Sunday, January 3, 2021

 

Atavismo

Guillermo García Machado

Comencemos la definición de atavismo exponiendo su origen etimológico. En este caso, hay que exponer que deriva del latín, exactamente de “atavus” y este de “avus”, que puede traducirse como “abuelo”.

El vocablo llegó a nuestra lengua como atavismo. El concepto se emplea, en el terreno de la biología, para nombrar al fenómeno que implica el regreso en un ser vivo de características propias de sus antecesores lejanos.

De acuerdo a los especialistas, el atavismo se produce a través de un gen que se expresa luego de haber quedado inactivo en la historia evolutiva de la especie en cuestión. Los dientes que presentan las gallinas y las aletas de los animales que componen la orden de los cetáceos son ejemplos de atavismo.

El atavismo es, en definitiva, la reaparición de rasgos de los antepasados en un organismo del presente. Estos caracteres son típicos de una instancia evolutiva previa y, por algún motivo, se habían perdido con el correr de la historia hasta su regreso. Entre los ejemplos de atavismo que se pueden mencionar para poder entenderlo más profundamente nos encontramos con los dedos extra en los caballos, la reaparición de dientes en gallinas y gallos o la aparición del vello en los seres humanos en lugares donde no aparecen como sería el caso de la cara.

 

Más allá de la biología, se denomina atavismo a la conducta que lleva a revivir pensamientos o acciones que son propias de los antecesores. Por ejemplo: “El atavismo de este partido político es evidente: sus políticas pertenecen al pasado”.

Partiendo de este significado nos encontramos, por ejemplo, con lo que se conoce como atavismo de la violencia. Se utiliza para poder referirse a determinadas conductas violentas que aparecen en la sociedad y que vienen a recordar a las maneras de actuar de ciertos grupos en el pasado. De ahí que las autoridades intenten hacer todo lo posible para acabar con las mismas en pro de la convivencia y la libertad.

Probablemente, primera explicación o interpretación del delincuente, dada por la criminología, que mantiene que se trata de un salvaje resucitado en la sociedad moderna, por un fenómeno de herencia retrógrada.

A ella aludieron Lombroso, BORDIER y BENDIKT, entre otros. Dentro de la “Doctrina Tríptica” del primero de ellos, equivale a tendencias agresivas regresivas, conductas propias de los antepasados, de los salvajes (incesto, canibalismo), de los animales (hurto, perversión sexual) y de la época del niño (egoísmo, cólera, carencia del sentido moral).

PARMELEE, quien prefiere hablar de reversión, lo describe como aquello que reaparece en un individuo como rasgo presente en un tipo anterior, siempre que esa aparición se deba a fuerzas hereditarias. Tal rasgo debe surgir en la matriz y en el germen de vida al tiempo de la concepción.

En los albores de la criminología mucho se utilizó la voz, y se le adjetivó de varias formas. Así, por ejemplo, COLAIANNI habló de atavismo moral (los caracteres éticos son los únicos de transmisión retrógrada hereditaria; por ello, el delincuente se asemeja al salvaje más en lo moral que en lo físico); FERRERO señaló atavismo por equivalentes (lo que hay de atávico en el criminal, psicológicamente es incapacidad para el trabajo), y Sergi habla de atavismo humano (regresión del delincuente hasta etapas anteriores a la humanidad. Los criminales, dice, son la síntesis de toda degeneración).

 

 

 

No comments:

Post a Comment