Sunday, July 21, 2013

Entre el odio y el amor Guillermo García Machado

Entre el odio y el amor
Guillermo García Machado

Mientras la Habana y su gobierno revolucionario agota todos sus esfuerzos para acercarse al gobierno demócrata del presidente Obama, la burocracia venezolana nos hace saber, por intermedio de los medios de comunicación, su disposición a dar terminado el dialogo como instrumento idóneo para lograr, con la inmediatez del caso, la total recuperación de las relaciones diplomáticas y proceder a la designación de los respectivos embajadores. El gobierno venezolano, él mismo cuya legitimidad se cuestiona, nos dice: "La República Bolivariana de Venezuela jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos. Con el respaldo del Departamento de Estado a la agenda injerencista planteada por la candidata a Embajadora, Samatha Power, la República Bolivariana de Venezuela da por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala, que tenían por fin la regularización de nuestras relaciones diplomáticas". De esta forma, y a través de un comunicado, la Cancillería de Venezuela, pone punto final al proceso de encuentro iniciado entre John Kerry y el canciller de la República, Elías Jaua. Venezuela reitera que construir una buena relación con el Gobierno de Estados Unidos, pasa por practicar el respeto mutuo y el reconocimiento absoluto y total de los principios de soberanía y autodeterminación. La justificación de esta nueva orden diplomática pareciera tener su fundamento en que Washington haya respaldado las declaraciones de la aspirante a embajadora en Naciones Unidas, Samantha Power, en las que se expresaron preocupaciones sobre el manejo del tema de los derechos humanos en el país. En tal sentido, leemos: "Es inaceptable e infundada la preocupación expresada por el Gobierno de Estados Unidos acerca de la supuesta represión en Venezuela hacia la sociedad civil". En tal orden de ideas debemos decir que un pueblo con hambre, un pueblo que debe recorrer media ciudad para encontrar los alimentos, un pueblo que se le impone un chip para limitarle su ambición alimentaria, es a todas luces, un pueblo reprimido. Le dejamos al lector darle su propio significado a la expresión: “pueblo reprimido”. Retomando el tema, más temprano Estados Unidos habría asegurado que sigue interesado en buscar una relación "funcional y productiva" con Venezuela pese a los nuevos impasses con temas como Edward Snowden o Power. Esto según lo manifestó la portavoz alterna del Departamento de Estado, Marie Harf. Venezuela y Estados Unidos mantienen una tirante relación diplomática y desde 2010 carecen de sus respectivos embajadores, pese a que Caracas le vende casi un millón de barriles diarios de petróleo a Washington. Ya a principios de enero, el vicepresidente, Nicolás Maduro, confirmó que su país mantuvo a finales de 2012 contactos con Washington, autorizados por Chávez, quien se encontraba hospitalizado en Cuba, para la época. Según ha dicho Jaua, los contactos se iniciaron con la participación del embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton,  Y en estos momentos tenía tal responsabilidad el recién designado encargado de negocios, Calixto Ortega, de seguir trabajando las posibilidades de mejorar las relaciones. Sin olvidar que este trajinar siempre pareciera encontrar muchos tropiezos o piedritas en el camino, y es así como, desde que comenzó el acercamiento bilateral, podemos recordar, primero, unas declaraciones desconsideradas" del presidente estadounidense, Barack Obama, quien en diciembre pasado, aseguró que Chávez -enfermo de cáncer- ha tenido "políticas autoritarias" en el pasado y, luego, las recientes palabras del nuevo secretario de Estado John Kerry, sobre una posible "transición" en Venezuela. No es fácil!

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