CHAUVINISMO
Guillermo
García Machado
Chauvinismo, también aceptado como chovinismo, es un término que hace
referencia a una exacerbación de lo
nacional en oposición a lo foráneo. La raíz
etimológica de la noción se encuentra en el vocablo francés chauvinisme.
El concepto
proviene de Nicolas Chauvin,
un soldado apócrifo que
representa el patriotismo de Francia. Chauvin encarna el valor y el
sentimiento de quienes integraron el primer ejército de la
república y las fuerzas al mando de Napoleón Bonaparte. La
leyenda cuenta que, cuando tenía 18 años de
edad, Chauvin se alistó para defender a su país. Fue herido casi una
veintena de veces en combate, con lo cual sufrió diversas lesiones de gravedad. Sin embargo, no hay registros históricos de su
existencia, con lo cual se entiende que se trata de un personaje ficticio.
El chauvinismo
actualmente tiene una acepción negativa. Se usa la idea para aludir a una exaltación exagerada de todo lo que
tiene que ver con la nación propia,
en detrimento de aquello que procede del extranjero.
Muchas veces
el chauvinismo es un recurso de los gobernantes para, apelando a los
sentimientos y las emociones, convencer a la población de que los males
del país son
causados por los inmigrantes o por acciones realizadas más allá de las
fronteras nacionales. La construcción del chauvinismo se vincula a la supuesta
existencia de una identidad que se considera exclusiva o propia de una
comunidad o de un pueblo y que se la ubica como superior o mejor que las demás.
El presidente
estadounidense Donald Trump,
por ejemplo, suele ser acusado de apelar al chauvinismo para conmover a los
ciudadanos. Es habitual que el exmandatario culpe a la inmigración de
los problemas económicos y
que proclame su intención de hacer “grande otra vez” a Estados Unidos, por mencionar una actitud
tildada de chauvinista.
Dado el
significado que posee este término en su raíz, muchos intelectuales lo han
aprovechado como raíz de diferentes fenómenos. Por ejemplo,
podemos hablar del chauvinismo masculino para
hacer referencia a la manera de pensar que considera el sexo masculino superior
al femenino. De hecho, en algunos contextos podemos usarlo como sinónimo
de machismo.
Se cree que el
chauvinismo masculino surge de deseos regresivos, ansiedad edípica, deseos no
resueltos durante la infancia, envidia hostil hacia el sexo opuesto y
conflictos de dependencia y poder ligados a su propia autoestima como hombres.
Esta misoginia cargada de estereotipos se opone
a lo que algunos denominan chauvinismo femenino,
aunque es importante no confundir el feminismo con superioridad femenina, ya que simplemente
persigue la igualdad de condiciones y oportunidades.
En cualquier
caso, el chauvinismo puede conducir a situaciones
de discriminación, a formas de pensar extremas y a la violencia física o verbal.
Apoyar ideas tan cerradas nunca es una buena decisión, algo que nos demuestran
siglo a siglo las equivocaciones que cometieron nuestros antepasados creyendo
que tenían la verdad en sus manos.
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