Sunday, May 19, 2013

La voz de la conciencia Guillermo García Machado


La voz de la conciencia
Guillermo García Machado
Cuando estamos en medio de un gran problema surgen las alternativas, unas mejores que otras, sólo nos toca agotar la solución más idónea, es decir aquella que nos dicta nuestra propia conciencia, no importa cual método se haya utilizado, bien el deductivo o el que todos tenemos sin mucho brillo científico, como lo es, el método intuitivo. En Venezuela podemos decir que estamos viviendo una crisis de poder, por la discusión entre partes intervinientes en el último proceso electoral, acerca de la veracidad de los resultados dados por el organismo electoral, siendo así, que está en juego la legitimidad del presidente en ejercicio, situación ésta que incomoda, pero no impide que el país siga su camino a media marcha, no obstante, la verdadera crisis tiene su origen en la ineficiencia e ineficacia de un aparato burocrático, cuestionado por el propio comandante cuando gozaba de todas sus energías, el cual no tiene ninguna intención de mejorar, y darle a cada venezolana la cuota de felicidad que realmente se merece. Hablar de los servicios públicos resulta un tema casi censura Z, basta darle una pasadita a los hospitales, centros educativos, instalaciones deportivas para darse cuenta de la falta de probidad de nuestros actuales gerentes, quienes a la hora de la verdad han despilfarrado cuantiosos recursos de origen petrolero, los más importantes que han entrado al tesoro nacional, históricamente hablando, no existiendo ningún tipo de control institucional para esa gerencia con gestos depredadores más signos de malversación. Basta con mencionar los casos de los alimentos importados que terminaron  incinerados o bajo tierra, quedando en la imaginación de pocos la mejor manera de saciar el hambre de un pueblo que todavía cree en el culto a la personalidad, aceptándose ab-initio que los malos son los ministros y el bueno el presidente de turno. Ahora la cosa se complica, efectivamente, el señor Maduro no tiene la fuerza, ni la carisma, ni mucho menos el apoyo incondicional del pueblo venezolano, teniendo que soportar con estoicismo las críticas que surjan contra su acción político y administrativo como primer mandatario del país. La cosa se complica cuando se utilizan los grandes problemas del país como instrumentos de proselitismo político, para muestras un botón, la semana pasada el gobierno de calle con altísima cobertura mediática, proponía grandes soluciones para acabar con el crimen en el Estado Miranda, poniéndose en duda la labor que en esa materia ha puesto en marcha el gobernador Capriles, pues no terminaron de desmontar el tinglado político cuando en la misma autopista Francisco de Fajardo, se produjo un asalto colectivo con la participación de una bien organizada pandilla de motorizados, donde hubo serios daños personales y materiales, es decir, personas heridas, o simplemente colapsadas por el tipo de evento, carros destrozados, y un sin número de situaciones creadas por una delincuencia desbordada y un gobierno central incapaz de solucionar los grandes problemas del país. Muy por encima de lo anterior, pareciera que el pajarito del señor maduro se convirtió en el mejor pepe grillo, buscando el primero de los nombrados una reunión con el representante de la organización Polar, Lorenzo Mendoza, quedando muy claro que la empresa privada si ha cumplido su rol como protagonista dentro del aparato productivo venezolano, quedando demostrado que el rumbo económico impuesto por el Estado Venezolano no resiste la menor de las críticas, quedando en  evidencia la precaria situación de las empresas que expropio el gobierno nacional o simplemente confisco, sin el pago de las respectivas indemnizaciones. Pareciera que llegamos al llegadero o surtió efecto la designación de Merentes como Ministro de Finanzas, o se impuso la voz de la conciencia, pudiendo encontrarnos en el momento de propiciar un cambio radical en nuestras consideraciones económicas y financieras, teniendo por norte aliviar las cargas que impones tanto la deuda externa como la interna y eliminar de una vez por todas el peor castigo al bolsillo del pobre, como lo es la inflación, la cual sería el más significativo cargo a la conciencia para la dirigencia del país.

No comments:

Post a Comment