básicamente por la doctrina italiana;
ahora la eliminación de la referencia a la objetividad, puede
comprenderse como una pretensión de alejarse de esta propuesta y
así sortear el haber de “verdades exclusivas”, que al ser
llevadas a la práctica pueden significar, “actuaciones represivas
por parte del estado, que muchas veces son evidentes abusos de
Derecho”.
No comments:
Post a Comment