Sunday, September 18, 2016

Xenofobia
Guillermo García Machado

El término xenofobia proviene del concepto griego compuesto por xénos (extranjero) y phóbos (miedo). La xenofobia, por lo tanto, hace referencia al odio, recelo, hostilidad y rechazo hacia los extranjeros. La palabra también suele utilizarse en forma extendida con la fobia hacia los grupos étnicos diferentes o hacia a las personas cuya fisonomía social, cultural y política se desconoce. La xenofobia es una ideología que consiste en el rechazo de las identidades culturales que son diferentes a la propia. A diferencia del racismo, la xenofobia se plantea aceptar a los extranjeros e inmigrantes, siempre que se cumpla su asimilación sociocultural.
Puede decirse que este tipo de discriminación se basa en distintos prejuicios históricos, religiosos, culturales y nacionales, que llevan al xenófobo a justificar la segregación entre distintos grupos étnicos con el fin de no perder la identidad propia. Por otra parte, muchas veces se suma un prejuicio económico que considera a los inmigrantes como una competencia por los recursos disponibles en una nación.
Por tal motivo, la crisis económica y social que sufrieron muchos países a finales del siglo XX fue el punto de partida para una manifestación agresiva de la xenofobia, que se vio reflejada desde las pancartas y los discursos hasta los actos de violencia de todo tipo. Los medios de comunicación, por su parte, suelen colaborar con el desarrollo de la xenofobia al presentar las costumbres y culturas extranjeras como dimensiones extrañas y ajenas a la identidad nacional.
Cabe destacar que los antropólogos han advertido situaciones de xenofobia en los pueblos arcaicos, lo que demuestra que la xenofobia es un fenómeno que ha estado siempre en las conductas humanas. Estados Unidos se forjó como un país de inmigrantes que poblaron su extenso territorio en el siglo XIX, atraídos por el sueño de “hacer la América”. En los últimos años, con el avance de la inmigración hispana, se está produciendo un cambio demográfico significativo. Como reacción, se erige un muro en la porosa frontera con México y resurge un discurso racista y xenófobo, llevado al paroxismo por el precandidato a la presidencia Donald Trump, quien hasta ahora encabeza las encuestas del Partido Republicano. Sectores conservadores resisten la aprobación de una reforma migratoria que otorgue cobertura a millones de habitantes que son super explotados por vivir en la ilegalidad. Desde la época colonial, América del Norte se nutrió de inmigrantes, que fueron desplazando a los pueblos originarios. Si primero provenían de Gran Bretaña y Francia – además de los millones de africanos que fueron traídos por la fuerza como esclavos –, ya en el siglo XIX fueron incrementándose los contingentes del Sur y Este de Europa. Hasta la Primera Guerra Mundial, más de 30 millones de habitantes del Viejo Continente cruzaron el Atlántico para afincarse en la tierra prometida. Ya en la segunda mitad del siglo XX, las principales corrientes migratorias hacia Estados Unidos provinieron de Asia y América Latina. En 1875 se aprobó la primera ley de inmigración, y a partir de ese entonces se fue sancionando una compleja legislación, que intentó regular y controlar los flujos poblacionales. Durante la Gran Depresión, más de 400.000 mexicanos fueron deportados. Hacia 1954, se lanzó la Operación Espaldas Mojadas – desde los años ‘20, así se denominaba despectivamente a los inmigrantes mexicanos que habían llegado ilegalmente, muchos de ellos atravesando el Río Bravo –, que expulsó a más de un millón de inmigrantes del país vecino.
El primer quinquenio del siglo XXI batió un nuevo récord ya que llegaron más de 8 millones de inmigrantes, casi lo mitad de los cuales lo hizo en forma ilegal. Tras los atentados del 2001, se estableció una política más restrictiva contra los que llegaban sin papeles. El presidente George W. Bush  lanzó la Operación Guardián y en 2007 inició la construcción de un oprobioso muro para endurecer los controles en los más de 3.000 km de frontera con México. A partir de los cambios demográficos que produjo el creciente peso hispano en la sociedad y la cultura estadounidenses – hoy son más de 55 millones, superando así a los afroamericanos como primera minoría –, influyentes intelectuales, como Samuel Huntington, argumentan que está en peligro la identidad nacional, que se corre el riesgo de una bifurcación. Hoy existe un poderoso lobby para oponerse a una reforma migratoria que permita legalizar a los millones de indocumentados. En la actual campaña electoral, de cara a las elecciones presidenciales de 2016, reapareció un discurso xenófobo y racista,


No comments:

Post a Comment