Dictadura
Guillermo
García Machado
Una dictadura es un gobierno que
prescinde del ordenamiento jurídico y de la legislación vigente para ejercer,
sin ningún tipo de oposición, la autoridad de
un país. El término
se hace extensivo al país con esta forma de gobierno y al tiempo que dura este
tipo de mandato.
La dictadura
suele concentrar su poder en torno a la figura de un único individuo, que
recibe el nombre del dictador. Adolfo Hitler y Mussoloni son dos
ejemplos de dictadores.
Al acceder
al poder, ya sea por
vía democrática o mediante un golpe de Estado, el dictador
suele formar un gobierno de facto donde
no existe la división de poderes y se impide que la oposición llegue al
gobierno por medios institucionales (se suspenden las elecciones y se prohíben
los partidos políticos, por ejemplo).
La noción de
dictadura se remonta a los tiempos romanos, cuando se podía conceder la
autoridad suprema a una persona (el dictador) en los tiempos de crisis,
generalmente vinculados a las guerras.
Con el tiempo,
las dictaduras pasaron a ser predominantemente dictaduras militares, donde el dictador es
sostenido por la fuerza militar que se encarga de la represión de los
disidentes y de imponer el terror para evitar el disentimiento. También puede
hablarse de dictaduras
constitucionales cuando, bajo el aparente respeto de
la Constitución, un dictador
viola la legislación para ejercer el poder.
Por último,
más allá de la organización política y social, se conoce como dictadura a toda fuerza dominante que ejerce un predominio.
Por ejemplo: “La dictadura de la estética se impone en la
vida de las adolescentes”.
Visto lo
anterior refresquemos un tema anterior. Se conoce
como totalitarismo una ideología en la que no existe la
individualidad de los seres que conforman la sociedad; es decir, que suprime el
libre albedrío y las personas existen en tanto y en cuanto forman parte de la
sociedad y colaboran para el normal desempeño de la vida de ésta.
En cada
totalitarismo las ideas hegemónicas varían de acuerdo a la ideología
que la sustente, las cuales siempre son extremistas. En lo que respecta a las
dictaduras, también están guiadas y enfocadas desde una ideología.
La dictadura del proletariado, por ejemplo, estaba basada en las
ideas marxistas y era un credo que perseguía a aquellos que se aferraban a
otras ideas políticas pero que era tolerante con el proletariado y el
campesinado. Su diferencia con el resto de las dictaduras existentes hasta el
momento, era que en este caso la hegemonía estaba de acuerdo con las ideas de
las clases más desfavorecidas, mientras que las anteriores, representaban
las ideas de la clase alta o la nobleza.
En lo que se
refiere a las dictaduras con orientación fascista, los intereses que
la sustentan son los que definen a una etnia o cultura. Las personas que forman
parte de la sociedad no existen como seres individuales a menos que se sientan
identificados por la causa y obren en torno a la “voluntad” de la etnia. A
diferencia de otras dictaduras,
el pensamiento doctrinario fascista se auto reconoce como el
único válido y asume su rol de idealista totalitario, imponiéndose a la
diversidad cultural reinante. Y lo hace imponiendo una figura autoritaria a la
que los pobladores deben rendirle culto y subordinarse.
Cabe mencionar
que uno de los recursos utilizados por las dictaduras para imponerse es la
violencia y los abusos de autoridad. Los ciudadanos terminan obedeciendo y
considerando al líder como alguien ideal por temor a ser humillados o incluso
asesinados; de este modo se mantiene la hegemonía de las ideas
radicales, a través del miedo y la extorsión.
Uno de los
objetivos de toda sociedad es impedir que estas situaciones vuelvan a tener
lugar en ellas porque la llegada de una dictadura al poder no sólo conlleva a
la supresión de las libertades individuales, sino
que además acarrea miles de muertes y desapariciones.