Dictadura Militar
Guillermo García Machado
El gobierno ejercido sin oposición, ordenamiento jurídico ni legislación
recibe el nombre de dictadura. El término, que procede del latín dictatūra, también sirve para referirse al tiempo en que dura este
tipo de mandato y al país que se encuentra dirigido bajo este tipo de gobierno,
por su parte, es aquello
perteneciente o relativo a la guerra o
a la milicia. También pueden
denominarse así los miembros, las instituciones y las instalaciones
pertenecientes a las fuerzas armadas.
Una dictadura militar es el
gobierno que ejercen las fuerzas armadas sin respeto por el orden jurídico ni
la ley.
Al líder de este régimen se lo conoce como dictador y,
generalmente, cuenta con la característica de ser una persona sumamente
carismática o de una cierta presencia que hace que todos lo veneren o, en su
defecto, al menos lo respeten.
Algunas frases donde aparece el concepto son: “La sangrienta dictadura militar del país africano dejó miles de
muertos”, “Los responsables de la
dictadura militar argentina están siendo juzgados”, “La población tiene que defender la democracia en la calle para
evitar que vuelva a tomar el poder una dictadura militar”.
La
forma más común en la que un grupo de personas consigue apoderarse del control
de un Estado es a través de una revuelta en la que destituyen
al actual gobierno democrático y se ponen ellos o al líder que
hayan escogido, en su lugar. Generalmente estas revueltas son encabezadas por grupos militares;
por eso suelen conseguir sus objetivos, al no encontrar una fuerza tan poderosa
como ellos capaz de detenerlos. En algunos casos surgen grupos paramilitares que
alcanzan una cierta organización armamentística y se enfrentan a los militares;
pero ni aún así es posible terminar con la revuelta y reconstruir la paz en el
país.
Así, valiéndose de la fuerza militar, los primeros
consiguen no sólo llevar a buen término el golpe de estado sino también
mantenerse en el poder: el uso de las armas es el principal sostén de una
dictadura de este tipo. A través de la represión de los opositores, las
torturas y la imposición del terror para evitar el disentimiento, la dictadura
militar logra controlar las calles y fijar sus normas más allá de cualquier
límite legal o constitucional. Importante mencionar las Dictaduras constitucionales, siendo aún más importante
aclarar que una dictadura militar no siempre toma el control de la situación de
un lugar a partir del golpe
de Estado. Muchas veces, lo hace a través de la vías legales o democráticas (con
algún civil ganando las elecciones y luego dirigiendo su gobierno hacia una
forma dictatorial con las fuerzas armadas al mando).
En el caso de las dictaduras legales, llamadas también constitucionales, el
gobierno va adquiriendo lentamente su lugar de autoridad, socavando las
libertades del pueblo muy de a poco. En algunos casos, inclusive, consigue que
éste se crea sus mentiras y apueste por este tipo de organización, creyendo que
es la mejor forma de salir adelante como país.
Este tipo de dictaduras suelen ser más peligrosas que las que se ganan a
la fuerza porque es muy probable que
el pueblo esté a su favor y apruebe cosas que después terminarán
resultando totalmente nefastas para la ciudadanía. Además, estos gobiernos se apropian de los poderes Legislativo,
Ejecutivo y Judicial, y consiguen cambiar leyes de la
constitución para ponerla a su favor y aprobar así cualquier barbaridad que les
sirva para alcanzar más poder y dominar con mayor rigurosidad al pueblo.
Pero aunque esto pueda resultar algo legal es evidente que se trata de un fraude contra el Estado de Derecho y,
generalmente, tarde o temprano las cosas se dan vuelta; esto ocurre cuando
parte del pueblo, opositor al gobierno, se pone a trabajar y encabeza una
revolución que termina echando al dictador.
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