Babel
Guillermo García Machado
Babel es la denominación bíblica de Babilonia, una ciudad antigua perteneciente a la región de la Baja Mesopotamia. Esta localidad logró convertirse en una potencia,
aunque con los años perdió importancia hasta ser abandonada. Hoy sus ruinas se
hallan en el territorio iraquí. Según el Génesis, Babel fue fundada por Nimrod. La ciudad quedó en la
historia y en el imaginario popular por una inmensa torre que pretendía
alcanzar el cielo:
la Torre de Babel. Se trata de una
construcción que, de acuerdo a los datos históricos, habría existido en la
realidad, aunque luego su existencia se combinó con mitología.
La Biblia indica
que Nimrod, un poderoso tirano que se
oponía a Dios,
ordenó construir la Torre de Babel para
llegar al cielo. Dios, al
observar que las personas trabajaban juntas con ese objetivo, tomó la decisión
de confundirlas y así creo los diferentes idiomas. Al no poder entenderse entre
sí, los hombres tuvieron problemas para construir la torre, que se erigió
defectuosa y finalmente no prosperó.
A partir de esta
leyenda, se asocia la idea de babel (escrito
con minúscula inicial según indica la Real
Academia Española en su diccionario)
al desconcierto, el desorden o el desbarajuste. El concepto también
se emplea para nombrar a lo heterogéneo.
Por ejemplo: “La reunión de la comisión directiva fue un
babel: no se llegó a ningún acuerdo”, “Queremos que el festival sea un babel, con manifestaciones
artísticas de diversas disciplinas”, “Por la
inmigración de las últimas décadas, la ciudad se convirtió en un babel”.
La expresión Bíblica nos dice, al respecto: “11 En ese entonces se
hablaba un solo idioma en toda la tierra. 2 Al emigrar al
oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se
asentaron. 3 Un día se dijeron
unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fue así como
usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. 4 Luego dijeron:
«Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo
nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra.»
5 Pero el Señor bajó para observar la
ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, 6 y se dijo: «Todos
forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es sólo el comienzo de sus
obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. 7 Será mejor que
bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos.»
8 De esta manera el Señor los dispersó desde
allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. 9 Por eso a la ciudad
se le llamó Babel, porque fue allí donde el Señor confundió el idioma
de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo”.
No comments:
Post a Comment