Xenofobia
Guillermo García Machado
El término xenofobia proviene del concepto
griego compuesto por xénos (“extranjero”) y phóbos (“miedo”). La xenofobia, por
lo tanto, hace referencia al odio, recelo, hostilidad y rechazo hacia los extranjeros. La palabra también
suele utilizarse en forma extendida con la fobia hacia los grupos étnicos
diferentes o hacia a las personas cuya fisonomía social, cultural y política se
desconoce. La xenofobia
es una ideología que consiste en el
rechazo de las identidades
culturales que son diferentes a la propia. A diferencia
del racismo, la xenofobia se plantea
aceptar a los extranjeros e inmigrantes, siempre que se cumpla su asimilación
sociocultural.
Puede decirse que este tipo de discriminación
se basa en distintos prejuicios
históricos, religiosos, culturales y nacionales, que llevan al xenófobo
a justificar la segregación entre distintos grupos étnicos con el fin de no
perder la identidad propia. Por otra parte, muchas veces se suma un prejuicio
económico que considera a los inmigrantes como una competencia por los recursos
disponibles en una nación.
Por tal motivo, la crisis económica y social
que sufrieron muchos países a finales del siglo XX fue el punto de partida para
una manifestación agresiva de la xenofobia, que se vio reflejada desde las
pancartas y los discursos hasta los actos
de violencia de todo tipo. Los medios de comunicación, por su
parte, suelen colaborar con el desarrollo de la xenofobia al presentar las
costumbres y culturas extranjeras como dimensiones extrañas y ajenas a la
identidad nacional.
Cabe destacar
que los antropólogos han
advertido situaciones de xenofobia en los pueblos arcaicos, lo que demuestra
que la xenofobia es un fenómeno que ha estado siempre en las conductas humanas.
Estados Unidos se forjó como un país de inmigrantes que
poblaron su extenso territorio en el siglo XIX, atraídos por el sueño de “hacer
la América”. En los últimos años, con el avance de la inmigración hispana, se
está produciendo un cambio demográfico significativo. Como reacción, se erige
un muro en la porosa frontera con México y resurge un discurso racista y
xenófobo, llevado al paroxismo por el precandidato a la presidencia Donald
Trump, quien hasta ahora encabeza las encuestas del Partido Republicano.
Sectores conservadores resisten la aprobación de una reforma migratoria que
otorgue cobertura a millones de habitantes que son super explotados por vivir
en la ilegalidad. Desde la época colonial, América del Norte se
nutrió de inmigrantes, que fueron desplazando a los pueblos originarios. Si
primero provenían de Gran Bretaña y Francia – además de los millones de
africanos que fueron traídos por la fuerza como esclavos –, ya en el siglo XIX
fueron incrementándose los contingentes del Sur y Este de Europa. Hasta la
Primera Guerra Mundial, más de 30 millones de habitantes del Viejo Continente
cruzaron el Atlántico para afincarse en la tierra
prometida. Ya en la segunda mitad del siglo XX, las principales
corrientes migratorias hacia Estados Unidos provinieron de Asia y América
Latina. En 1875 se aprobó la primera ley de inmigración, y a partir de ese
entonces se fue sancionando una compleja legislación, que intentó regular y
controlar los flujos poblacionales. Durante la Gran Depresión, más de 400.000
mexicanos fueron deportados.
Hacia 1954, se lanzó la Operación
Espaldas Mojadas –
desde los años ‘20, así se denominaba despectivamente a los inmigrantes
mexicanos que habían llegado ilegalmente, muchos de ellos atravesando el Río
Bravo –, que expulsó a más de un millón de inmigrantes del país vecino.
El
primer quinquenio del siglo XXI batió un nuevo récord ya que llegaron más de 8
millones de inmigrantes, casi lo mitad de los cuales lo hizo en forma ilegal. Tras los
atentados del 2001, se estableció una política más restrictiva contra los que
llegaban sin papeles. El presidente George W. Bush lanzó la Operación Guardián y en 2007 inició la construcción de un
oprobioso muro para endurecer los controles en los más de 3.000 km de frontera
con México. A partir de los cambios
demográficos que produjo el creciente peso hispano en la sociedad y la cultura
estadounidenses – hoy son más de 55 millones, superando así a los
afroamericanos como primera minoría –, influyentes intelectuales, como Samuel
Huntington, argumentan que está en peligro la identidad nacional, que se corre
el riesgo de una bifurcación.
Hoy existe un poderoso lobby para oponerse a una reforma migratoria
que permita legalizar a los millones de indocumentados. En la actual campaña
electoral, de cara a las elecciones presidenciales de 2016, reapareció un
discurso xenófobo y racista,
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