ADHOCRACIA
Guillermo García Machado
Ante el
libertinaje institucional, muy propio de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, por
nombrar solamente algunos países, vale la pena que conozcamos la Adhocracia,
la cual es un
concepto que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El término, de todos modos, suele utilizarse
con referencia a la falta de un orden jerárquico o
de reglamentos que regulen el funcionamiento de una entidad.
El concepto deriva de la locución del latín ad-hoc, que puede traducirse como “para esto” y que alude a lo que se
realiza con un fin específico. En una adhocracia, no hay una autoridad que tome las decisiones y que regule
aquello que se lleva a cabo, sino que todos los integrantes puede decidir y
actuar en el momento.
Por estas características, la adhocracia resulta
opuesta a la burocracia, donde todos los pasos están reglamentados y
existe una cadena de mando. Para algunos especialistas en organizaciones, se
registra una tendencia hacia el desarrollo de adhocracias, al menos para la
creación de proyectos temporales.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por
alto otros datos igualmente relevantes acerca de la adhocracia como son los
siguientes:
-El término fue acuñado por Warren Bennis a finales de la década de los años 60. Más exactamente fue en el año 1968 cuando apareció por primera vez ese término, lo hizo en su libro “La sociedad temporal”. Entre el conjunto de características que se establece que tiene una empresa donde funciona la adhocracia destacan estos: se cuentan con empleados especializados en áreas muy concretas en base a sus conocimientos y habilidades; existe una marcada descentralización selectiva, se establecen roles definidos…
-El término fue acuñado por Warren Bennis a finales de la década de los años 60. Más exactamente fue en el año 1968 cuando apareció por primera vez ese término, lo hizo en su libro “La sociedad temporal”. Entre el conjunto de características que se establece que tiene una empresa donde funciona la adhocracia destacan estos: se cuentan con empleados especializados en áreas muy concretas en base a sus conocimientos y habilidades; existe una marcada descentralización selectiva, se establecen roles definidos…
La puesta en marcha de una adhocracia exige
la integración y la adaptación permanente de los miembros
de la organización. La colaboración entre las personas es
indispensable para que los objetivos puedan ser cumplidos, ya que los cambios
son constantes y no hay una autoridad que dicte cómo se debe actuar.
Además de todo lo expuesto, la adhocracia cuenta
con una gran cantidad de personas a favor y en contra como base de distintas
organizaciones y entidades. Quienes la respaldan no dudan en hacerlo
sustentándose en que permite disfrutar de las siguientes ventajas: Consigue que
los empleados estén mucho más motivados, ya que desarrollan tareas en base a
sus capacidades. Puede suceder que los trabajadores se sientan parte como tal
de la organización, debido a que no hay jerarquías, y son conscientes de que el
trabajo de todos es el que creará el éxito. Apuesta por la flexibilidad y la
capacidad de saber reaccionar ante los cambios que pudieran producirse. Por
otro lado, quienes la critican lo hacen porque consideran que trae consigo las
siguientes desventajas: No se gestionan de forma adecuada los riesgos y
peligros. Puede generar frustración en los empleados cuando ante un problema o
contratiempo no exista una estructura para solventarlo.
Supongamos que tres organizaciones no
gubernamentales que defienden la ecología deciden trabajar en conjunto para
tratar de frenar un proyecto minero. Los directivos de estas ONG acuerdan conformar un grupo especial de
trabajo con dos representantes de cada una de las entidades. Las seis personas,
de este modo, constituyen una adhocracia ya que todas tienen el mismo poder y
deciden por igual a medida que se desarrollan los acontecimientos. Que pasaría
si trasladamos este modelo al mundo político en honor a Warren Berris?