MAPA MENTAL
Guillermo García Machado
En el medio de una pandemia y de
una pobre información en tiempos de cólera electoral, donde se impone la desinformación por intermedio de una espantosa y dañina guerra sucia, me permito tocar el tema acerca del “Mapa Mental”, de la siguiente manera:
Un mapa es una representación de
una cierta porción de territorio que se plasma a través de un esquema o
dibujo. Mental,
por otra parte, es un adjetivo que refiere a la mente (una
dimensión del pensamiento o la capacidad de raciocinio).
El concepto de mapa mental, por
lo tanto, está vinculado al diagrama o bosquejo que se desarrolla con
la intención de reflejar conceptos o actividades que se hallan vinculados a
una idea principal o
a un término clave.
Estos conceptos se disponen en los alrededores de la palabra principal, creando
una red de relaciones.
La finalidad
de los mapas conceptuales es, por lo tanto, clasificar las ideas y
facilitar su observación en un documento. De este modo, se trata de una
herramienta útil para organizar datos y para estudiar un
cierto tema.
Más
exactamente podríamos decir que un mapa mental tiene como clara misión el
conseguir que una persona en cuestión no sólo extraiga información de un
determinado campo sino también que consiga memorizar aquella de una forma muy
sencilla al tiempo que eficazmente.
Para que aquel
documento logre de esta manera el fin marcado es fundamental el determinar que
cuente con cinco elementos básicos. En concreto, se trata de un conjunto de
elementos que nunca deben faltar en cualquier mapa mental. En este sentido,
tendríamos que hablar que son: la idea principal que ejerce como pilar central,
los temas principales que son los que emanan de la anterior a través de una
serie de bifurcaciones, las imágenes o palabras clave que acompañan a las
citadas bifurcaciones, los temas menos importantes que ejercen como ramas, y el
que las bifurcaciones formen un entramado conectado.
El
inglés Tony Buzan suele
ser señalado como el responsable del desarrollo de esta técnica que
contribuye al refuerzo de los vínculos sinápticos que se establecen entre
neuronas. De acuerdo a los expertos, el uso de los mapas mentales ayuda a
generar enlaces electroquímicos en
el cerebro al concentrar la capacidad cognitiva en un mismo elemento.
La disposición
de las ideas en forma de radio, por otra parte, permite que la persona se acerque
de manera reflexiva a los datos, eliminado el primer estímulo de generar un
determinado marco propio para la tarea en cuestión.
Los
componentes de un mapa mental se agregan intuitivamente de acuerdo a su relevancia. Esta
tarea contempla, de manera simultánea, la organización de los conceptos en
diversas áreas y sectores, constituyendo una representación visual que favorece
a la memoria.
A la hora
de crear un mapa
mental, lo mejor es emplear pocas palabras y comenzar la tarea
colocando el concepto central en el centro de una hoja.
Varios son los
campos en los que se hace uso de los mapas mentales y entre ellos destaca el
empresarial. En este sector se apuesta por crearlos pues se considera que son
de gran utilidad para compartir ideas, mejorar la comunicación y también la
organización, aumentar la productividad, ahorrar tiempo, optimizar la
planificación de los distintos proyectos o aclarar los pensamientos sobre una
idea concreta.
No obstante,
no podemos pasar por alto el hecho de que también se emplean en el ámbito
educativo. Así, en este caso concreto, los estudiantes hacen uso de los mismos
porque facilitan el aprendizaje ya que permiten destacar lo más importante de
una materia, sirven para establecer visualmente el orden de la información y
facilitan la comprensión y asimilación de las conexiones de las diversas ideas.
No comments:
Post a Comment