ACERVO
Guillermo García Machado
El concepto de acervo tiene su origen en el
latín acervus. Se trata de un vocablo que
describe a un conjunto de bienes o
de un haber que resulta común a
numerosos individuos. Un acervo puede acumularse y atesorarse por
acopio, tradición o por herencia, según sea su origen y las motivaciones de
quien lo mantiene a resguardo.
El acervo de tipo cultural que
puede llegar a tener una comunidad, por ejemplo, engloba al total de las
manifestaciones culturales y artísticas común al grupo poblacional, con sus
tradiciones, costumbres y hábitos. Por eso suele vincularse a la identidad de un pueblo, ya que se
constituye con las contribuciones de sucesivas generaciones. Es un término muy
utilizado en el plano de la antropología y la sociología, y se considera uno de
los bagajes fundamentales de todo grupo social.
En el campo del derecho, el acervo comunitario es el conjunto de
prácticas, criterios y decisiones que han permitido interpretar y aplicar los
tratados constitutivos de las Comunidades Europeas a fin de asegurar una vida
de armonía entre ciudadanos de las diversas naciones que forman parte de esta
región. En esta lista de derechos y obligaciones se contemplan la aceptación y
cumplimiento de los tratados firmados por el comité y es obligatorio dejar
constancia de todos los actos que se desarrollen en lo que respecta a
Seguridad Comunitaria y Política Exterior, entre otros.
Los países que forman parte de la Unión Europea
dejan a un costado el acervo de sus propias legislaciones (aprobadas
en el ámbito nacional) para asumir otras que se consideran más efectivas en el
plano internacional, debiendo aplicar los cambios pertinentes a su legislatura,
a fin de que en todo el continente exista una coherencia en las leyes que
brinde a los ciudadanos de todos los países la seguridad de moverse sin
problemas y de hallarse amparados por la Ley. Otro tipo de acervo es
el genético o génico, que también se conoce como reserva
o patrimonio genético. Este constituye el conjunto basado en los alelos únicos
que se divisan al estudiar el material genético de todos los individuos
existentes de una especie, comunidad o población. A mayor acervo genético, más diversidad y, por
lo tanto, más posibilidades hay de sobrevivir a los eventos de selección.
En cambio, un acervo genético con escasa
diversidad implica una especie con dificultades para adaptarse y que corre
riesgo de extinción. Existen varios tipos de acervo genético: acervo
genético primario (suma de todas las variaciones genéticas que se han
visto en el desarrollo de una población, indispensable para el mejoramiento de
la especie o para su subsistencia), acervo genético secundario (suma
de las variaciones que han sido producto de la cruza, sea natural o artificial,
entre esta especie con otras) y acervo genético terciario (suma de la
variación genética en otros organismos que no pueden ser cruzados con la
especie objeto).
Por otra parte, el acervo científico hace referencia a
los conocimientos que la comunidad científica ha logrado reunir sobre un
determinado tema después de haber realizado intensas investigaciones; por
ejemplo: “El acervo científico sobre el SIDA aún no permite la
elaboración de una vacuna preventiva”. Por otro lado, el acervo de
carácter documental es otro concepto utilizado en el campo de la ciencia y que
refiere a ciertos documentos relacionados a una cuestión en particular, que
suele ser el desarrollo de una investigación o descubrimiento.
Acervo y Acerbo
Por último, creo que es imprescindible dedicar un
apartado para hacer una pequeña aclaración entre los términos acervo y acerbo,
para alertar a los lectores sobre la leve diferencia ortográfica de estos
términos, pese a que significan cosas diversas.
El término acerbo hace referencia a algo áspero,
cruel o rústico y, mientras que acervo cumple la función de sustantivo, el
primer término es un adjetivo. Puede encontrarse en frases como: “Me dijo unas
acerbas palabras” o “Es un jarabe acerbo”.
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