Talasocracia
Guillermo García Machado
La idea de talasocracia refiere
al dominio o la potestad que
se ejerce sobre el océano. El concepto también menciona el
sistema político que basa su poderío en este control de los mares. La talasocracia se vincula a aquello que se conoce como geoestrategia: el
posicionamiento político y estatal a partir del control de los recursos
geográficos. En el caso de la talasocracia, se trata de los Estados que se desarrollan a
partir de su dominio de zonas marítimas.
Suele afirmarse que la idea de talasocracia surgió para referirse
al pueblo minoico,
que dominó el Mar Egeo entre
los años 3.000 y 1.400 antes de Cristo.
Dicha cultura estaba
afincada en la isla de Creta.
Los atenienses
y los fenicios también
desarrollaron talasocracias en la antigüedad.
Más cerca en el tiempo, los neerlandeses y los portugueses forjaron sus imperios a partir de la fortaleza de su
flota marítima de guerra. De este modo, hay historiadores que los mencionan
como talasocracias.
Desde mediados del siglo XIX hasta
el estallido de la Segunda Guerra
Mundial, Reino Unido adquirió la forma de una
talasocracia y conquistó múltiples territorios en
todo el mundo a partir de su poderío naval.
La talasocracia se evidencia con claridad en varias ciudades-Estado del
medioevo. El ejemplo típico
es la República de Venecia,
que estuvo vigente entre el siglo IX y 1797 y
que, desde 1866,
forma parte de Italia.
Los cambios tecnológicos y el desarrollo de nuevos medios de
transporte hicieron que las talasocracias perdieran vigencia ya que las formas
de dominio y control fueron
mutando. Uno de los rasgos que destaca a
la civilización minoica de su entorno es que,
en la Edad del Cobre y del Bronce, no hubo otra cultura
que la precediera. Algunos de los términos por los cuales
generalmente los historiadores se refieren a esta civilización son Cultura
Egea, Prehelénica, Minoana o Cretense.
Cabe mencionar que el nombre “minoica” se debe a que el arqueólogo
británico que la descubrió, Sir Arthur John Evans,
vinculó su palacio más representativo, el de Cnosos, con el
del Rey Minos de
la mitología griega. Hay quienes aseguran que el período correspondiente a esta cultura
asociada a la talasocracia es el origen de Europa, el primer eslabón de su
cadena.
Al hablar de su rey se menciona que “dominaba el
mar griego”. Algunas historias cuentan que el Rey Minos demandó a Teseo, mítico
Rey de Atenas, un tributo de seres humanos para dar de comer al Minotauro cada
nueve años, en venganza por haber perdido a su hijo, Androgeo, a quien habían
asesinado.
Con respecto a la forma en la que los minoicos se referían a sí
mismos, no hay evidencias de un gentilicio. Como dato interesante, Homero habla
en la Odisea de los “eteocretenses” para referirse a
algunos de los habitantes de
Creta, y quizás ellos fueran los sucesores de los minoicos (es necesario
señalar que esta obra literaria fue escrita varios siglos más tarde de la caída
de la cultura minoica).
Los minoicos construyeron una serie de impactantes palacios, entre los que se
encuentran el antes mencionado Cnosos (el
de mayor tamaño de la Edad de Bronce, descubierto en el año 1900), Festos (el
segundo en tamaño de toda la isla, hallado en una excavación un tiempo más
tarde), Malia (un buen ejemplo de la visión
arquitectónica del período protopalacial), Hagia Triada (un centro administrativo no muy distante de
Festos) y Gournia (ubicado
sobre una colina y con varios depósitos de agua).
Con respecto a la talasocracia, numerosos escritos y leyendas (sobre
todo, el legado del historiador ateniense Tucídides) apuntan a que la
civilización minoica se convirtió en una talasocracia durante los últimos tres
siglos de su existencia, comenzando por el año 1700 a. C., y que el dominio
alcanzó las Islas Cícladas.
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