Navidad
Guillermo García Machado
Procuramos encontrar en
ésta época la verdadera oportunidad para reunirnos en familia y recordar la
llegada al mundo del ser que vino para redimirnos. La Navidad es un término de origen latino que
significa nacimiento, y da nombre a la fiesta que se realiza con motivo de la
llegada de Jesucristo a nuestro mundo. El término también se utiliza para hacer
referencia al día en que se celebra: el 25 de diciembre (para
las iglesias católicas, anglicanas, ortodoxa rumana y algunas protestantes) o
el 7 de enero (para
las iglesias ortodoxas que no adoptaron el calendario gregoriano). Aunque
la tradición indica que el nacimiento de Cristo se produjo un 25 de diciembre en Belén, los historiadores creen que la verdadera natividad
de Jesús tuvo
lugar entre abril y mayo.
Esta
teoría se basa en cuestiones geográficas imposibles de negar: por ejemplo, se
sabe que en el hemisferio norte el mes de diciembre coincide con el invierno,
lo cual pone en duda que los pastores hayan estado al aire libre, que el cielo
de esa noche haya sido estrellado, todos elementos de los hechos narrados en
los textos bíblicos.
De todas
formas, la Iglesia Católica tomó la decisión de mantener
la fecha convencional de la navidad. Se cree que sus razones fueron que
coincidiera con los ritos paganos por el solsticio. De
hecho, existían importantes festejos que se realizaban el 25 de diciembre aún antes del nacimiento de Cristo: el Cápac Raymi de los Incas,
el Natalis Solis Invicti de
los romanos y
otros.
Para el
cristianismo, el festejo de la navidad implica varias tradiciones. Suele
realizarse un banquete que comienza en la cena del 24 de diciembre y se extiende hasta después de la
medianoche (es decir, hasta el día del nacimiento), se arman belenes o pesebres (maquetas
de Belén que representan la natividad), se cantan villancicos y se adorna un árbol.
La
navidad ha trascendido los límites de la religión y tiene como símbolo a Papá Noel (también conocido como San Nicolás y Santa Claus), un personaje inspirado en un obispo griego,
que se encarga de llevar regalos a los niños de todo el mundo a las 0 horas del
25 de diciembre.
Resulta curioso que una celebración que comenzó como una tradición
religiosa, de alguna manera indispensable para quienes adoptan el cristianismo,
preocupe más a los no creyentes y los someta a una serie de obligaciones
cuidadosamente diseñadas y estructuradas de forma rígida e inamovible.
Independientemente de las creencias místicas, es innegable que en torno a la
navidad gira una interesante combinación de actitudes y sentimientos, tales
como la entrega, la culpa y el sufrimiento.
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