Oficialismo
Guillermo García
Machado
El
concepto de oficialismo se
utiliza en varios países latinoamericanos para nombrar al grupo de los
funcionarios que forman parte de un determinado gobierno y al movimiento o las ideas que brindan apoyo al
mismo. Dentro
de la noción de oficialismo, puede englobarse a dirigentes, economistas,
periodistas y partidos políticos. Los oficialistas defienden a las autoridades en funciones y buscan
que el partido gobernante permanezca en el poder.
Algunos ejemplos donde
encontramos el concepto: “El oficialismo apoyará el
proyecto de ley que pretende modificar el régimen de ejecuciones hipotecarias”, “Estoy indignada por
las declaraciones violentas del oficialismo”, “El diputado dejó la oposición y
se sumó a la bancada del oficialismo”.
El oficialismo, por lo
tanto, no es algo estático o que siempre esté vinculado a
las mismas personas o doctrinas. Un
partido político que hoy está en el gobierno y, por lo tanto, es el
oficialismo, mañana puede perder las elecciones y convertirse en la oposición.
De igual forma, el partido que actualmente se opone al gobierno está en
condiciones de acceder al poder en el futuro y transformarse en el partido
oficialista del territorio en cuestión.
Las personas, de hecho,
pueden modificar su pensamiento y conducta y pasar del
oficialismo a la oposición y viceversa sin que cambie el gobierno. Supongamos
que, en un país gobernado por el Partido Socialista, un senador que apoyaba las medidas
del gobierno termina desencantado con las autoridades y comienza a apoyar los
proyectos del Partido Liberal.
Podría decirse que abandonó el oficialismo y pasó a ser un político opositor.
Oficialismo, dictadura y medios de comunicación
Es importante señalar que en
algunos países los dirigentes actúan de formas poco democráticas, manifestando una postura que
roza las características de una dictadura (extorsión, violencia, censura,
etc). En este tipo de gobiernos se busca la obediencia absoluta del pueblo y
para ello se valen de diferentes herramientas no democráticas. El dominio
hegemónico de los medios de comunicación es una de las estrategias más
utilizada, con consecuencias nefastas. En algunos países los medios
fundamentales, encargados de difundir información y de mostrar la realidad al
pueblo, suelen estar en manos de los grupos oficialistas, del partido que tenga
el poder, y la información por lo tanto se tergiversa en función de intereses
de dicho grupo. El término oficialismo no entraña ninguna connotación positiva
o negativa. Sin embargo, en el habla coloquial, a veces se
utiliza de forma despectiva para referirse a aquellos medios o entidades
que protegen de forma alevosa los derechos y las opiniones de los grupos que
se encuentran en el poder. Suele decirse ‘Este diario es
oficialista, no deberías leerlo’ ‘No miro ese canal porque es del oficialismo y
cuenta lo que ellos quieren’, y frases por el estilo.
En general aquellos periódicos o canales de televisión que reciben
una subvención del Estado, es decir que son considerados del pueblo, suelen
estar controlados con los grupos que ostentan el poder y ofrecen siempre la
versión oficial de los hechos. Es común que en los países donde ciertos medios
se encuentran controlados por el oficialismo, el resto se manifieste en contra
de ellos e intente contrarrestar con información la desinformación. No
obstante, cuando existe un estado de democracia dudosa, aparece la censura.
Y en ese caso, el oficialismo controla toda la información que se publica y
bloquea aquellas noticias que se oponen a sus puntos de vista. En el caso de
que existan periodistas o medios de comunicación que intenten
oponerse a estas políticas y, pese a la censura, publicar su versión de las
noticias, el oficialismo suele recurrir a métodos más drásticos, de
extorsión y violencia. Sin lugar a dudas, los medios en manos del gobierno, es
uno de los mayores peligros para la democracia.
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