Sunday, November 16, 2014

La realidad virtual y lo real
Guillermo García Machado

La realidad está formada por aquello que existe de forma auténtica o verdadera. Los sucesos que disponen de una existencia efectiva, y que no forman parte de la fantasía o de la imaginación, son reales. Virtual por su parte, es lo que cuenta con la virtud de generar un efecto, pero que no se concreta de presente. Por eso, este adjetivo suele oponerse a la idea de lo real. Podría decirse, por lo tanto, que la idea de realidad virtual enfrenta dos conceptos que resultan opuestos o, al menos, contradictorios. Sin embargo, la noción es de uso muy habitual para referirse a aquel entorno informático que representa, de manera digital, algo que simula ser real. Mediante diversos equipos y programas informáticos, la realidad virtual genera una simulación de la realidad. Esto quiere decir que la persona que usa la realidad virtual (o que “ingresa” en un entorno de este tipo) siente que está interactuando con elementos reales, aunque no lo sean en sentido físico. Lo habitual es que el individuo utilice un casco con un visor que proyecta las imágenes. Además puede contar con diversos sensores en la ropa para interactuar con el entorno virtual. La realidad virtual puede emplearse en la formación de profesionales (policías, pilotos de aviones, médicos) o como entretenimiento, a la manera de un videojuego. La idea es que la persona sienta que es parte del mundo que observa a través del visor. Cuando la realidad virtual se utiliza con intención formativa, el sistema intenta reproducir el mundo real al detalle: de este modo, el piloto que practica en un simulador de realidad virtual, encontrará las mismas condiciones que tendrá que enfrentar arriba del avión. Con estas definiciones en claro, podemos introducirnos en el concepto de plataforma virtual, que se emplea en el ámbito de la tecnología. Una plataforma virtual es un sistema que permite la ejecución de diversas aplicaciones bajo un mismo entorno, permitiendo que los usuarios accedan a ellas a través de Internet. Esto quiere decir que, al utilizar una plataforma virtual, el usuario no debe estar en un espacio físico determinado, sino que sólo necesita contar con una conexión a la Web que le permita ingresar a la plataforma en cuestión y hacer uso de sus servicios. Las plataformas virtuales, por lo general, se emplean para la educación a distancia e intentan simular las mismas condiciones de aprendizaje que se registran en un aula. Aunque cada plataforma puede presentar diferentes características, lo habitual es que permitan la interacción entre los alumnos y entre los alumnos y el profesor. Para esto, cuentan con diversas vías de comunicación, como chat, foros, etc. Los sistemas de permisos permiten la gestión eficiente de las plataformas virtuales. El administrador, que suele ser el docente o el responsable de la formación, puede acceder a toda la información disponible en la plataforma; los alumnos, en cambio, no. Puede afirmarse que la realidad abarca todos los acontecimientos que tienen una existencia efectiva; es decir, que no pertenecen al ámbito de la imaginación, la fantasía o lo ilusorio. Lo real, de este modo, se manifiesta y existe de alguna forma en el mundo físico. Por ejemplo: “El aumento de la inflación es un hecho real, que no puede negarse”“Mi hijo aún no entiende que Superman no es real, sino que se trata de un personaje de ficción”“Eso que estás diciendo no es real: yo nunca insulté a Martín”. Hay ciertas cuestiones que son fáciles de ubicar en el plano de lo real: la presencia de una persona en una habitación, el choque entre dos automóviles y la existencia de una mesa de madera son cosas que pueden detectarse a través de los sentidos. En cambio, otras cuestiones son más complejas: ¿Dios es real? ¿Cómo demostrar que aquello que una persona dice que siente es real? Lo real también puede ser lo que está vinculado a la realeza (la soberanía de un rey): “La Familia Real pidió a los medios de comunicación que respeten su privacidad”“Los ciudadanos gastan millones de euros al año para el mantenimiento de la Casa Real”. Real, por último, es la denominación de diversas divisas. La moneda que actualmente se utiliza en Brasil, de hecho, se conoce como real: “Alquilar una habitación en este hotel cuesta 50 reales por noche”“¿Podrías prestarme cien reales? Quiero comprar un pasaje a Río de Janeiro”.

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