PASQUÍN
Guillermo García Machado
La historia
etimológica del término pasquín es
curiosa. El concepto procede de Pasquino,
que es la denominación de una escultura romana en
la que se dejaban textos de carácter satírico. Se trata de una
escultura del siglo III A.C. que fue encontrada durante las excavaciones de
urbanización de la conocida plaza Navona de Roma. Se halló ya en mal estado,
por lo que los mecenas y las importantes autoridades eclesiásticas no la
quisieron. De ahí que se decidiera ubicar en un entramado de calles detrás de
aquella plaza y ahí sigue.
Se le empezó a llamar
Pasquino porque se parecía a un barbero de la zona que era muy charlatán, que
tenía ese nombre y que conocía todos los rumores del lugar.
Se cree que el primer texto
satírico que fue colocado en la mencionada estatua, el primer pasquín, iba
dirigido contra la figura de Urbano VIII. En concreto, en ese documento se le
atacaba duramente por haber permitido y fomentado que distintas obras
artísticas de bronce fueran fundidas para poder llevar a cabo la construcción
de cañones.
Por extensión, se
conoce como pasquín a los mensajes exhibidos en un espacio público que no
llevan firma y que incluyen algún tipo de sátira o
de crítica hacia las
autoridades, alguna personalidad o una organización.
En la actualidad, la
utilización más frecuente de la noción refiere a una publicación con contenidos sensacionalistas y agraviantes,
alejados de la ética periodística. Se trata de un término despectivo, que habla
sobre la calidad del medio en cuestión.
Así las cosas, podríamos comentar que en la ciudad de Baltimore encontramos un
empeño poco periodístico, cuyo único deseo es complacer a los comerciantes con
anuncios rimbombantes y repetir noticias que provienen del mundo tecnológico,
convirtiéndose en todo un pasquín.
Por ejemplo: “El presidente no puede salir a responder todo lo que
publican en un pasquín”, “Cuando me inicié en el
periodismo, tuve que trabajar en un pasquín que inventaba noticias sobre los
famosos de la época”, “Desde que renunció el
director, este diario se ha convertido en un pasquín sin credibilidad”.
Resulta sencillo
entender la noción de pasquín al pensar en los parámetros que suelen seguir los
periódicos considerados como serios o respetables. Mientras que un diario de calidad sólo
publicará noticias contrastadas y confirmadas con diversas fuentes, el pasquín
presentará rumores como si fuesen
hechos comprobables. Por otra parte, un diario responsable evitará lo que se
conoce como amarillismo, dejando de lado las fotos truculentas y los
comentarios calumniosos. Un pasquín, en cambio, no dudará en publicar imágenes morbosas en su portada o en
fomentar la polémica a través de
agresiones e insultos.
Asimismo, no podemos pasar por
alto que Pasquín también es un español. De esta manera, por ejemplo, nos
encontramos con la figura de José María Pasquín. Este es un importante
empresario español que está casado con Nuria March, una conocida empresaria del
país que se encuentra al frente de una de las agencias de comunicación más
reputadas. En Cádiz además existe un importante monumento que opta por utilizar
en su nombre esta palabra que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a la Casa
Palacio de los Pasquín, que data del siglo XVIII y que perteneció a la familia
que le da nombre. Destaca por ser uno de los mejores ejemplos de arquitectura
gaditana.
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