DESPOTISMO ILUSTRADO
Guillermo García Machado
Este concepto suele estar vinculado con un
tipo de gobierno que posee el poder absoluto y
cuyo accionar no se encuentra limitado por las leyes existentes. El concepto de ilustrado, a su vez, se encuentra
relacionado con aquello perteneciente o relativo a la ilustración (el movimiento filosófico y
cultural surgido en el siglo XVIII que postulaba el predominio de la razón por
sobre las emociones y que consideraba que en el uso de la inteligencia residía
el progreso de toda la humanidad).
Durante la Ilustración existió un
tipo de gobierno que se conoció como despotismo
ilustrado. Aunque a simple vista esta palabra pueda denotar
características negativas, lejos estuvo esa organización de ser considerada
como tal.
Se trató de un concepto político desarrollado dentro
de las monarquías absolutas y que incluyó la adaptación al campo de la política
de ciertas ideas filosóficas provenientes de los pensadores más famosos del
movimiento al que respondía, la ilustración. Esto quiere decir que los monarcas
que gobernaban continuaban manteniendo el mismo sistema social que existiera
con el Antiguo Régimen, pero con un
agregado: intentaban enriquecer la cultura de sus pueblos.
El despotismo ilustrado también
suele mencionarse como despotismo benevolente o absolutismo ilustrado. Sus líderes
adoptaban una actitud paternalista y, en sus discursos, hablaban sobre la
felicidad de sus súbditos.
Luis XV en Francia, Carlos III en España, Catalina II en Rusia y José II en Austria fueron algunos de los déspotas
ilustrados que promovieron diversos cambios en sus monarquías, con la
centralización de la administración pública, la modernización de la economía, el fomento del comercio, la
agricultura y la industria y la intervención en asuntos de la Iglesia.
El surgimiento del despotismo
ilustrado suele explicarse como la falta de voluntad revolucionaria que movía a
que la mayoría de los filósofos ilustrados, pese a sentirse disgustados con el rumbo
que tomaba la sociedad y a criticar la política de la época, no deseaban luchar por un cambio rotundo.
Posiblemente, porque les atemorizaba lo que podría surgir como consecuencia de
la destrucción abrupta del régimen, por eso se enfocaban en promover un cambio
pacífico y paulatino que fuera guiado y dirigido por los propios monarcas.
Durante el siglo XVII el absolutismo fue el régimen político más
extendido; así, surgió el “Despotismo Ilustrado”. Si buscamos la definición
exacta del concepto encontraremos que se caracterizó por la utilización de la ideología ilustrada por
parte de las leyes absolutas para mantener su absolutismo. Los monarcas que gobernaron en este
movimiento recibieron el nombre de “déspotas ilustrados”, y es importante
señalar que eran reyes que gobernaban con poder absoluto sobre sus pueblos.
En este período se desarrollaron
una serie de reformas que ayudaron a que los reyes pudieran terminar con el
feudalismo, y consiguieran abarcar un poder mayor. Entre las principales
acciones cabe mencionar: 1)Protección
de la agricultura a través de la construcción de canales y
pantanos 2) Urbanización y
modernización de las ciudades 3) Construcción de
monumentos y alumbrado público. También se
introdujeron reformas judiciales (se
suprimió la tortura como método legal de investigación), se crearon muchísimos centros educativos y universidades para
conseguir una mejor y eficaz escolarización. Todo esto lo hicieron movidos por
el lema del despotismo ilustrado: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
Es importante mencionar que
el rechazo por la libertad política que
es seguramente una de las ideas más importantes y renovadoras de la
Ilustración, a su vez, fue esto lo que llevó al final de este tipo de gobierno.
Porque fue la burguesía ilustrada, que en un principio había apoyado totalmente
este movimiento, la que se volvió enemiga acérrima del absolutismo y planeó la posterior revolución; a través de
la cual se buscó alcanzar lo más importante que puede desear una
sociedad: la libertad.
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